Las madres de los tres jovencitos asesinados por Hamas encenderán una antorcha en el acto de Iom Haatzmaut
Israel y el mundo judÃo contuvieron el aliento durante dÃas, aquel junio del 2014, cuando se informó que tres jovencitos habÃan sido secuestrados por terroristas de Hamas. Naftali Fraenkel (16), Gil-Ad Shaer (16) y Eyal Yfrah (19). Desaparecieron el 12 de junio, los buscaron durante 18 dÃas hasta que fueron hallados sus cuerpos en la zona de Hebron.
Desde entonces, las madres de los tres trabajan juntas por la unidad del pueblo de Israel.
Al anunciarse que se las honrará con el encendido conjunto de una de las antorchas en el acto central a llevarse a cabo en el Monte Hertzel de Jerusalem en el DÃa de la Independencia, Iom Haatzmaut, volvemos a la entrevista que realizamos tiempo atrás a una de ellas, Rajel Fraenkel. La escuchamos con un nudo en la garganta.
P: Rajel, no sé cómo empezar, cómo poner en palabras una pregunta adecuada , al entrevistar a una madre que perdió a su hijo, tan jovencito como era Naftali, en un atentado terrorista. Y me pregunto si ayuda el hecho que el pueblo todo participe del dolor personal.
R: A veces me han preguntado esto al revés, si no siento que me "nacionalizaron" a mi hijo. Mucha gente me paraba por la calle y yo sentÃa que compartÃa realmente mi dolor, que vivimos algo juntos. Porque el secuestro y el asesinato de los chicos, fue algo que le pasó también al pueblo de Israel. Claro que desde el punto de vista de la nostalgia, de la sensación de lo perdido, de lo que falta, esto siempre será algo muy personal. Pero el abrazo y el apoyo del pueblo son muy significativos, y realmente no creo que se pueda concebir un abrazo más grande que el que las familias recibimos.
Claro que están los momentos que son totalmente personales. Cuando estoy sola en el coche, o de noche, y me pongo a llorar. Pero no me olvido nunca que en esta zona, decenas y centenas de personas son asesinadas diariamente y nadie parpadea siquiera, pero aquÃ, tres chicos no volvieron a casa después de sus estudios, y millones de personas en el mundo dejaron de dormir. Ante todo, eso dice mucho sobre lo que es el pueblo judÃo y de lo que somos capaces. Además, claro que eso nos abraza muy fuerte.
EL RECUERDO
P: ¿Cómo describirÃas a Naftali?
R: Te diré que fue secuestrado el último dÃa de estudios, en el penúltimo año de secundaria. Era un chico muy musical. HabÃa aprendido solo a tocar instrumentos. Cantaba en coros, estudiaba también la teorÃa de la música. HacÃa un tiempo habÃa pasado a la memoria de su teléfono varios tipos de música, muy distintos. TenÃa jazz, música clásica, rock , música jasÃdica, canciones en hebreo, realmente variado. También me pidió "oldies" y yo le pasé Simon y Garfunkel.Mis amigas le preguntaron si realmente era eso lo que escuchaba y él contestaba: "hay que escuchar cada cosa tres veces antes de decidir si a uno le gusta".
Era un gran deportista. Le justaba el basketball, jugar al freezbee, muy atleta. Y por otro lado, siempre supimos que cuando era necesario, sabÃa actuar con seriedad. Vimos cómo estudió para el examen final de Matemáticas en el liceo, cómo se iba desarrollando tan bien en todo. Estudiaba en una yeshivá de secundaria, que le gustaba mucho.TenÃa muchos amigos a los que querÃa muchÃsimo. Por un lado tenÃa un sentido del humor muy cÃnico y por otro, parecÃa otro cuando rezaba, era increÃble verlo. En resumen, como muchos adolescentes, un poco cÃnico y muy sensible.
LO PERDIDO... Y LA VIDA QUE CONTINÚA
P: Está el dolor de su muerte, tan prematura e injusta, y también , me imagino, el pensar en todo aquello que no llegó a hacer. ¿Te permites pensar a qué habrÃa llegado?
R: No lo he pensado muy en detalle, pero te puedo decir que estoy muy en contacto con sus amigos y eso tiene mucho que ver. Estuve en la ceremonia de fin de estudios de secundaria, cada uno tomó su camino, más que nada los marcos previos al ejército, asà que al ver lo que ellos están viviendo, puedo imaginarme lo que Naftali elegirÃa.
Yo tuve una alumna que murió en un accidente de tráfico. Cuando Naftali fue asesinado, sus padres me recomendaron mantenerme en contacto con sus amigos. Y eso lo mantiene vivo entre nosotros. Sus amigos son maravillosos con nosotros , mis hijos los adoran y su presencia es una forma de traer a casa un poco a Naftali también. Sé que llegará el dÃa en que se casen y traigan hijos al mundo.
