B'nai B'rith Argentina, instalada en este país desde 1930, rama de B'nai B'rith Internacional, lucha incansablemente contra todo tipo de discriminación, xenofobia, racismo y contra el terrorismo internacional llevando en alto la bandera de la libertad de expresión, la solidaridad y el respeto mutuo, también en el campo deportivo.
Un grupo de personas intolerantes en Barcelona realizaron impunemente una manifestación intimidatoria ante el capitán de la Selección Argentina de Fútbol, y todo el equipo solicitando no viajen a Israel.
En esa actitud se ha mezclado un cocktail peligroso de fútbol con política. Un cocktail que fomenta el odio, la intolerancia, la indiferencia y que da pie al terrorismo asesino, a intimidar y así triunfar sobre la cordialidad entre pueblos amigos.
El fútbol tiene que tomar resoluciones. El fútbol decidió no visitar al Papa Francisco y decide suspender un partido amistoso por presiones antes de concurrir al Mundial en Rusia. El fútbol ha cedido por temor a los perpetradores del odio y la intolerancia.
El fútbol debe limitarse a su juego que es lo que le compete como deporte y a sus jugadores como lo que son, deportistas que representan al país cuyos colores lucen orgullosos en la camiseta.
Israel ha recibido delegaciones de políticos, artistas e intelectuales y siempre ha garantizado su seguridad. No existía ninguna razón para no brindar la seguridad merecida y necesaria al equipo argentino.
Una vez más, vergonzosamente, el terror dominó la razón y la comprensión, y venció el miedo que imponen los enemigos de la paz en Medio Oriente.
