A 5 años del asesinato de Daniel Tregerman: Paulina y Margelo Tregerman, entre el dolor y la vida

Al cumplirse 5 años del asesinato del pequeño Daniel Tregerman por un mortero disparado desde una escuela en Gaza hacia Najal Oz, el kibutz en el que vivía en el sur de Israel, es oportuno recordar un resumen del testimonio que compartieron con nosotros sus abuelos tiempo atrás.


Paulina y Marcelo Tregerman, originarios de Argentina y radicados en Israel desde 1967, nos cuentan que tienen 15 nietos. Pero uno de ellos, el pequeño Daniel, ya no está físicamente con ellos ni con sus padres Doron (el menor de los cuatro hijos de la pareja) y su esposa Guila.

Está claro que cuando volvemos a conversar con los Tregerman, en la misma casa del moshav Sde Abraham en el que los entrevistamos por primera vez hace cinco años, durante la semana de duelo –la shiva- aún durante la guerra, las amenazas desde Gaza no han desaparecido. Su casa se halla a 4.5 kms de la frontera con la vecina franja palestina.

P: Uno de los símbolos que quedaron de la guerra contra Hamas, fue la foto de Daniel con la camiseta de la selección argentina. ¿Cuál es el trasfondo de esa imagen?

Paulina:  Mientras jugaba al Lego junto con Daniel, él construyó una especie de torre alta. El padre le pregunta qué había hecho, y Daniel le contesta que es el templo sagrado de los chicos: tiene que ser grande y alto para que llegue al cielo. También hicieron de eso una canción, que escribieron después de que Daniel fue asesinado, en la cual está la voz de Daniel y él cuenta que lo construyó para los chicos que están en el cielo.


Camisetas, limpias o ensangrentadas

Hace aproximadamente un año, cuando el seleccionado argentino de fútbol se disponía a llegar a Israel y disputar un partido amistoso con el seleccionado israelí, la Autoridad Palestina lanzó una fuerte campaña, violencia incluida, para frustrar ese plan y lograr que se cancele el partido. El protagonista principal de la incitación fue el propio Presidente de la Asociación Palestina de Fútbol Jibril Rajub que exhortó a quemar camisetas de Lio Messi. Fue sancionado por ello por la FIFA.

Parte de la campaña de odio fue la difusión de una foto de una camiseta argentina ensangrentada, con lo que los palestinos pretendían acusar a Israel de asesinar a los palestinos.

Eso nos recordó otra camiseta, la que vestía Daniel Tregerman en tantas fotos.Se lo comentamos a sus abuelos, que hasta habían pensado ir al partido.

P: ¿Cómo se puede analizar la situación actual? Tanta frustración de fondo…¿verdad?

Marcelo: Nosotros vivimos en la zona que limita con la franja de Gaza desde hace casi cuatro décadas’’’’. Durante muchos años trabajaron con nosotros en los campos que cultivábamos flores obreros que vivían en la parte sur de Gaza. Ellos venían a trabajar y nosotros también teníamos relaciones mucho más que de patrón y obrero: ellos estuvieron en fiestas de nuestros hijos y nosotros con nuestros hijos estuvimos en casamientos de ellos. Un buen día dejaron de venir y no entendí por qué. Hablamos por teléfono y el mayor de los obreros que trabajaba con nosotros me cuenta que lo amenazaron: si él entraba a Israel a trabajar tenía que matar al patrón o a alguien de la familia, y si no lo hacía iban a maltratar a su familia. Entonces dejaron de venir porque no veían la razón de hacer esas cosas.

Hace muchos años, antes de que empiece todo esto, cuando la Franja de Gaza estaba bajo control israelí completamente y había una zona de asentamientos israelies en Gush Katif, íbamos allí con la familia los sábados al mar. En el camino entrábamos a la ciudad de Khan Yunes a hacer las compras. Teníamos una relación de amistad y de buena vecindad  con ellos, hasta que un día cuando llegamos un sábado, la  gente a la que siempre íbamos a comprar cosas nos dice que teníamos que volver porque había empezado el lío entre ellos, estaban quemando neumáticos, y que no nos convenía quedarnos.

