¿Por qué los Kurdos y catalanes no merecen independencia y los palestinos si?


Por David Mande

Los kurdos (cuyo número se calcula entre 30 a 45 millones de personas) constituyen un grupo étnico lingüístico que habita una región en el Medio Oriente que abarca parte del sudeste de Turquía, noroeste de Irán, norte de Irak y norte de Siria. Su auto identificación como una nación con cultura, historia y lenguaje propios se remonta a mil quinientos años, posiblemente más.

Los diplomáticos Mark Sykes de Gran Bretaña y François Georges-Picot de Francia negociaron secretamente en el año 1916, durante la Primera Guerra Mundial, el desmembramiento del Imperio otomano sin tomar en cuenta las realidades étnicas, culturales y lingüísticas de la región.

Unieron tres provincias para formar un Estado, Irak, que nunca antes había existido. Separaron el territorio al este del rio Jordán para formar el Estado de Transjordania (hoy Jordania) que tampoco había existido anteriormente.

Establecieron el Estado de Siria uniendo chiitas, suníes, kurdos, drusos, cristianos y alawitas, grupos étnicos religiosos que no tenían nada en común entre ellos. Luego, separaron la región del Líbano para dar autonomía a los cristianos (hoy minoría en ese país que está dominado por la organización terrorista chiita Hizballa).

Inexplicablemente no le otorgaron un Estado a los kurdos, una nación completamente distinta a los árabes por su identificación étnica, cultural y lingüística. Hoy, cuando los kurdos tienen la oportunidad de obtener finalmente su propio Estado, el mundo (exceptuando Israel) se opone.

Respecto a Cataluña, la situación es controversial ya que, aunque la población de esa región tiene un idioma propio, Catalán, Cataluña durante la Edad Media era parte del reino de Aragón cuya unión con Castilla, gracias al matrimonio de Fernando II de Aragon e Isabel I de Castilla, dio nacimiento al reino unido español en el siglo XV, hace cerca de seis siglos.

La mayoría de las naciones (y gran parte de la misma población de la región) se opone a que Cataluña se separe de España. El resultado de la independencia podría ser una fuerte crisis económica en la región*.

¡Qué contraste con el caso de Palestina!

Aparte de que nunca existió en la historia un Estado palestino, y a pesar de que no existen factores étnicos, lingüísticos, culturales y religiosos que diferencien a los “palestinos” de los demás árabes, los que hoy (desde 1967) se auto identifican como palestinos, quieren un Estado palestino, con lo cual el número de Estados árabes en el mundo subiría a 22.

Nadie se pregunta a que se debe que en 1938 y en 1948 los árabes rechazaron los planes de partición que habrían creado un Estado árabe en parte del territorio al oeste del Jordán.

Nadie menciona que entre 1949 y 1967, los árabes de Judea y Samaria estaban gobernados por Jordania, tenían ciudadanía jordana y ninguno de ellos exigía tener un Estado palestino.

Hoy, los palestinos están gobernados en Gaza por una organización terrorista cuya razón de ser es la destrucción de Israel, y en Judea y Samaria por una camarilla corrupta que solo busca enriquecerse (Arafat al morir tenía más de 500 millones de dólares; los dos hijos de Mahmoud Abbas controlan un imperio económico cuyo valor es de cientos de millones de dólares).

Termino con la misma pregunta con la que comencé. ¿Por qué los Kurdos y catalanes no merecen independencia y los palestinos si?

*    Personalmente, no tengo opinión a favor o en contra respecto a la demanda de independencia de Cataluña, pero me preocupa el hecho de que algunos de los partidos que apoyan la independencia están a favor de los palestinos y del boicot a Israel.

Fuente: Mi Enfoque, Israel