Jaim Etcheverry: “Los chicos tienen derecho a ser exigidos”


El médico, docente y ex rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry, habló en #Confesiones sobre la profunda crisis educativa que atraviesa Argentina y señaló los principales motivos de su decadencia. “Hoy la escuela pretende hacer muchas cosas y no hace bien lo que debiera hacer, que es dejar a los chicos esa dimensión de lo que son capaces”, consideró. Además, el especialista reflexionó sobre la cultura del esfuerzo, las decisiones vocacionales y el aprendizaje en tiempos de tecnología.

Link directo al audio

Cristina Pérez: Me quedé pensando que no es un tema de afuera hacia adentro, de la escuela hacia la persona. Es un tema de la persona. En esa nota, lo que usted dice es algo muy grave y muy importante, y es que no nos importa cuán educados estamos.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Señalaba el tema de mi preocupación que explica, en mi opinión, la crisis que atravesamos. En realidad, la educación argentina está pasando una crisis muy profunda desde hace muchos años. La educación importa poco, más allá de lo que decimos en los discursos. Desde los años 90′ sabemos que nuestros chicos atraviesan grandes problemas en habilidades intelectuales básicas, en lo que es la llave para incorporarse a la realidad. Y es poco lo que se ha modificado. Eso está explicado por ese desinterés, un desinterés que cuesta admitirlo. Vivimos en una paradoja. Si usted le pregunta a los padres argentinos cómo está la educación en el país, el 70% de los padres dice que está regular o mal. La gente percibe que hay una crisis en la educación. Sin embargo, cuando a esos mismos padres se les pregunta si están satisfechos con la educación de sus hijos, el 70% de los padres contesta que están satisfechos con la educación que están recibiendo sus hijos”.

Cristina Pérez: ¿Es un conformismo o es ceguera, Maestro?

Guillermo Jaim Etcheverry: “Yo creo que es una falta de percepción de la realidad. No se puede admitir esa deficiencia. Y eso se ve en todos: en los padres que envían a sus hijos a escuelas de gestión estatal y los que los envían a escuelas de gestión privada. De nivel socioeconómico alto y bajo. Todo el mundo está satisfecho con la educación que reciben sus propios hijos, que piensan que por un milagro se han salvado de esa crisis que perciben en los demás”.

Cristina Pérez: ¿Qué dejó el populismo en la educación y en esta cultura del no esfuerzo?

Guillermo Jaim Etcheverry: “Creo que esto viene desde hace muchos años. No es solo por el populismo. Es una posición de la sociedad argentina, que gradualmente ha ido dejando de confiar en la educación. No les parece algo importante. Si les parece importante la certificación. Todos quieren que los chicos vayan a la escuela por la certificación que obtienen pero no les preocupa mucho cómo lo obtienen y qué hay detrás de eso. Fíjese los casos de provincias argentinas que no han tenido clases durante períodos muy prolongados. La preocupación de los padres no ha sido que recuperen el conocimiento perdido, sino que les certifiquen que han cumplido el año o el grado que no han cursado”.

Cristina Pérez: Uno de los casos más polémicos de los últimos tiempos tiene que ver con la instancia en la cual las autoridades de la provincia de Buenos Aires en su momento, el gobierno de Scioli, deciden eliminar los aplazos. Hubo una enorme polémica por esto de querer que los chicos pasen. Pero que por momentos parecía no importar cómo pasen. Y que de pronto no exigirles se convertía en un valor.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Es muy importante la ampliación del número de chicos y jóvenes en la escuela. La inclusión es muy importante. Pero igualmente importante es que esa inclusión se haga a través del conocimiento, a través del esfuerzo que realizan en la escuela y no por el solo hecho de estar. Creo que es un tema central. Escribí hace un tiempo un artículo señalando el derecho que tienen los chicos a ser exigidos. Creo que ese es un derecho personal. Si uno no le exige a otra persona, es que no le interesa. Desde el momento que a los chicos ni los padres ni los maestros les exigen, es que eso está mal visto. Es que no les interesa lo que pueden llegar a hacer y lo que pueden llegar a dar. El hecho de exigir habla de una confianza en que tiene la capacidad de mejorar, de dar más y de superarse. La exigencia es un tema central y parte de la base de que todos los chicos son educables. Un chico que ha estado alimentado normalmente cuando era chico y normalmente estimulado, puede rendir. Y eso es una confianza que se ha ido perdiendo”.

Cristina Pérez: Y además hay una falsa piedad. Si el mensaje es que creo menos en tus capacidades porque no pertenecés a un hogar rico entonces te quito hasta tu derecho a ser exigido, es que en el fondo no se cree que esa persona se puede superar.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Efectivamente, a eso me refiero. Por eso la idea de que todos son educables, brindándoles el apoyo y los estímulos necesarios. Pero la capacidad está en todos. Yo creo que esa confianza se ha ido perdiendo con el tiempo y estamos pagando un alto precio. De cada 100 chicos que hoy inician la primaria, terminan la escuela secundaria 50. Otros 50 han quedado en el camino en distintas etapas. Y de esos 50 que terminan, la mitad tiene dificultades para entender lo que lee. Y dos de cada tres tiene dificultades para hacer un porcentaje o una regla de tres simple. Para el país eso es gravísimo y es una crisis que nadie parece advertir”.

Cristina Pérez: Estaba pensando en las decisiones vocacionales que tomamos. Usted pensaba dedicarse al cine, y llegó a la medicina.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Después me interesé mucho por la investigación. En fin, cumplí ese objetivo”.

