No es extraño que la teocracia iranà y su brazo terrorista Hezbollah hayan sentado bases en América latina de la mano del régimen chavista y sus socios regionales adheridos al populismo.
Asistimos en ese sentido, y tan solo algunos pocos años atrás, al bochorno del Memorándum con Irán, sin otro objeto que el encubrimiento del atentado a la AMIA y que finalmente terminara con la vida del fiscal Alberto Nisman, suicidado para algunos como el periodista Pablo Duggan, Luis D´ElÃa o Gerardo Romano, y asesinado para la justicia.
Los mismos que firmaron el Memorándum en nuestro paÃs fueron y siguen siendo fuertes aliados del chavismo y de Nicolás Maduro, el dictador venezolano que se resiste a dejar el poder usurpando a la Asamblea Popular y que, en función a lo publicado por los medios, ya ha matado a 16 personas tras las manifestaciones. Y, según dicen, está esperando el momento de apresar al nuevo presidente Juan Guaidó.
No es extraño que los iranÃes con Hezbollah, el populismo continental y el régimen autodenominado bolivariano encuentren su punto de intersección en un objetivo común: el desprecio por la libertad que deriva en el odio a todo aquel que haga de la libertad una fortaleza inexpugnable.
Tampoco es extemporáneo que exista un hilo conductor entre el chavismo, Irán, el atentado a la AMIA, la firma del Memorándum de Entendimiento, la muerte de Nisman y el impresionante rebrote de antisemitismo en las redes sociales en forma de antiisraelismo y antisionismo.
Asistimos diariamente a la diatriba antisemita de quienes hablan de un eje USA-Brasil-Israel como si los tres paÃses no fueran democracias establecidas, sólidas y representativas, reflotando libelos como los Protocolos de los Sabios de Sión, el plan Andinia y una imaginaria conspiración del lobby judeo sionista para dominar el mundo y sus adyacencias.
Son los mismos que niegan los vÃnculos entre el populismo y el terrorismo islámico estatal o paraestatal, pero que hacen negocios con él y lo encubren.
Vemos como la dictadura chavista ya sin representatividad popular asesina a sus propios compatriotas en las calles de Caracas, asà como Hezbollah e Irán mataron a 85 personas en la mutual judÃa y como un gobierno argentino quiso suprimir la justicia mediante el Memorándum de encubrimiento.
La libertad siempre triunfa, el pueblo venezolano con firmeza está terminando con Maduro y es deber de todos los gobiernos, hombres y mujeres libres de la tierra apoyar la causa de nuestros hermanos porque el soporte de la dictadura es también Irán y el terrorismo que quieren exportar a América Latina.
No podemos ni debemos mirar para otro lado porque nuestra propia identidad nos coloca del lado de los que combaten a las tiranÃas y menosprecian la libertad.
Por Sergio Pikholtz, presidente de la Organización Sionista Argentina.