Investigaciones y pericias balÃsticas realizadas por la policÃa desmienten que haya muerto por un disparo adrede de un soldado.
La joven paramédica palestina, cuya muerte causo la ira de la Jihad Islámica y avivó sus barriletes incendiarios, se debio al rebote de una esquirla de bala y no a un balazo directo y deliberado. Las pericias planimétricas que la policÃa puso a dispocisión de una junta investigadora lo ratifican claramente. Su muerte sirvio para que los palestinos echen más leña al fuego. LO MISMO QUE HACE CLARIN.