En uno de nuestros encuentros, en las primeras semanas luego de terminar toda la espera, de saber que Naftali ya no volverÃa, les dije: "Les pido que no anden como pisando huevos al lado nuestro, no actúen como cuidándose de qué decir y qué hacer, actúen con naturalidad y libertad".Y realmente asà funciona, y es bueno.
Y mis otros hijos crecerán, pasarán distintas etapas, y yo también pensaré en Naftali que no las vivirá...
P: ¿Por qué dijeron eso a sus amigos, lo de no andar con cuidado? ¿SuponÃan que de lo contrario, se crearÃa un distanciamiento y eso se sumarÃa al infierno?
R: No, por algo que yo sé de mi misma, que cuando tengo que acercarme a alguien que vivió algo muy difÃcil, muchas veces me da mucho temor, pienso que estarán mejor sin mÃ, que quizás no es un momento oportuno, o que será mejor que mande un email. Lo central era decirles a sus amigos "no piensen demasiado, no dejen de hacernos ser partÃcipes, manden invitación cuando quieran y si vamos a tener fuerza, allà estaremos". En ese momento, fue lo que sentimos. Y en ese momento, al principio, aún no sabÃamos cuán importante serÃa ese vÃnculo con ellos para nosotros.
Claro que esto significa que nos acercamos mucho a parte del mundo de Naftali y por otro, vemos con claridad que él ya no está en él. Y eso duele profundamente.
"CADA UNO CON SUS HERRAMIENTAS DE DUELO"
P: Además, hay diferentes formas de lidiar con el duelo ¿verdad?
R: Sin duda. En la semana de duelo, la shivá, cada uno se te acerca y te cuenta su historia, para decirte que te entienden y también para que sepamos que hay vida después de algo asÃ. Uno ve diferentes estilos. Cada uno tiene sus herramientas. Me encontré con una familia que me dijo "nosotros no lloramos". Traté de entenderlo y pensé que quizás sienten que su soldado caÃdo los mira .Conocà un caso de un chico que cayó y su hermana contó que durante siete años en su casa estaba prohibido reÃrse.
Hay quienes nos dicen "volvimos a trabajar, nos dedicamos a los hijos y a los nietos, pero tú y yo sabemos que todo es una máscara". Y yo aprendà a dar crédito a la máscara porque eso les da fuerza de hacer cosas que quieren hacer. Pero yo dije que no quiero andar con una máscara...
P: Años atrás entrevisté al Dr. Itzjak Aizenman, oculista oriundo de Colombia, que perdió a su hijita Gal en un atentado con explosivos en Jerusalem, en el que también murió su suegra y su hijito quedó herido. Lo volvà a entrevistar uno o dos años después del atentado y me hablaba de cómo se lidia con el duelo, de que en determinado momento uno siente nuevamente que quiere reÃr, aunque siga sufriendo el dolor de la pérdida irreparable...
R: Soy aún nueva en esto. Sé que hay gente que 30 años después, sigue adentro de la historia. Cada uno, como decÃa, con sus recursos. Yo quiero intentar dar el mayor espacio posible a todo el espectro, a poder reÃr cuando uno quiere reÃr y poder llorar cuando uno quiere llorar.
Recuerdo que al principio, a veces sentÃa que me tenÃa que concentrar para poder respirar. Era como un parto, cuando una espera que se pase la contracción. VenÃa la ola de dolor indescriptible pero el resultado era el opuesto al parto. Me habÃan arrancado algo.
Pero nunca me sentà culpable si sentÃa alegrÃa por algo. Y siempre traté de transmitirlo a mis hijos. Una vez sentà que una de mis hijas parecÃa que pedà permiso con su mirada, si podÃa llorar. Y le dije que está bien llorar y está bien sentir alegrÃa. Y a todo esto agrego: imagino que hay etapas que aún no conozco.
Espero que uno pueda recordar con alegrÃa y una sonrisa, sin que cada recuerdo sea como un cuchillo que te clavan. Hay muchas cosas hermosas para recordar, pero van tan de la mano de la sensación de la pérdida irreparable, que es difÃcil. En algunos sentidos, dirÃa que Naftali está hoy más cerca de mi que antes. Otra madre que perdió a su hija me dijo "siento como si me la hubiera tragado y ella hablara desde adentro mÃo, como si no la puedo extrañar porque la llevo adentro". Te diré que yo no lo siento asÃ, pero sà es cierto que hay algo en la presencia de Naftali, que es más fuerte que antes.
P: Ustedes trajeron al mundo siete hijos, una casa con mucha vida, donde cada uno tiene su lugar...
