Hace pocos dÃas la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó 9 resoluciones de condena contra Israel por diversas razones y ninguna contra ningún otro paÃs del mundo, un mundo en el que hay no pocos regÃmenes oscuros que oprimen a sus ciudadanos, que violan constantemente los derechos humanos, que asesinan y cortan toda expresión de libertad. Israel, un paÃs democrático-democracia imperfecta, claro está, como muchas otras- en cuyo parlamento hay 17 diputados árabes que critican abierta y libremente polÃticas del gobierno, es condenado por gobiernos autoritarios que saben que en sus propios dominios, nadie puede abrir la boca.
Israel, donde hay 28 mujeres legisladoras, ministras, y por tercera vez consecutiva una mujer al frente de la Suprema Corte de Justicia, es condenado por regÃmenes que saben que en sus propias fronteras la mujer no puede salir a la calle sin compañÃa de un hombre de su familia, o tiene que ir toda tapada.
De fondo hay una enfermiza obsesión de la parte oscura del mundo con Israel. Pero de esos regÃmenes no se puede esperar nada. Lo especialmente vergonzoso es que tantos otros paÃses democráticos se dejan llevar por eslóganes y reiteran mentiras infundadas al apoyar estas iniciativas de condena. Claro que alegan que votan de acuerdo al Derecho Internacional. Pero no es asÃ. Lo que hacen es manchar el compromiso de velar por los derechos humanos, inherente a la creación misma de la ONU.
Ya deberÃamos estar curados de espanto, pero la verdad, volvemos a sorprendernos por el nivel de hipocresÃa del organismo mundial. Es que las explicaciones alternativas posibles serÃan que no saben lo que están votando, que no tienen ni idea de lo que ocurre realmente en diferentes partes del mundo o que no conocen la historia. ¿Será peor la ignorancia que la tendenciosidad mal intencionada? Ninguna es un gran elogio.
Lo más lamentable para nosotros es que la CancillerÃa uruguaya continúe en la lÃnea negativa de las votaciones internacionales en cuestión, que no honran la tradición de amistad entre ambos paÃses, ni el papel histórico jugado por Uruguay en la creación de Israel y por cierto tampoco hace honor al aporte de Israel a la sociedad civil uruguaya a través de las múltiples iniciativas en el plano bilateral.
Damos dos ejemplos muy concretos de las votaciones tendenciosas.
Una de ellas condena a Israel "por aplicar medidas represivas contra los ciudadanos sirios de los Altos del Golan" y exige que Israel devuelva dicho territorio a Siria. La primera parte, es una burda mentira. Los habitantes de las cuatro aldeas drusas del Golan que ya se hallaban en dicha zona cuando fue conquistada por Israel en 1967 en el frente sirio (Majdel Shams, Mas´ade, Buqata y Ein Qinia) viven en absoluta libertad bajo gobierno israelÃ. Hemos estado personalmente en dichas aldeas y conocemos la realidad de primera mano, Las "medidas represivas" son un mentiroso invento.
En cuanto a la segunda parte, Israel tendrÃa que ser suicida para entregar a Siria el Golán, por más que antes haya sido hasta el 67 territorio soberano sirio. ¿Por qué suicida? Porque dicha zona, que da una impresionante ventaja topográfica a quien la controla-evidentemente por su altura- fue utilizada durante muchos años por los sirios como base de ataques hacia los poblados civiles israelÃes ubicados abajo en el valle. Desde lo alto, por la mirilla de sus armas, podÃan ver hasta la gente en el comedor de los poblados agrÃcolas, y disparar sin complicaciones, lo cual costó vidas y aterrorizó a la gente mucho tiempo.
Pero aún asÃ, aún con esa amenaza diaria, Israel no atacó a Siria para conquistar el Golan, hasta que fue Siria la que atacó a Israel en 1967. O sea: cuando Siria atacó a Israel tanto en 1948 al crearse el Estado judÃo, como en 1967, el Golan no estaba en manos de Israel sino de Siria. Y era usado como plataforma de ataques contra los vecinos israelÃes.
Recordando eso y teniendo muy presente aún los cientos de miles de muertos cobrados por la guerra de los últimos años en Siria , en gran parte por el propio régimen sirio ¿la ONU tiene el tupé de reiterar su tradicional llamado a Israel a retirarse del Golan y devolverlo a manos de Siria? ¿Para qué? ¿Para que más gente esté al alcance del régimen sanguinario de Damasco? Mientras Siria masacraba a sus propios ciudadanos, Israel prestaba ayuda humanitaria y atención médica a civiles de la población siria, a por miles. Los hemos visto en hospitales israelÃes, conociendo de cerca al "enemigo" que les habÃan enseñado a odiear y comprendiendo que el enemigo era su propio gobierno, mientras que Israel era el vecino que los salvaba.
La ONU tendrÃa que agradecer a Israel lo que hizo a través de su frontera en el Golan, no exigirle que se retire.
Otra de las votaciones de condena a Israel pide renovar el mandato del comité especial de la ONU "para investigar las prácticas israelÃes que afectan los derechos humanos del pueblo palestino y otros territorios árabes ocupados".
Nos contamos entre quienes quisiéramos que en parte de los territorios conquistados por Israel en 1967 sea erigido un Estado palestino independiente y soberano, si éste vive en paz con Israel. Pero cada vez que leemos los textos de estas resoluciones, no podemos dejar de pensar que si la ONU hubiera estado tan "preocupada" por la paz mundial también cuando Israel fue atacado repetidamente, todo habrÃa sido y serÃa diferente. Si los árabes no hubiesen atacado a Israel en junio de 1967, no habrÃa "territorios árabes ocupados". Asà como no los habÃa antes. Recién cuando los árabes atacaron e Israel se tuvo que defender, al rechazar los ataques conquistó territorios. Es una dinámica bastante común en cualquier guerra.
Pero más allá de ese marco general, resulta especialmente alevoso que la ONU se preocupe por los derechos palestinos en las zonas bajo control israelÃ, y no diga ni una palabra sobre la violación de los derechos palestinos por parte de Hamas.
Además, tampoco dijo una palabra sobre el ataque de 460 cohetes lanzados desde Gaza hacia las comunidades civiles del sur de Israel.
Evidentemente, el por qué lo tenemos muy claro: lo que quiere la ONU no es velar por los derechos humanos, sino demonizar a Israel.
De lo contrario, no habrÃa aprobado en un dÃa 9 votaciones contra la única democracia de Oriente Medio, sin decir nada siquiera sobre Irán, China, Venezuela, Arabia SaudÃ, TurquÃa, Pakistán, Cuba, Cora del Norte y muchos sitios más.
Vergonzoso.
Fuente: UyPress