Por Natalio Steiner, director de Comunidades Plus
La famosa grieta que se formó en Argentina con la llegada de Macri al poder a
fines del 2015, llego ahora en otro formato a la comunidad judeo-argentina. Y
no me refiero a la grieta ya histórica entre los judÃos ortodoxos y
liberales y / o laicos; grieta que se
visibiliza en luchas de poder por el control de la AMIA.
Desde la muerte de Nestor Kirchner en 2010 y la evidente
profundización de los lazos de Cristina con el chavismo antisionista, apareció
un claro enrarecimiento en la relación algo que se vio agravado por los
inocultables lazos de Cristina y algunos allegados con antisionistas y
antisemitas como Hebe de Bonafinni, Luis Delia y Fernando Esteche. Pero no es lo único. Para
una comunidad judeo-argentina tan pro-israelÃ, no cayó bien que en 12 años de Kirchnerismo se enfriara la
relación con Israel, única democracia de Medio Oriente. Ni hablar de visitar el
paÃs, algo que no paso con Siria. De hecho, el presidente y luego genocida,
Bashir Al Assad, ( 7-08-2010) hizo una
visita oficial a la Argentina. El Kirchnerismo estrechó también vÃnculos con
Nicaragua y Bolivia, paÃses que a raÃz de la guerra de El Libano de 2006 con
Hezbollah fisuraron sus lazos con Israel; reconocieron un inexistente estado
palestino ( 2012), apoyaron resoluciones
pro-palestinas en la ONU; nunca se terminaron de distanciar de la organización
anarquista antisionista Quebracho, pergeñaron un acercamiento a Irán mediante
un espantoso Memorandum de Entendimiento al que hicieron votar en forma express
por el Congreso bajo la excusa de que asi se destrabarÃa la causa AMIA, cuando
el propio ahora fallecido canciller Hector Timermann , admitÃa la
responsabilidad de Irán y aún asà presionaba a la dirigencia de la AMIA y DAIA; Cristina Kirchner tuvo una dudosa
apologÃa hacia El Mercader de Venecia, obra claramente antisemita.
Manifestantes K organizaban y
participaban en manifestaciones antiisraelÃes frente a la embajada de Israel
mientras el paÃs era agredido por el terrorismo palestino.Las frutillas del
postre aparecieron con su libro Sinceramente. Alli Cristina Fernandez afirma que
“ el Memorandum de Entendimiento fue un acto de ingenuidad polÃtica”. En
el acto de presentación del libro, en tercera fila, se encontraba sentado como
invitado el Sheik Moshen AlÃ, un siniestro personaje que acusarÃa a Israel y a
los judÃos de la derecha de los
atentados terroristas que sufriera la Argentina. Fue mucho. Y todo esto sin
citar las tinieblas que aún rodean la muerte del fiscal Nisman, que falleció en
forma dudosa luego de acusar a la presidente y parte de su corte de encubrir a
Irán.
La llegada de Mauricio Macri al poder despertó esperanzas de
cambio en relación con este tortuoso recorrido. La derogación del infame
Memorandum, la presencia de judÃos asumidos como tales en cargos de gobierno,
la visita de Netaniahu a la Argentina y la proclamación de Hezbollah como
organización terrorista y el congelamiento de cuentas de sus adherentes, calmó
la ansiedad de sectores mayoritarios de la comunidad. Hubo y hay un sector
ideológicamente definido como judios K ,como lo es la organización Llamamiento
Argentino JudÃo en Debate pero nunca gozo del apoyo o simpatÃa de la comunidad
organizada.
Hubo nubes en la relación con el gobierno de Macri. El
asesor estrella i, Durán Barba,
elogiando a Hitler como “ un gran
polÃtico “; un ahora ex ministro de Educación que desconoció a Anna Frank y dudosas actitudes de la primer
canciller, la señora Malcorra. Sin embargo, en lo económico, todo fue hacia
atrás para los argentinos y obviamente entre ellos los judÃos argentinos. Los
últimos tres años de gobierno fueron de desencanto económico para una clase
media judÃa acomodada. Los otrora poderosos
textiles sefaradÃes empezaron a crujir bajo el peso de la recesión
interminable. El malestar económico se hizo sentir en estos dÃas más que nunca
y el bolsillo desplazó parcialmente a la identidad ancestral. DÃas antes de las
elecciones , en el tradicional barrio de
Once, aparecieron opacos y anónimos carteles en español y hebreo apoyando la
fórmula de los Fernandez. Nunca pasó algo igual en ninguna elección .
Unos dÃas antes de las últimas elecciones obligatorias para candidatos a
presidente ( PASO), en un importante
club comunitario ,un reconocido analista polÃtico dio su parecer y luego
se hizo un simulacro de juego electoral: ¿ Quiénes votarÃan a Macri y quienes a
Fernandez ¿. Hubo asombro. Mitad de los
presentes apoyó a los Fernandez ,no por ser kirchneristas ,sino como voto
castigo.
Hay temores y angustia en la comunidad ante la posible
llegada al poder de un nuevo gobierno peronista de izquierda. Los históricos
lazos de Perón con los refugiados nazis dejaron un huella indeleble en la
memoria judeo-argentina. Es que más allá
de la presencia de judÃos como Filmus, Timermann y Kiciloff y otros más en el
anterior gobierno K, la desconfianza perdura arraigada. En lo personal creo que en muchos aspectos el posible
presidente Fernandez moderará su polÃtica exterior, antes de corte israelÃ, ya
dijo que se despega del actual modelo venezolano y se presenta como
conciliador. Pero hay temor. El temor de millones de argentinos que ven en la
fórmula Fernandez- Fernandez un dibujo que debe ser invertido para poner a la
dama en primer lugar. Y esto atemoriza a millones de argentinos.
Asi las cosas, no esta aún escrito el último capÃtulo de los
bomberos que vinieron a apagar el fuego que ellos mismos encendieron y otros
alimentaron.