R: Asà es. Tenemos siete hijos, de entre 5 y 20 años. Naftali es el segundo. Es una gran bendición un hogar con muchos hijos. También los otros dos chicos asesinados vienen de familias con muchos hijos. Gil-Ad tiene cinco hermanas y Eyal seis hermanos y hermanas, una gran bendición indescriptible. Pero además de la cantidad de hijos, el hecho que en las tres familias varios de ellos son chicos, empuja. Si una quiere esconderse debajo del acolchado y salir dentro de seis meses, no puede, porque otro de tus hijos, de 3 ó 4 años, entra por abajo y te requiere por lo que necesita, lo cual, gracias a D´s, te empujar a seguir viviendo.
EL SECUESTRO Y LA GUERRA
P: ¿Qué te hace sentir el hecho que a raÃz del secuestro también estalló una guerra? Recordemos, la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza, de aquel verano israelà del 2014.
R: También esto se puede preguntar a la inversa. Hubo gente que nos dijo "vuestros hijos son tzadikim, justos, porque gracias a ellos, fueron descubiertos los túneles cavados desde Gaza hacia Israel, gracias a ellos fueron frustrados a tiempo mega atentados". En mi fuero Ãntimo me reÃa y me decÃa, "Naftali no es ningún tzadik, tiene solamente 16 años, se pelea con sus hermanas, es un niño...".
Realmente no entiendo el comportamiento de Hamas. TenÃan una serie de atentados espectaculares ya prontos, con motos dentro de los túneles, que podÃan salir en cualquier momento, y cuando el ejército presionó a la población de Hebron porque tenÃa claro que allà estaban los secuestradores, Hamas comenzó a provocar desde Gaza disparando cohetes hacia Israel, como para ayudar a la gente de Hebron. QuerÃan distraer la atención de lo más grande, los túneles. Pero no creo que se pueda decir que la guerra empezó por eso...hay aquà procesos más complejos.
Se buscó a los chicos durante 18 dÃas, luego la guerra duró 51 dÃas y en todo ese tiempo, muchas semanas, el nivel de sacrificio y solidaridad tanto dentro de Israel como de comunidades judÃas en el mundo, fue algo que una persona común no ve durante decenas de años.
P: ¿PodrÃas compartir conmigo algún ejemplo de esa solidaridad?
R: TendrÃa decenas de ejemplos, de la diáspora, de acá. Nos llamaron a casa desde Sudamérica, Katmandú, Australia, Sudáfrica..fue una locura...la gente llamaba simplemente para decir que está con nosotros. No hay algo igual en el mundo. Llamaban para que sepamos que oran por los chicos. Miembros del Congreso norteamericano coordinaron un encuentro con el Papa. Cada uno hacÃa lo que podÃa. Llegó a casa una delegación de Argentina y otra de Roma.Y en una de las comunidades me dijeron que por esta situación, habÃan vivido un milagro, que en la oración por los chicos, los haredim, jasidim, conservadores, judÃos no afiliados, todos estaban juntos, que no habÃa precedentes de algo asÃ. Y yo me decÃa, mejor encontrar otra excusa para estar unidos.
Hay miles de historias pequeñas , de la gente que venÃa a casa, y cada uno ocupa un punto de mi corazón. Del norte, del sur, gente de derecha, de izquierda, drusos , beduinos..Llegó un soldado con su boina , y yo sé cuántos kilómetros tuvo que caminar para recibirla, y con una carta, y nos dijo "esto es para Naftali, para cuando vuelva". Al dÃa siguiente vinieron soldados del Najal HaredÃ, y nos dan su broche de combatiente. Y un agricultor del sur que nos trajo enormes cantidades de semillas de girasoles para que cuando Naftali vuelva las plantemos juntos. Al final las plantamos todas en el jardÃn y en el invierno tenÃamos girasoles gigantes. Una señora mayor llegó y me dijo que me vio en la televisión y se dio cuenta de que me gusta vestirme de color violeta, que tiene una pequeña joya que me combina...Le dije que no, que por favor no me dé su joya, pero ella querÃa entregarnos con ella parte de su corazón..Y los niños que escribieron miles de cartas...y mucho más.
OPTIMISMO REALISTA
P: "Es para Naftali cuando vuelva", les dijo el soldado...¿Y tú pensabas que volverÃa?
