A CASI TRES AÑOS DEL ASESINATO DE NISMAN: LA GENTE TIENE LA PALABRA

Por Luciano Stilman, especial para Comunidades

Más de dos años y medio después que el fiscal general Alberto Nisman apareciera muerto en su departamento en el edificio Le Parc, los 28 peritos de la Gendarmería determinaron, a través de un informe, que el letrado había sido asesinado.
Según lo que pudieron analizar los especialistas habrían actuado dos personas, quienes lo redujeron y luego le suministraron una droga llamada ketamina para que no pudiera defenderse. Luego, mientras uno de los asesinos lo sostenía, el otro le disparó en la cabeza.
Aunque de a poco la causa comienza a avanzar y el técnico informático Diego Lagomarsino, imputado por la muerte de Nisman por "partícipe necesario del homicidio", pareciera estar en una complicada situación judicial, la opinión mira desconfiada y sospecha de cada nueva información.
Es por eso que Comunidades salió a preguntarle a la gente sobre su visión de lo que sucedió con el fiscal Alberto Nisman.
 “Parecería que cada vez es menos claro cuáles fueron los hechos”, contó Fernando, médico. “A ningún Gobierno le conviene que un fiscal muera de esta manera y en las situaciones dudosas. Cuanto más pase el tiempo el esclarecimiento quedará más lejos”, reconoció, aunque aclaró que “con estas últimas pericias y jueces un tanto imparciales algo se podrá recuperar, pero lo que no se recupera en los primeros momentos con las primeras pruebas es muy difícil que se logre esclarecer absolutamente todo”.
Las dudas en el posible avance fueron, sin lugar a dudas, casi una opinión general entre los entrevistados por Comunidades. Así lo reflejó Walter, comerciante de San Martín, quien dijo que no tiene dudas que “a Nisman lo mataron”, pero que “nunca se va a llegar a la verdad ya que estuvo muy manoseado el tema”.
Del mismo modo, Germán, empleado de una empresa multinacional, indicó que “fue un asesinato relacionado a las denuncias que estaba haciendo”, pero que a pesar de lo que se pueda avanzar en el ámbito judicial “nadie va a quedar preso por este caso”.
La calle refleja diferentes posiciones y estados de ánimo. Pablo, de Ciudadela, mostró otra postura que asumió parte de la sociedad: “En mi opinión se trató de un suicidio. Es un tema muy complejo, hubo mucho circo alrededor y no se llegó a nada. Digo que se mató porque me parece ilógico pensar que lo hayan asesinado porque estaba por presentar una denuncia contra Cristina Kirchner. No me cabe en la cabeza que la ex presidente o cualquiera a su alrededor haya actuado de esta forma para matar a un fiscal por una supuesta denuncia. También hay que tener en cuenta que los medios y la misma derecha estaban en contra de ella tratando de hacerle la mal fama camino a las elecciones”.
 “Para mí se suicidó presionado, aunque creo que realmente nunca se va a saber lo que sucedió”, remarcó Roberto, de Caballito.

