David Harris: “Sabemos que los enemigos de Israel son irracionales; tratar de encontrar una lógica racional en una conducta irracional no es un ejercicio que arroje resultados alentadores”

David Harris es, desde hace casi 30 años, el Director Ejecutivo en Jefe del American Jewish Committee, AJC y como tal fue descrito por el ex Presidente de Israel, Shimon Peres, Z.L, como “Ministro de Relaciones Exteriores del Pueblo Judío”. Y no es para menos porque anualmente AJC visita más de 100 países en el mundo, mientras que Harris mismo ha sido distinguido 15 veces por distintos gobiernos por sus esfuerzos a nivel internacional para la defensa de los Derechos Humanos.


De paso por Chile hace algunas semanas atrás, en el marco de la visita de una delegación de AJC al país, conversó con La Palabra Israelita sobre el trabajo global del comité que encabeza por el resguardo de las comunidades judías y la defensa de Israel, los temas de contingencia y la agenda que llevan adelante colaborando con la Comunidad Judía de Chile.

-David, ¿cuál es la motivación de AJC para involucrarse en la situación de los judíos chilenos?

-AJC es una organización de incidencia política a nivel global, entonces el bienestar y la seguridad de todas y cada una de las comunidades judías en el mundo es importante para nosotros. Hemos tenido una alianza por varios años con la Comunidad Judía de Chile, venimos a menudo y seguramente volveremos.

-¿Cuál fue la agenda de la última visita a Chile?

-Sostuvimos reuniones con políticos y representantes de gobierno, además medios de comunicación y líderes comunitarios. Tengo que aclarar que en todas las reuniones que tuvimos con políticos chilenos estuvimos juntos a los líderes de la comunidad judía. No fuimos solos, fuimos en conjunto y dejamos claro en cada reunión que estábamos expresando lo que habíamos escuchado de nuestros amigos en Chile. Entonces el nuestro no es un análisis independiente, partimos de la base de lo que nuestros amigos chilenos nos dicen y eso es que hay un problema creciente de antisemitismo en Chile, y viniendo acá queremos mostrar nuestra solidaridad con la comunidad judía y presentar una voz unida frente a los gobernantes del país.

-Hemos visto que tanto grupos de extrema derecha como de extrema izquierda se han posicionado con discursos de odio en las redes sociales y en los medios de comunicación. En su experiencia, ¿puede ser que el clima antisemita que estamos viviendo sea instigado por estos grupos?

-Si estamos hablando a nivel global, la respuesta es sí. A nivel global, AJC está investigando tres fuentes del resurgimiento del antisemitismo en el mundo: la extrema derecha, la extrema izquierda y el mundo yihadista. En todos los países se tiene que evaluar la presencia de una o de las tres. Pero en principio, si miramos alrededor del mundo, estamos mirando a través de estos tres lentes, de lo que está pasando en la extrema derecha, en la extrema izquierda y en el mundo yihadista, y todo esto hace que se complique aún más la situación si lo llevamos a las redes sociales y el ciberespacio, porque pasamos de tener un problema en una ciudad, un país o una región, a un problema que puede ser transnacional, que traspasa las fronteras, porque el ciberespacio ofrece a cualquiera de esos grupos la oportunidad para estar en contacto con sus pares de otros países. En cierto sentido, el antisemitismo no es sólo local, sino global, o es ambas cosas. Entonces tenemos que estar atentos a ambas dimensiones cuando miramos estas tres fuentes.

-¿Y cree que en estos casos las redes sociales y los medios funcionan como un catalizador del discurso antisemita?

-Absolutamente.

-¿Pero podemos estar hablando de un fenómeno que existe en Internet pero que no tiene reflejo en el mundo real?

-Creo que es tanto causa como efecto. Es causa porque, por ejemplo, en muchos motores de búsqueda si pones la palabra judío aparecen definiciones antisemitas e imágenes antisemitas, porque los antisemitas han aprendido a manipular la optimización de los motores de búsqueda, así como las redes sociales. Entonces si, por ejemplo, vives en un lugar donde no hay judíos y tienes curiosidad, quieres conocer más de los judíos, te encuentran con eso y no con información factual sobre judaísmo y el Pueblo Judío. Entonces puede crear antisemitismo, es una causa, pero también es el efecto de tener disponibles estas herramientas extraordinarias que pueden ser mal usadas.

-¿Cree que estos grupos han influenciado, también, a las comunidades palestinas?

-Si estamos hablando específicamente de Chile, lo que hemos escuchado repetidamente es que el problema está en los sectores dentro de la comunidad palestina que se han aliado con la extrema izquierda, y esta es la conexión que presenta el peligro más grande. No conozco cómo se relacionan ambos grupos y quién lidera a quien, si están coordinados o cómo se financian, pero en este caso en particular la preocupación principal es una creciente radicalización de una comunidad que llegó acá hace un siglo y es mayoritariamente cristiana. Y este es un fenómeno que no hemos visto en otras partes del mundo.

-Ahora, por lo que se ve en redes sociales, los grupos de extrema derecha también apoyan la causa palestina, y es impresionante porque quizás ese es su único punto en común con la extrema izquierda.

-Sin hablar de Chile en particular, lo que vemos es que la extrema izquierda habla de Israel y el sionismo, y la extrema derecha ataca directamente a los judíos. La izquierda va a insistir en que no es antisemita, sino antisionista, y la derecha va a decir que no es anti Israel sino que tiene un problema con los judíos. Entonces tienes todas estas contradicciones y dicotomías. Por ejemplo, si piensas en los países europeos, hay algunos de ellos que apoyan a Israel sin embargo tienen comunidades judías que temen por su futuro. Y otros países en los que apenas una comunidad expresa su apoyo a Israel es acusada del pecado llamado “sionismo”, como si apoyar a un estado con el que tanto tu pueblo como tu fe están conectados fuera algo que está fuera de los límites.

-Sucede además otro fenómeno: usualmente las comunidades judías en la Diáspora nos enfrentábamos a ataques y campañas de difamación cuando había una operación militar en curso en Israel. No obstante, en los últimos años, a eso se suma que vivimos la misma situación cuando el trabajo legislativo de la Knesset o las decisiones políticas del Gobierno de Israel generan revuelo mediático, como la Ley de Base del Estado Judío. ¿Viven Uds. lo mismo como judíos norteamericanos? ¿Qué recomendaría para enfrentar esta situación?

-Primero que todo, hay que ser claros: Israel es una democracia liberal, lo fue antes de esta Ley de Base del Estado Judío y lo es después. Como AJC tuvimos algunas aprehensiones sobre esta ley y lo dijimos públicamente. Pero tiene todo tiene que verse en proporción. No vemos demasiada preocupación con la mayoría de los estados árabes en los que existen leyes que establecen una religión oficial, el islam. No escucho a nadie preocupado porque el nombre oficial de Irán sea “República Islámica de Irán”, ni con que algunos países tengan la denominación “árabe” en su nombre, como la “República Árabe de Libia” aun cuando no toda la población de Libia sea árabe. Hay países en Europa que todavía tiene religiones oficiales y es cosa de mirar también algunas de sus banderas, que tienen imágenes de cruces en ellas. Estoy diciendo esto sólo para ponerlo en contexto. Como dije, tuvimos algunas aprehensiones con la ley, pero esta histeria que se desató, como si este fuera el único país en el mundo que ha buscado encontrar un balance para su identidad nacional es irracional. Pero ya sabemos que los enemigos de Israel son irracionales; tratar de encontrar una lógica racional en una conducta irracional no es un ejercicio que arroje resultados alentadores.

Por Michelle Hafemann

Fuente: AJC