Si hay algo positivo en la crisis que se desató entre Irán y EE.UU- y que tiene a Israel como problematico espectador- es la admisión de Irán de que no solo abandona el acuerdo firmado en 2015 en la era Obama, sino que admite que " puede ya enriquecer uranio cuatro veces más que sus necesidades nucleares" lo que implica en los hechos lo que Israel venÃa denunciando hace años y Netaniahu develaba por TV luego de un operativo del Mossad: Irán tiene un plan nuclear paralelo al acuerdo firmado y el mismo no fue revisado por la Organización de Control de EnergÃa Atómica de la ONU. En otras palabras: con el aval de China y Rusia y la ingenuidad europea, Irán fue armando dispositivos nucleares de alto poder. Lo que le falta a Irán es probar la funcionalidad de cabezas nucleares en misiles y saber con certeza cual será la reacción de Israel y EE.UU. ante semejante confirmación que vuelve a poner el tema sobre el tapete pero que en el 2009 con el presidente Ahmadinejad comenzara a visibilizarse. En este caso, el tiempo no jugó en favor de la paz sino en favor del armamentismo iranÃ.
