En el Palacio Pontificio, donde recibe a los Jefes de Estado, Francisco recibió a la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos, cuyo Vicepresidente es el juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico Marcos Grabivker, quien leyó en español las palabras de agradecimiento y reconocimiento al Sumo Pontífice, del Presidente de aquella asociación, por la importantísima labor de Su Santidad en contra de la discriminación, la xenofobia y el racismo .
La asociación fue fundada en 1969 por el Premio Nobel de la Paz René Cassin (autor de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y juez contenciosoadministrativo francés), Arthur Goldberg (Presidente de la Corte Suprema de Justicia de los EE UU) y Haim Kohn (Presidente de la Corte Suprema de Israel). Cuenta con cientos de asociados en más de 30 países. Tiene como propósito la lucha por los Derechos Humanos, por la vigencia del Estado de Derecho y por la aplicación de la regla del debido proceso en todo el mundo.
Fuera de protocolo, el Papa Francisco se dirigió a los presentes manifestando su honda preocupación por lo que consideró la existencia, de hecho, de lo que denominó la Tercera Guerra Mundial, constituida por un gran número de conflictos en numerosas partes del planeta que, aunque parecen limitados, se extienden cada vez más y se conectan entre sí.
En un clima de máxima cordialidad, el Papa recibió varios presentes entregados por sus visitantes, y retribuyó a su vez mediante la entrega, a cada uno de aquéllos, de una medalla alusiva.