Paulina: No entramos más.

P: Así que por un lado hay que distinguir entre la población civil, los seres humanos del pueblo, la gente bien, y los terroristas.Y los problemas, recordemos, comenzaron ya antes de Hamas.

Marcelo: Por supuesto, antes del gobierno de Hamas. Hay que tener en cuenta que esta zona, desde ya 17 años está bajo la amenaza diaria de morteros y cohetes. En el 2011 tuvimos mucha suerte cuando cayó acá un Qassam que destruyó todo el salón y la cocina. Tuvimos que reformar todo. Durante los últimos 17 años, con altibajos, siempre hay problemas.

P: Ustedes están en Israel desde el 67, más de 50 años. ¿Pensaron cuando llegaron que tantos años después se iba a seguir esperando para ver cuándo la situación mejora?

Marcelo: Aún recordamos la guerra del 73, recordamos que Egipto no quiso recibir la Franja de Gaza que había estado bajo su control, ha habido muchos altibajos. Israel de los años 60 y 70, no es Israel de 2018. Hubo un desarrollo muy grande pero de todas maneras las cosas se ven muy distintas. Creo que el mundo se tiene que dar cuenta qué pasa con el pueblo árabe, palestino o no palestino. La situación se  tienen que solucionar con un acuerdo para que ellos y nosotros podamos vivir en paz, y  para que podamos criar a nuestros hijos y nietos con tranquilidad.

P: Y es bueno que mencionas a los nietos. Yo ya he estado disfrutando de las fotos que me han mostrado. Para esto preciso a la abuela. Paulina ¿cuántos nietos tienen? Sé que Daniel siempre seguirá siendo parte del cómputo total.

Paulina: Así es, Daniel siempre seguirá siendo uno de ellos. Tenemos 15 nietos: el mayor tiene 22 años y el menor tiene 2 años y medio. Los últimos tres nietitos nacieron después de Daniel, fue una alegría inmensa tenerlos y es una alegría inmensa tener a todos. Hace poquitos días festejamos el cumpleaños de uno de nuestros nietos en el moshav y tuvimos a todos los nietos juntos. Después nos tienen que juntar a nosotros con cucharita.

P: Es que se ve que es cierto eso de que es divino cuando llegan los nietos de visita y también divino cuando se van ¿no?

Paulina: ¡Sí! (risas). Mis hijos con sus señoras, 4 hijos, 4 nueras y 15 nietos. No es poca cosa. Es una alegría cuando estamos con todos ellos juntos. Y Daniel está presente, muy especialmente con su hermanita, la mayor.

Marcelo: Los primitos chiquitos hablan, lo nombran.

Paulina: Mira, como imaginarás, es muy difícil comprar regalos para todos, así que  compramos regalos para la casa: juguetes para armar, lápices para pintar. Compramos un nuevo juego de Lego y ellos armaron una columna, como la que tenía Daniel. Y lo dijeron: ellos construyen una columna como la construyó Daniel. Y cuando en el moshav se hace la ceremonia de Iom HaZikaron, el día recordatorio de los caídos, los chiquitos van a prender una vela por Daniel.

P: ¿Y cómo se preserva la memoria de un niño que murió en una circunstancias tan trágicas, sin que el mensaje sea sino odio ni de venganza, sino de recuerdo de lo bueno que él tenía, de su vida misma?

Marcelo: Es la realidad.

Paulina: Hay que tenerlo presente todo el tiempo, y tratar en los posible de que todos los niños tengan una vida feliz.

P: Que así sea. Muchas gracias, Paulina y Marcelo Tregerman, por haberme recibido y recordando siempre a Daniel. Muchas gracias.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai