Un nuevo ataque golpea la capital de Afganistán

Kabul no se recuperaba aún del atentado con una ambulancia bomba y una nueva explosión sacudió a la capital afgana: 11 personas murieron en un ataque a un cuartel militar. Casi 200 personas han muerto en 4 explosiones en poco más de una semana.


En la madrugada del lunes 29 de enero cinco hombres ingresaron a las instalaciones del Ejército afgano en el oeste de Kabul con chalecos explosivos y otro arsenal militar. Las fuerzas militares lucharon durante cinco horas para detener el ataque, que terminó con la muerte de 11 soldados.
Dos de los atacantes murieron en los enfrentamientos y uno de ellos fue capturado, pero dos lograron activar sus explosivos. El autodenominado Estado Islámico se atribuyó la autoría del atentado.

Afganistán vive una ola de violencia sin aparente final

Este ataque se registró apenas 48 horas después de que una ambulancia bomba estallara en Kabul y cobrara la vida de 103 personas en un atentado reivindicado por el grupo talibán. El 24 de enero al menos 11 personas murieron y el 20 de enero 40 más perdieron la vida en el atentado contra el Hotel Intercontinental de la capital afgana.

El grupo Estado Islámico reclama la autoría de unos ataques y el movimiento talibán otros, pero las autoridades afganas creen que sólo la red Haqqani, vinculada al grupo talibán y que presuntamente tiene su base en Pakistán, puede perpetrar acciones de esas características.

Las dos organizaciones terroristas son muy activas y violentas. Durante más de 20 años, el grupo talibán ha intentado controlar Afganistán. El analista político internacional Julián Schvindlerman explicó a France 24 que ambos grupos son responsables: "así como los criminales y las mafias se alían entre sí y con grupos terroristas que comparten una agenda común también hay este tipo de asociaciones temporales que sirven al interés específico de cada grupo".

Para Schvindlerman el objetivo de ISIS puede ser "demostrar que está vivo" tras las derrotas frente a la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Irak y Siria, mientras que para el talibán la meta es derrocar al gobierno afgano. El analista político explicó también a France 24 porqué el gobierno afgano culpa a Pakistán: “dice que está financiando a grupos insurgentes a través de la red Haqqani (movimiento insurgente islamista)”.

Estados Unidos coincide con esta hipótesis, de acuerdo con Schvindlerman, y este sería uno de los motivos por los que recientemente la administración de Donald Trump anunció que eliminaría la entrega de ayudas al gobierno pakistaní: "desde 2002, Estados Unidos entregó 75 mil millones de dólares a Afganistán para protegerla del terrorismo y de la inestabilidad y le da toneladas de dinero a Pakistán para que combata a grupos terroristas, pero los termina financiando, ¿cuál es el sentido de continuar dándole dinero a un régimen que violenta los intereses de Estados Unidos en la región?"
Para el experto, “la suspensión de la ayuda militar a Pakistán podría hacer que sea aún más difícil para Afganistán contener futuros ataques”.


Schvindlerman: "hay un interés de Estados Unidos en Afganistán"

Estados Unidos es el principal aliado de Afganistán en la lucha contra el terrorismo, pero más de 16 años de ayuda en dólares estadounidenses y las tropas en terreno no han sido suficientes para alcanzar la estabilidad del país.

Según el experto, “hay un interés de garantizar la estabilidad y la inclinación prooccidental en Afganistán”. Agregó que se trata de “un país con problemas con el fundamentalismo islámico y de manera estratégica está ubicado en Asia, con países limítrofes que son en sí mismos peligrosos y preocupantes, entre ellos, Pakistán e Irán”.

Hoy hay 14.000 soldados estadounidenses en terreno y la Casa Blanca planea enviar mil más. El incremento de las tropas estadounidenses parece haber motivado a los grupos extremistas a cometer ataques más brutales: “puede ser parte de una estrategia de Pakistán, que quiere atacar a la población, como una especie de castigo indirecto a Estados Unidos” (por la eliminación de las ayudas). Sin embargo Schvindlerman concluyó que los atentados vienen desde antes.

Fuente: France 24