Leandro, abogado de 35 años, de Hurlingham, también descree que integrantes de la gestión de la ex mandataria hayan tenido que ver con la muerte de Nisman, aunque no descarta la posibilidad de un homicidio: “No me cierra la hipótesis del suicidio, pero menos aún que el Gobierno anterior haya tenido que ver con su muerte, dado que el costo fue más elevado que la denuncia que el juez Rafecas desestimó. Por otro lado, creo que hay sectores del poder real, tanto local como foráneo, que vieron afectados algunos intereses durante 12 años de un gobierno popular con una matriz distinta a la neoliberal; quizás sí se vieron beneficiados por la muerte del fiscal, y tal vez allí sí pudiera estar una razón, no de manera directa, pero sí como una inducción al suicidio”.
Las voces se hacen escuchar. Muchos de los testimonios que recogemos cargan dolor, angustia e indignación.
Sabrina, de Ramos Mejía, también abona la teoría del asesinato y aunque asegura que cree en la Justicia, “es muy lenta”, y pide que por favor “se sepa cómo ocurrió todo y que los asesinos vayan presos”.
“Lo primero que me generó al enterarme de la muerte fue terror, porque el nivel de ‘apriete’ y de mafia que no se puede ir con la verdad estaba muy presente”, le dijo Ana, una trabajadora social, a Comunidades. “La primera sensación fue de mucho miedo, que la Justicia no existía porque estábamos siendo dominados como país por el apriete y la generación de terror. Siempre estuve convencida que el Gobierno anterior tuvo algo que ver con su muerte, y fue muy indignante cuando se quiso instalar la idea del suicidio”
Comunidades siguió recorriendo las calles y la teoría del homicidio, como indicaron los peritos de Gendarmería, se hacía más fuerte entre la gente.
José, empresario del rubro de la salud fue claro: “Lo asesinaron. Mientras la Justicia siga negociando con los gobiernos, le va a faltar para ser justa. Tengo la esperanza que vaya cambiando”.
Por su parte, Fernando, corredor inmobiliario, también abonó a la teoría del crimen e indicó al kirchnerismo como posible responsable: “El Gobierno anterior tapó muchas cosas y escondió otras tantas. La Justicia es lenta pero creo que con este nuevo Gobierno de a poco se va a empezar a saber quiénes fueron los responsables de su muerte”.
Duilio, comerciante del rubro automotor, fue otro de los que sostuvo que se trató de un homicidio: “Creo que fue un asesinato que contó con la participación de su propia seguridad, como una traición, y a su vez un planeamiento por parte de la gente a la cual le iba a poder generar un problema sus denuncias. Lo más lamentable es que la Justicia no estuvo a la altura de los acontecimientos, y es lamentable que no tengamos una Justicia independiente y capaz de poder investigar un hecho tan grave”
En esa misma línea, José, titular de una pyme fue directo: “Creo que a Nisman lo mataron. Ya sea induciéndolo al suicidio como creía al principio o directamente asesinado como demuestran las últimas pericias. No tengo dudas que el Gobierno anterior está involucrado. Tuvo mucho interés en instalar la teoría del suicidio. Lo importante es en el momento que ocurre, horas antes de presentar una denuncia en contra de la presidente. Tengo serias dudas que llegue a haber verdadera justicia donde se juzgue y condene a los cerebros y no a los colaboradores de la puesta en escena”.

Pero por supuesto no solamente están aquellos que creen que el Gobierno de Cristina Kirchner tuvo que ver en la muerte del fiscal y quienes piensan que no, sino también hay que descreen de todos.
“Desconfío absolutamente de la Justicia del país. Desconfío de todas las fuerzas de seguridad. Desconfío de la mayoría de los medios de comunicación. De lo único que estoy seguro es que hay, al menos, un muerto. Que cumplía funciones públicas, que había realizado importantes denuncias, y que es gravísimo que aún no haya certezas en la investigación”, reconoció Arístides de Longchamps.
También, Florencia, que se desempeña como docente, indicó: “Las causas de su muerte son sospechosas. Hay un tire y afloje entre las fuerzas políticas de ‘la grieta’ para adjudicarlo como un ‘crimen político o de Estado’, y cierto es que él investigaba algo de índole internacional. La Justicia de nuestro país es lenta y al haberse contaminado la escena del crimen es difícil llegar a una verdad contundente”.
Miguel, empleado estatal, también se mostró impactado: “La muerte del fiscal Nisman generó una conmoción de la que aún no podemos recuperarnos. Fue un golpe certero a nuestra confianza en las instituciones. Sólo cuando salga a la luz la verdad de lo que pasó, vamos a poder a volver creer en la Justicia”.
En pocos días se cumplirán 3 años de la muerte del fiscal Nisman. Los peritos de Gendarmería sostienen que se trató de un homicidio. La gente, ante la falta de una investigación seria desde el inicio abona sus propias teorías. La Justicia, todavía está en deuda.