Israel y el Servicio Militar Ortodoxo


Por Rabino Abraham Edelstein

Los manifestantes no son ultraortodoxos Las protestas que bloquearon las calles en Israel el jueves fueron organizadas por Peleg Yerushalmi, alrededor del cinco por ciento del público de jaredí (plural: jaredim) (ultraortodoxo). Son un grupo marginal, no tolerado por los ultraortodoxos convencionales.

Las Academias de estudio (yeshivot) jaredí y otras instituciones no contratarán a esas personas, y su asociación con nosotros (en la mente del público en general) está causando un daño incalculable a la comunidad ultraortodoxa en general. Este grupo ha inventado un problema inexistente: que están luchando por su derecho a estudiar Torá. Los jaredim ya pueden hacer eso, y lo han hecho desde la fundación del Estado. Como jaredí, quiero agradecer al Estado de Israel por crear las diversas leyes que lo han permitido, a pesar de que esto es un tema muy polémico. No tengo intención de discutir los méritos de esta ley aquí, o su imparcialidad con los demás, solo quiero señalar que siempre ha existido tal ley. Sim embargo, hay muchos jaredim que no están sentados estudiando en una yeshiva.

El difunto Rav Yosef Shalom Elyashiv, el gran sabio de la generación, tenía claro que estas personas disponen de una alternativa: pueden irse de Israel o ir al ejército. De hecho, un número creciente de ultraortodoxos está eligiendo ir al ejército. El ejército tiene marcos especiales para ellos que incluyen comida estrictamente kosher, tiempos para los rezos y una hora de estudio de la Torá todos los días.

Los dos jaredim arrestados por evadir el alistamiento en el ejército pertenecían a este último grupo, es decir, no estudiaban en una yeshiva. La policía no ataca yeshivot y arrastra a estudiantes al ejército. Pero los extremistas han ido más lejos en echando más leña al fuego. Se niegan incluso a presentarse para obtener su exención por ser estudiantes de tiempo completo. Se están pasando a la ilegalidad deliberadamente. Esta es una idea nueva, no aceptable para la mayoría jaredi. Los jaredim siempre obtuvieron sus exenciones legalmente. No desafiaron al Estado. No promovieron la anarquía. Este nuevo grupo representa una peligrosa distorsión del hermoso, sabio y sensible judaísmo que yo conozco. Lo que estos manifestantes promueven es una religión de nosotros contra ellos, de protestas e intimidación, de cosas que son contrarias a la Torá. Lo mío es un judaísmo de bondad y generosidad, de unidad y espiritualidad, de suavidad y dulzura. Por favor no llamen a estas personas jaredim. No los llamen ni siquiera ortodoxos.