R: En ese entonces nos reunimos con el Ministro de Defensa, con el Comandante en Jefe del Ejército y todos fueron muy directos con nosotros. Siempre que habÃa alguna información relevante, nos ponÃan al tanto. SabÃamos que habÃa habido disparos en el coche. Eso quedó grabado en el llamado que Gil-Ad logró hacer a la central de la policÃa para avisar que habÃan sido secuestrados. Pero por otro lado encontraron muchos elementos que indicaban que la intención de los terroristas era mantener secuestrados. Nos dijeron que podÃa ser que los disparos fueran sólo para asustarlos. También podÃa ser que habÃan matado a dos y dejado a uno con vida, podÃa ser que estaban heridos, o también, claro, que los tres estaban muertos.
Nos dijeron claramente que la premisa en base a la cual trabajan, es que se busca a gente viva. Si no hubieran trabajado con esa premisa, con la intensidad que derivaba de ella, no sé si habrÃan llegado al lugar en el cual estaban los cuerpos.
Yo esperé a mi hijo durante 18 dÃas. Me encontré con Rajel Sasportas, que esperó al suyo, Avi, 81 dÃas. A la madre de Ilan Saadon le llevó 7 años..y sabemos de casos en los que nunca se encontraron los cuerpos.
Hay quienes dicen que la incertidumbre es lo peor, pero yo dije que no, que estoy dispuesta a esperar otros cinco años, pero que al final entre a casa. Y lo repito. Hoy, que ya sabemos que para ellos todo se terminó en dos o tres minutos, porque los mataron enseguida, siento que es increÃble que los hayamos encontrado y que hayamos podido traerlos a casa .
Éramos optimistas, pero realistas el mismo tiempo. SabÃamos que todas las posibilidades estaban abiertas.
NO EN SU NOMBRE
P: Ustedes, las tres familias, destacaron siempre la necesidad de unidad, y las expresiones de solidaridad que recibieron de distintos segmentos , diversos por cierto, de la sociedad israelÃ. El secuestro y asesinato, lamentablemente, llevó a otro tipo de expresiones, extremistas, de parte de algunos extremistas del lado israelÃ, presentadas algunas de ellas como venganza por el secuestro. Y ustedes dijeron, no en nombre de nuestros hijos. ¿Cómo vivieron este tema?
R: Para nosotros, unidad es estar unidos en lo bueno, en acciones positivas, no en vandalismo. El ejemplo más extremista fue el asesinato del jovencito Muhamad Abu Khdeir, que nos estremeció y enfureció. Para nosotros, eso equivalÃa a llegar al nivel más bajo concebible.
P: Recordemos, un grupo de ciudadanos israelÃes, judÃos, un mayor y algunos menores, secuestraron a Muhamad cerca de su casa, y lo asesinaron, lo quemaron vivo. Están hoy todos presos.
R: Asà es. Más allá de la afrenta moral que eso supuso y la identificación que yo siento con cualquier familia que está en mi situación, hay inclusive otro aspecto, desde el punto de vista religioso. Yo puedo D´s no permita, llegar a perder el derecho en esta tierra si se derrama sangre limpia. Esta es mi concepción de mundo, sumamente sencilla.
P: Y en efecto, ustedes se manifestaron con firmeza después de dicho asesinato.
R: Es lo más elemental, no es difÃcil entenderlo. También tratamos de reunirnos con la familia Abu Khdeir, pero ellos no quisieron. Soy consciente de que en toda sociedad hay fenómenos e individuos que deben ser corregidos. También en la nuestra. Y al mismo tiempo, hay muchas cosas buenas.
P: Rajel ¿eres capaz de ver a Israel viviendo en paz ?
R: Asà lo espero. Pero no soy ingenua. No creo que haya soluciones a corto plazo. Pero no soy ni General ni polÃtica, tampoco experta en seguridad. Quiero que haya paz, duradera, y con seguridad. Dentro de esta lucha, hay que respetar derechos y preservar códigos morales. Y necesito que haya aquà un Estado seguro para los judÃos del mundo. Y si se llega a esa etapa, creo que también nosotros tendremos que hacer algunos cambios, y también que ambas partes tendrán que hacer concesiones. Lo claro es que acá no hay soluciones instantáneas .Y si logramos soluciones temporarias que nos permitan 40 años de tranquilidad, también está bien...
P: ¿Hay algo más que quisieras agregar?
R: SÃ. Tú me pediste esta entrevista de cara a Iom Hazikaron, el dÃa recordatorio de los caÃdos. Pero quisiera aclarar que a mi criterio, esta entrevista es tanto sobre Iom Hazikaron, como sobre Iom Haatzmaut. Porque junto a toda la dimensión trágica de lo sucedido, por la cual me solicitaste esta entrevista, está también todo lo que esta desgracia demostró en relación a aquello de lo que es capaz el pueblo de Israel. Tanto dentro de nuestro paÃs como en las comunidades judÃas del exterior. Y eso es hermoso. No podemos olvidarlo.
Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai
http://www.semanariohebreojai.com/articulo/661