Cristina Pérez: Y ahora es como un médico que quiere curar a la educación. En el país parece haber una disonancia entre las necesidades del mercado y las elecciones vocacionales. ¿Cómo analiza usted las decisiones de vocación universitaria en Argentina? ¿Cuál es el horizonte de los chicos hoy, en un mundo de revolución tecnológica, cuando muchos devalúan el proceso convencional de educación?

Guillermo Jaim Etcheverry: “Ese es el problema más grave que enfrentamos. Las disciplinas de las ciencias duras tienen cada vez menos seguidores por la dificultad que suponen, por la necesidad de estudio, de concentración y de dedicación. Por eso la escuela media es fundamental porque le muestra el panorama de sus posibilidades y al mismo tiempo insiste en el desarrollo de esas cualidades básicas que le van a permitir hacer una elección correcta. La elección en Argentina es muy precoz. Los chicos de 17 años son precoces para orientarse hacia algo definitivo. Los sistemas educativos ya están muy orientadas hacia especializaciones. Nosotros no tenemos una verdadera universidad. Lo que tenemos son buenas o malas escuelas profesionales. Pero la formación de la persona que debe dar una buena universidad nosotros en realidad no la tenemos”.

Cristina Pérez: Algunos podrían decirle que la información está en todas partes y para qué van a ir a la escuela…

Guillermo Jaim Etcheverry: “La información está en todas partes, pero el conocimiento está en las personas. El conocimiento es la información procesada por la persona. Y en ese procesamiento de la información está la disciplina y el manejo que se adquiere a través de la educación. La información se encuentra más fácil. Pero los dispositivos tecnológicos no son inteligentes. Inteligentes son los crearon. Inteligente es el que lo usa inteligentemente. Uno puede ser un torpe y utilizar un teléfono celular y puede ser inteligente y estudiar un teléfono celular. La herramienta no transmite inteligencia, contrariamente a lo que piensan los padres, que creen que sus hijos o nietos son pichones de Bill Gates porque manejan una tablet”.

Cristina Pérez: Estaba pensando en el rol docente de los líderes. En las distintas etapas de los países, hay un punto en que los países empiezan a parecerse a sus líderes. ¿Cuál es el rol docente de los líderes? ¿Cómo lo analiza usted?

Guillermo Jaim Etcheverry: “Es fundamental el ejemplo. Comenté cuando me hicieron la nota que en una ocasión tuve la posibilidad de hablar con un presidente de la república. Le dije: ‘¿Por qué no hace usted como hacía el presidente Mitre, que cruzaba la Plaza de Mayo y se iba al colegio a escuchar una clase o presenciar un examen? Eso da una señal de cuáles son las prioridades de una Nación’. Ninguno lo hubiera hecho. No existe esa vocación o interés. Hoy quieren, en el mejor de los casos, sacarse una foto con una computadora porque piensan que ahí está la solución. Eso no quiere decir que no haya que usar todas las herramientas disponibles. Pero no pasa por ahí”.

Cristina Pérez: Vivimos en una era del aprendizaje permanente. Nunca terminamos de aprender todo lo que necesitamos.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Eso siempre fue así. Ahora se ha creado esta idea de que el mundo nuevo y que no se sabe qué va a venir. Hace 50 años tampoco se sabía lo que iba a venir. Los educados con los sistemas antiguos, que parece que han formado idiotas, son los que han creado este mundo. De modo que toda la alta tecnología y todo eso que hoy se ve como deslumbrante ha sido hecho por gente que tenía esa educación que hoy se ve como desprestigiada”.

Cristina Pérez: ¿Le recomienda a los adultos tomar cursos o iniciar estudios siendo ya egresados de otra carrera o entrando a los 50 años?

Guillermo Jaim Etcheverry: “Si, por supuesto. Depende del interés personal. Una persona que entiende lo que lee, que se puede expresar, que tiene cierta capacidad de abstracción, que tiene una cierta posibilidad de ubicarse en el tiempo y espacio histórico, es capaz de hacer cualquier cosa. Yo creo que nosotros tendríamos que insistir en aquellas habilidades básicas fundamentales. Hoy la escuela pretende hacer muchas cosas y no hace bien lo que debiera hacer, que es dejar a los chicos con esas experiencias y esa dimensión de lo que son capaces. En última instancia, la educación nos da una visión de lo que somos capaces como seres humanos”.

Cristina Pérez: Una vez usted en una nota en este programa nos dejó pensando mucho al contrastar el vértigo que vivíamos con lo que usted llamaba “el tiempo lento de lo humano“.

Guillermo Jaim Etcheverry: “Por eso insistimos en la lectura porque tiene esa capacidad de introducirnos a ese tiempo lento, al tiempo de la imaginación, de la reflexión, que es un tiempo central. Todo lo que utilizamos para vivir en el tiempo rápido en el que vivimos ha sido creado en el tiempo lento por personas que pensaron e imaginaron. Me parece que nuestros chicos tienen derecho a saber que hay ese tiempo lento. Además de vivir en esta vorágine en la que viven, en esta pérdida de la capacidad de atención que todos sufrimos, además de eso hay otro tiempo y es necesario mostrárselo a los chicos. Hoy estamos fracasando en mostrarle a los chicos las alternativas que tienen a una sociedad que cada vez los ve más como un objeto o un blanco de consumo”.

Fuente: Cien Radios - Cristina Pérez