Los cazadores de nazis siguen en acción: cómo operan para detectar sospechosos en todo el mundo


Ya pasaron más de 7 décadas del final de la Segunda Guerra Mundial pero la búsqueda de nazis continúa: un equipo de 20 personas se encarga de la tarea y se detectan alrededor de 30 sospechosos por año.

Y eso, pese a que la probabilidad de que los delincuentes estén vivos disminuye drásticamente con el paso del tiempo, según dice el fiscal superior Jens Rommel, el líder de la denominada Zentrale Stelle der Landesjustizverwaltungen zur Aufklärung nationalsozialistischer Verbrechen (Oficina Central de Administración de Justicia para Aclarar Crímenes Nacionalsocialistas).

"Hasta cuándo seguirá nuestro trabajo es una pregunta que debe responderse a nivel político", dice Rommel.

De cualquier modo, siempre se podrán abrir procesos porque se trata de delitos que no prescriben.

La entidad está por cumplir 60 años: se fundó el 6 de noviembre de 1958. Forma parte de la estructura judicial germana y la sede queda en Luisburgo, una ciudad de 90.000 habitantes cerca de Stuttgart, en el sur de Alemania.

Ahí solían prestar servicios 121 personas durante el pico de trabajo, entre 1967 y 1971. Ahora están Rommel y 19 empleados, entre ellos 7 fiscales. Conducen investigaciones preliminares en cualquier parte del mundo.

"Anualmente transmitimos a las fiscalías competentes unos 30 casos, ya sea de residentes en Alemania o en otros países", indica el jefe.

La línea de acción se enfoca en los alrededor de 15.000 campos de concentración y exterminio que hubo: el asesinato o la complicidad se prueban más fácil si el responsable pasó por alguna de esas sedes del horror.

En 2017 aparecieran varios casos relacionados con Ravensbrück, Mauthausen y Buchenwald. Ahora se apunta a Sachsenhausen, Gross-Rosen y Mittelbau.

"Además, los esbirros nazis eran relativamente jóvenes ahí en ese momento y eso aumenta la probabilidad de que sigan vivos", señaló Rommel.

Ocurre igual que los sospechosos tienen más de 90 años y por lo general ya no están en condiciones de ser juzgados.

Actualmente hay 4 pendientes que involucran a antiguos guardias: 2 en Münster, 1 en Frankfurt y 1 en Mannheim.

El último episodio resonante es el de Jakiw Palij, un exguardia del campo de concentración de Trawniki (Polonia) a quien localizaron en Nueva York, donde vivía.

A los 95 años, este martes fue deportado a Alemania: lo acusan de complicidad en el asesinato de 7.000 judíos.

En un principio la Oficina Central sólo podía actuar en hechos con víctimas civiles y fuera del país. Esa competencia se amplió a mediados de los 60. Y además se estableció la prioridad: perseguir a los más altos mandos de la estructura nazi.

En 60 años de tarea entregó más de 7.500 investigaciones a las fiscalías para que se iniciaran procesos judiciales contra los criminales del Holocausto.

Fuente: Clarín