Netanyahu prefiere tregua, no operativo militar

Casa destruida en Mishmeret, Israel, por misil disparado desde Gaza
Israel tiene todo pronto para contrarrestar la posibilidad de eventos multitudinarios violentos a lo largo de la cerca fronteriza con la Franja de Gaza, de cara a la así llamada “manifestación del millón”, la gran concentración programada por Hamas al cumplirse un año desde el comienzo de las así llamadas “marchas del retorno”.

Numerosos refuerzos militares fueron enviados en los últimos días a la frontera, desde el disparo días atrás de un misil desde Gaza a la zona del Sharon, a la localidad Mishmeret, donde hubo 7 heridos en una casa que quedó destruida. Pero el Primer Ministro Biniamin Netanyahu, quien declaró que “si tenemos que llevar a cabo un operativo amplio, entraremos en él con determinación y seguridad”, dejó en claro al mismo tiempo que esto ocurriría sólo “si no prosperan otras posibilidades”.

Netanyahu prefiere evitar una guerra de gran envergadura. Y no sólo por la proximidad de las elecciones del 9 de abril. Esta ha sido su línea a lo largo de todos los últimos años, lo cual llevó a duras críticas de algunos elementos dentro de su propia coalición, como el Ministro Naftali Bennett, por lo que se presentó como “una línea blanda, de rendición ante Hamas”. También entre los habitantes del sur, si bien no se llamaba a una guerra, se cuestionó si acaso tanta contención y el esfuerzo por abstenerse de asestar golpes especialmente duros a Hamas, no resulta contraproducente y logra sólo alentar más terrorismo.

Los refuerzos están en el terreno, mientras a lo largo de toda la semana continuaron los contactos entre Hamas e Israel a través de Egipto, con los mediadores viajando entre Gaza y Jerusalem  para intentar llegar a un acuerdo.

Pero la situación es muy volátil y fácilmente se puede encender la chispa.

Hamas ha llamado a concentraciones multitudinarias, presentando las manifestaciones como “populares y pacíficas”, pero está claro que la propia organización se halla detrás de todos los preparativos. Los viernes han sido a lo largo de todo el año, los días principales de choques. Esta vez, también viernes es tenso, pero la atención especial es de cara al sábado, el primer aniversario de las marchas. Hamas ha organizado traslados desde 88 puntos diferentes en la Franja de Gaza hacia la frontera, para llevar a la gente. El gran problema es la incitación de fondo y la posibilidad, como hasta ahora, de usar a los civiles como barrera tras la cual operan terroristas que lanzan cargas explosivas a la cerca y a los soldados e intentan romper la cerca para infiltrarse a Israel.

En el correr del último año desde el comienzo de las “marchas del retorno” con las que Hamas pretende lograr el levantamiento del bloqueo israelí a Gaza-impuesto por Israel debido al terrorismo, han sido disparados a Israel 1252 cohetes, de ellos 4 a la zona metropolitana de Tel Aviv (Gush Dan) y uno, a comienzos de semana, a la zona del Sharon.

Han sido 52 viernes de protestas y tumultos violentos, a los que se fueron sumando otros numerosos días de eventos junto a la frontera y noches de continuos estruendos para molestar a la población civil israelí.

Fuentes palestinas informan que en el último año han muerto en la frontera 275 muertos a raíz de disparos de los francotiradores israelíes.  Hamas y otras organizaciones acusan a Israel de haber disparado indiscriminadamente, mientras que Israel insiste en que dispara únicamente a raíz de amenazas concretas a la cerca. No desmiente que pudo haber habido casos en los que se cometieron errores-y de hecho ha abierto algunas investigaciones puntuales- pero rechaza categóricamente la acusación que abrió fuego sin razón para matar civiles.

En el marco de estos tumultos, murió un soldado israelí y 12 resultaron heridos, además de 15 civiles heridos por los disparos desde Gaza.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai