La cancelación de un evento tan publicitado como el partido amistoso Argentina-Israel requiere de un ágil contraataque de esclarecimiento por parte de Israel y el mundo judÃo.
Lamentablemente, Messi y otros futbolistas fueron amedrentados por un amasijo de mentiras y amenazas contra los jugadores. Una buena sÃntesis de lo que es el BDS en general: un arsenal de intimidación y difamación bajo la apariencia de una pretendida lucha justiciera, que dispara en todas direcciones con profesionalismo y una financiación mayoritariamente europea.
El partido amistoso entre las dos selecciones de fútbol debÃa ser eso: deporte y amistad.
Pero los lÃderes palestinos tienen otras prioridades, siempre enfocados a destruir lo ajeno en lugar de beneficiar a su propio pueblo desdichado. PodrÃan haber aprovechado la visita para invitar al equipo argentino a hacer una exhibición entre ellos, si su objetivo hubiera sido el deporte y no exclusivamente dañar a Israel.
Notemos que quien encabezó la campaña para cancelar el encuentro no fue sino un terrorista condenado: Jibril Rajoub. Este personaje es el mismo que asesinó a personas con sus propias manos, el que se jactó de la tortura y el asesinato de los atletas israelÃes en los Juegos OlÃmpicos de Múnich, y el que descalifica por “racista” a todo pedido de honrar las memorias de los asesinados.
Rajoub fue en 1985 liberado de la cárcel junto con otros 1500 terroristas en uno de los varios intercambios de prisioneros con Israel. Ahora arremetió contra Messi con una violencia verbal digna de un mafioso y no de un dirigente deportivo.
En cuanto a Messi y su miedo, no deberÃan ser objeto de crÃtica. Después de todo, para digerir calmamente las bravuconadas sangrientas de los boicoteadores, pues hace falta ser israelÃ.
Pero hay otro jugador que no se expresó en términos de miedo ni de disculpas, sino de acuerdo con el boicot contra Israel. Gonzalo HiguaÃn declaró que la cancelación fue "lo correcto”.
La pregunta, señor HiguaÃn, es por qué negarle legitimidad a un Estado entre doscientos puede ser “lo correcto”.
La judeofobia (el odio a los judÃos que ya lleva dos mil años o más, y se lo conoce bajo el término equÃvoco de "antisemitismo") es mayormente un fenómeno que Europa exporta al mundo con diversos grados de éxito. Hoy ataca menos al ciudadano judÃo o a su comunidad, y concentra su odio contra el Estado judÃo. Quizás no es casual que el jugador que se pronunció en contra de Israel haya sido el francés de la selección.
Esta cancelación de los argentinos no es la primera que debemos absorber, y no innova gran cosa en la perseverante campaña para desacreditarnos. Pero sà es una oportunidad para comenzar a quitar el disfraz de corrección de los boicoteadores y presentarlos como lo que son realmente: terroristas expertos en amenazas de muerte, incluso contra atletas campeones que sólo procuraban un amistoso.
El libro Judeofobia de Gustavo Perednik fue presentado en la reciente Feria del Libro de Buenos Aires.
Fuente: JCPA