Shavuot: el día que se recibió la Ley de las Leyes. Por: Mario E. Cohen


Este año, el domingo 9  (comenzando la noche anterior) y el lunes 10 de junio (6 y 7 del mes hebreo de Siván) los judíos celebramos la festividad de Shavuot (=semanas, por las siete semanas que la separan de la Pascua hebrea). Se recuerda en este día la entrega de la Torá a Moisés para que este la transmita al pueblo hebreo y al mundo. Un hecho fundacional en la historia espiritual de la humanidad.

La Biblia no señala en qué año fue entregada la Torá, ni siquiera el día o el mes exacto (sino, indirectamente, “siete semanas o 49 días después...”). Y el lugar elegido fue el Desierto del Sinaí, una “tierra de nadie”. Estos hechos fueron interpretados como índice de que todas las generaciones y todos los pueblos (que deseen aceptarla) son depositarios de la misma.   

Shavuot es también la festividad agrícola de la siega de los primeros frutos y de las primicias que se llevaban al gran Templo de Jerusalén. También es una de las festividades de peregrinación en la época bíblica y en actual Estado de Israel.  También es día de recordación de los fallecidos.

Hay una antigua tradición que dice  que en Shavuot debe comerse torta de queso. Se señala que los israelitas, después de recibir la Tora en el Monte Sinaí, no tuvieron suficiente tiempo para comer carne (carnearla, cortarla, lavarla, salarla, cocinarla, etc.). Por ello, tuvieron que conformarse un plato rápido preparado con leche a lo que la tradición le agrega miel o azúcar, en memoria de la dulzura de la Tora.  Otra explicación es que la Tora se asemeja a la leche y la miel. Debe también recordarse que la tierra de Israel es descripta como el lugar donde mana leche y miel.

En el Sinaí se generaron las ideas del monoteísmo ético, de igualdad de los seres humanos ante el Creador, respeto por el extranjero, la  viuda y el huérfano, del derecho al descanso semanal, el cuidado de la naturaleza y la obligación de solidaridad con los semejantes. Creencias que hoy, a través de las grandes religiones monoteístas (cristiana, musulmana y judía), representan los ideales de la fe religiosa –todavía hoy muy lejos de ser alcanzados- de media humanidad.

El mundo actual nos ha vuelto esclavos de la moda, del reloj, del consumismo, de los fetiches de turno. En el siglo XXI se siguen profundizando las diferencias entre los países ricos y pobres. Un sexto de la humanidad pasa hambre todos los días mientras una minoría derrocha comestibles y recursos. Uno de los mensajes de la Biblia hebrea es precisamente el del retorno al humanismo y al compromiso con el prójimo. Y es importante recordar la célebre expresión de Alain Finkielkraut: “Lo humano en el hombre no es un elemento de la naturaleza sino una cualidad precaria, siempre sujeta a desaparición”.

Es síntesis, en el Sinaí nació la ética bíblica, fundamento de nuestra civilización, un hecho que merece ser recordado, por lo  Shavuot celebra el día que cambió el resto de los días.

Por Mario E. Cohen, presidente del  CIDICSEF

Fuente: Valores Religiosos