EL PARTIDO QUE EL TERRORISMO PALESTINO GANO SIN JUGAR- Por Natalio Steiner

Esta vez no fueron los cuchillos, ni los atropellamientos, ni los barriletes incendiarios. Esta vez fue una maniobra política de pinzas urdida en territorio palestino por su autoridad futbolistica máxima, un ex terrorista de la OLP; una intensa campaña auspiciada por la embajada palestina en la Argentina, algunos grupúsculos de ultraizquierda y el infaltable BDS propalestino que intimidó a los jugadores argentinos concentrados en Barcelona. Se volcó sobre ellos toda la presión de la “solución “ del conflicto palestino-israelí. Lo pusieron a Messi en la incómoda posición de “culpable” de la muerte de una centena de palestinos en la Franja de Gaza por la “ represión israelí.
A esto hay que sumarle la pusilánime política exterior argentina, algo conocido desde hace décadas en lo atinente a Israel, y la falta de cintura política de un Macri aquejado por otras crisis como para dejarse envolver en esta trampa palestina.
La cancelación del partido entre Israel y Argentina es uno de los hechos políticos-deportivos más bochornosos de los últimos tiempos. La Argentina, su gobierrno, su selección, las autoridades de AFA y hasta diputados nacionales, se sometieron al terror y al chantaje de la propaganda manipulatoria y victimizadora de los palestinos. Lograron lo que querian: aislar más a Israel. El futbol en Jerusalem fue solo una excusa. Israel hace años debe competir en Europa por el boicot del mundo árabe y musulmán. mucho antes que el valiente Trump traspasara la embajada, hiciera historia y mostrara cojones ante el terror y la intimidación.
Hay algo peor que no luchar contra el terrorismo: rendirse ante él.  Eso hizo la AFA seguramente con el aval del gobierno actual.
Los sectores antisionistas que en la Argentina nos hablan “ del poder judío mundial “ tendrán un problema en sostener ese estupido argumento : el supuesto argumento ,tan poderoso, sucumbió por las presiones de banderas ensangrentadas o fotos de Messi decapitado.  Que poderosos son los judíos.
Palestina ganó el partido al no dejar jugar a Israel contra Argentina.  Debio ser una fiesta pero no pudo ser. La actitud argentina estuvo a la altura de la cobardía europea, algo ya conocido.
Otro país del mundo, en este caso Argentina, se pone de rodillas ante el terror verbal, el que precede a los hechos. No es una buena señal pero finalmente los palestinos serán los perdedores. ¿Mirá si jugaban en Israel y  el seleccionado israelí ganaba de casualidad 1 a 0 … No podríamos ni salir a la calle.
La mezcla de deporte con política nunca fue buena.  Esta es una muestra de ello. Macri pareció distanciarse de la politica exterior antisionista de los K. Solo pareció.  Sigue arrodillado y sumido en la confusión y el escarnio. El terrorismo ganó un partido que no se jugo.  Asi de sencillo.