Hamás los túneles y las… armas!!!


El jueves de la pasada semana la Plaza del Soldado Desconocido en Gaza se convirtió en una preparada fiesta propagandística hacia el mundo, la televisión transmitió cuando cientos de personas, muchas de ellas portando banderas palestinas, celebraban la reconciliación entre Fatah y Hamas.

De la mano del Presidente de Egipto, quien con ello intenta mostrar que es el único interlocutor válido a quienes las partes escuchan y respetan, además un claro mensaje hacia Estados Unidos para ganar puntos de apoyos con el Presidente Trump, hacía ya semanas que el Cairo era sede de los encuentros, de las lentas reuniones que avanzaban, había una clara necesidad por parte del Hamas por las angustias que soporta su población, sin agua potable y el 90 % del día sin luz, pequeñas muestras de una crisis humanitaria imposible de describir, la firma del acuerdo demostró que la presión que el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas bloqueando todo tipo de ayudas ha dado, por ahora, sus frutos.

Muchas de las personas que se congregaron en la plaza expresaban su aprobación por la reconciliación esperando un cambio inmediato, no se referían a cuestiones nacionales, militares o estratégicas, simplemente a necesidades del día a día, desde los más elementales medicamentos para los niños, las ya referidas agua potable y luz, como el de la libertad de movimientos.

Todos son conscientes que es prematuro celebrar la reconciliación en el más amplio sentido de la palabra, no es necesario profundizar demasiado en la memoria para encontrarnos con situaciones similares, fueron varias las veces que entre los palestinos de la Ribera Occidental y los de la Franja de Gaza pasaban del odio al amor y muchos más los que fueron en dirección inversa. Al actual acuerdo muchos lo ven como un compromiso entre dos organizaciones obligadas a reconciliarse por la presión masiva del gobierno egipcio frente una potencial crisis regional en donde todo se les escape de las manos.

La conducta de Hamas en Gaza desde su disolución del gabinete en las sombras que, por razones de seguridad, hace meses se estableció demuestra que la organización pretende renunciar al control civil de la franja, la necesidad de lidiar con los problemas del día a día perjudicó duramente la popularidad de Hamas, ello los hace comprender que ser gobierno tiene un costo civil y político.

Este cambio de actitud s liderado por, nada menos, que el líder de Hamas, Yahya Sinwar, un reconocido extremista militante, quien en paralelo a la firma de la reconciliación, sorprendentemente, declaró que romperá la cabeza de cualquiera que se atreva a sabotearla, con la misma boca pero con voz diferente no dejó de advertir a Israel que Hamas puede lanzar contra él miles de cohetes como ya lo hicieron durante las 7 semanas de la guerra de 2014. Estas declaraciones marcan claramente la nueva estrategia de Hamas, la voluntad de conceder el control civil sobre la Franja de Gaza pero no desarmarse.

El Presidente Palestino Abbu Mazen, de casi 83 años, y Fatah entienden que en un futuro cercano nada tienen que ofrecer al pueblo palestino con respecto al proceso de paz, el panorama internacional indica que el Presidente Trump tiene sus ojos sobre Corea del Norte e Irán, el problema palestino, salvo declaraciones y movimientos intrascendentes simplemente para cumplir con el protocolo, desapareció de su agenda.

Entonces, el acuerdo se convierte en una confluencia de intereses para ganar tiempo, en el medio mucho puede suceder, la Autoridad Palestina y Fatah gobernarán por encima de la tierra, Hamas, por lo menos hasta que finalice la construcción de muro subterráneo por parte de Israel, por debajo, los túneles y las armas estarán en sus manos.

En el otro vértice de éste triángulo está Egipto, el gestor de la conciliación. La lideró por una cuestión de seguridad nacional, peleando con el terror del Estado Islámico fuertemente asentado en Sinaí, vio a Gaza bajo el gobierno de Hamas como un potencial invernadero para una base ideológica y refugio de los mismos, inteligentemente una manera de abrir el paraguas.

En éste conflictivo Oriente Medio todos leerán éste comentario como una ventana de optimismo, el mismo, palabras más, palabra menos podría haber sido escrito cada vez que los besos entre las partes se entrecruzaban, siempre en forma simultánea la ruptura, intencional o producto de imponderables, comenzaba inmediatamente a gestarse.

Hasta la próxima

 Dr Israel Rabinowicz
Israel
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