CAMPEÓN ISRAELÍ DE ARTES MARCIALES QUE PELEA SIN MANOS

Assaf es el único atleta de Taekwondo en Israel que entrena con hombres ‘sanos’, más pesados, más fuertes y mayores que él, pero eso lo prepara para los desafíos que le esperan en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.


POR ARIE MALINIAK

Assaf Yasur, un amputado de 17 años, calificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y planea volver a casa con una medalla.

Assaf tenía sólo 13 años cuando perdió ambas manos por electrocución. “Estaba jugando fútbol con mis amigos cuando la pelota cayó en la estructura de la compañía eléctrica. Logré sacar la pelota de ahí y se la devolví los chicos, pero luego perdí el equilibrio y me agarré de un cable de tensión”, relata.

“Después de varias cirugías y tratamientos, recibí una prótesis con 32 movimientos. El cerebro envía mensajes a los sensores que trabajan como manos reales”.

Su padre Lior vio el accidente como una oportunidad para Assaf y toda la familia. “El accidente nos acercó como familia. Nos mostró lo realmente importante, nuestras prioridades”.

Y la prioridad de Assaf es ser atleta. Publicó en su página de Facebook que deseaba participar en los Juegos Olímpicos. Yehiam Sharabi, entrenador de Taekwondo, leyó el mensaje e invitó a Assaf a entrenar con su equipo.

Taekwondo es un arte marcial coreano que se caracteriza por técnicas de patadas rápidas. Assaf comenzó a entrenar con un equipo de atletas “sanos” que no lo dejaron descansar.

“Debo competir contra personas más pesadas y seis años mayores que yo en los Juegos Olímpicos. Todos competimos entre nosotros. Competir con personas con menor grado de discapacidad, es como tomar un examen sin haber estudiado”, afirma.

Assaf explica que en Taekwondo, las manos se usan en movimientos defensivos, por lo que “uso las manos que me quedan”.

Después de tres años de entrenamiento, Assaf ya participa en campeonatos internacionales. Recientemente, ganó una medalla de plata en el Campeonato Panamericano de Portland, Oregon. Actualmente ocupa el décimo lugar en su categoría a nivel mundial.

El chico vive en un apartamento alquilado a casi tres horas en automóvil de su casa en los Altos del Golán, para poder entrenar. “Me encanta vivir solo. La mayoría de los jóvenes de mi edad esperan irse de casa y lo hice un poco antes”.

Sus padres asumieron el alto costo de su entrenamiento y esperan encontrar patrocinadores para seguir manteniendo a su hijo en la cima, pero Lior dice: “Si tenemos que hacerlo, pediremos préstamos. Haremos lo que sea necesario para que Assaf cumpla su sueño”.

Hablando de sueños, Assaf cita a Walt Disney, quien dijo que “todos nuestros sueños pueden hacerse realidad, si tenemos el coraje de perseguirlos”.

Fuente: Ynet / © EnlaceJudíoMéxico