Otra vez los gobiernos europeos le fallan a los judíos


La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que Egipto solicitó no trasladar las embajadas a Jerusalén, como se comprometieron los Estados Unidos a hacer hace dos semanas, terminó con 14 votos para la resolución contra 1: el veto estadounidense. Por primera vez en un año, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas destinada precisamente a Israel.

China, Rusia, Inglaterra, Francia, Japón, Italia, Egipto, Bolivia, Uruguay, Suecia, Ucrania, Etiopía, Kazajstán y Senegal votaron a favor.

Los europeos ahora votan regularmente por las resoluciones de la ONU que niegan y borran la historia judía de Jerusalén y definen a Israel como un “país ocupante” en su propia capital. Por lo tanto, se niega la legitimidad israelí. La resolución del Consejo de Seguridad cancela la historia de la capital de Israel. El Estado judío es el único país del mundo que no tiene derecho a definir y elegir su propio capital.

Europa les está diciendo a los judíos que no tienen derechos en Jerusalén.

Ahí está la paradoja. Países como Francia y Suecia, que están luchando internamente con un alarmante aumento del antisemitismo, votan en contra del Estado judío en la ONU.

En Francia, los judíos son víctimas de un “éxodo interno”: no solo existe la alia de los 40.000 judíos que se mudaron a Israel en tan solo diez años, sino también la huida de los judíos dentro de la república francesa, desde los suburbios a las ciudades.

En Suecia, en los últimos días, se lanzaron cócteles molotov contra sinagogas y se escucharon consignas como “muerte a los judíos” en las plazas de las principales ciudades, desde Estocolmo hasta Malmo.

Al aislar, estigmatizar y agredir al Estado judío en los foros internacionales, Europa alienta el mismo antisemitismo que lo está avergonzando. Estados ricos y democráticos (como Francia e Inglaterra), Estados pobres (como Senegal) y gigantes autoritarios (como China), todos se reunieron en la ONU. Todos acordaron condenar ante el público internacional un estado que cubre el 0,0001 por ciento de la superficie de la tierra, tan grande como Nueva Jersey, cuyos habitantes representaban la milésima parte de la población mundial, pero ese es el único estado en el mundo de los judíos.

Sentado en una esquina de la ONU estaba el embajador israelí, Danny Danon. Parecía el testigo en un juicio horrendo.

Autor: Giulio Meotti