La DAIA que viene, un debate imprescindible. Por Guido Maisuls



¿Estará la dirigencia judía actual a la altura de las circunstancias que nos demanda la realidad de la Argentina?

Nuestra comunidad judía de Argentina es la más grande de América Latina y se perfila entre las más importantes del mundo. Según un estudio de Sergio Della Pérgola de la Universidad Hebrea de Jerusalem publicada en el comienzo del año nuevo judío 5779, cuenta con 180 mil almas en Argentina.

Una comunidad que estando completamente integrada a la sociedad argentina con respecto a su identidad nacional, a sus valores culturales y a sus actividades socioeconómicas conserva de diversas maneras sus lazos ancestrales con todo el pueblo judío del mundo y el Estado de Israel.

Esta comunidad como toda la población en general no pudo abstraerse de los dramáticos tiempos históricos que atraviesan a la República Argentina, a la sociedad argentina y a un mundo en perpetua crisis de valores, ideales y perspectivas; reflejándose en la vida interna de la comunidad ciertas polarizaciones no deseables pero imposibles de evitar.

Sin lugar a dudas, la DAIA que viene tendrá que asumir trascendentes y urgentes desafíos de la realidad comunitaria judía actual:

1. Representar integralmente a todas las instituciones comunitarias, templos, centros socio deportivos, escuelas, comunidades, etc.

2. Fortalecer la independencia de los dirigentes comunitarios frente al poder político, económico y financiero del estado y entes privados.

3. Representar una auténtica trayectoria de liderazgo comunitario de sus integrantes.

4. Asumir una centralidad manifiesta en la lucha contra la discriminación, el antisemitismo y la exclusión social.

5. Aportar a la sociedad argentina un modelo de liderazgo basado en el pluralismo de ideas y la convivencia democrática.

6. Gestionar una conducción sin personalismos, con trabajo en equipo y consenso en las decisiones.

7. Sostener una DAIA federal que contenga integralmente a las comunidades a lo largo y ancho del país.

8. Desarrollar un compromiso de altísima responsabilidad hacia una comunidad expectante y necesitada de profundos cambios de paradigmas acordes a los complejos tiempos que transcurren.

9. Atraer a todo el amplio y valioso espectro de intelectuales y profesionales judíos que en la actualidad están aportando maravillosamente a la sociedad argentina en todos los campos del quehacer nacional.

10. Asumir una firme vocación de apertura al recambio generacional en la DAIA y crear un espacio contenedor, atractivo y abierto para una juventud que pueda participar democráticamente, opinar, sentirse representados y crear nuevas propuestas que trasciendan a estos tiempos presentes.

11. Aportar a la unidad de la comunidad judía porque esa unidad es la síntesis del pensamiento democrático, que respete la existencia de diferentes posiciones, que no pretenda representar a un solo pensamiento y que lo genere desde la participación, el diálogo y el debate.

12. Nutrirse en la fe ancestral judía, sus valores éticos y sus irrenunciables vínculos con el Estado de Israel, perseverar en ser plenos y orgullosos ciudadanos argentinos y asumir activamente todos los desafíos que demande nuestra sociedad argentina de la que somos parte y estamos indisolublemente inmersos.

¿Estará la dirigencia judía actual a la altura de las circunstancias que nos demanda la realidad de la Argentina?

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Por Guido Maisuls
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