El nefasto rol del Mufti, máximo líder religioso palestino

Incita al odio contra los judíos


El elemento religioso en el conflicto entre Israel y los palestinos no es nuevo y es asiduamente explotado para fomentar el odio contra Israel. Son numerosos los ejemplos de figuras religiosas que pronuncian sermones absolutamente antisemitas en las mezquitas, recurriendo a elementos del Islam y citas del Corán para atacar a los judíos. Y uno de los casos más notorios es el del propio Gran Mufti de la Autoridad Palestina, el Sheikh Muhammad Hussein.

En un encuentro reciente del Concejo Supremo Palestino de Fatwas (edictos religiosos) encabezado precisamente por él, se advirtió a los palestinos respecto a “ataques de judíos a sus símbolos religiosos y nacionales en Jerusalem”. Asimismo, se proclamó que “el pueblo palestino no se quedará cruzado de brazos antes este cáncer colonialista”. La información al respecto, publicada en inglés por Palestinian Media Watch, salió originalmente en el órgano de prensa oficial de la Autoridad Palestia Al Hayat Al-Jadida, el viernes 30 de agosto.

De fondo está no sólo el no reconocimiento de parte de las autoridades palestinas del vínculo histórico judío con el Monte del Templo-que los musulmanes llaman Haram al-Sharif- sino la presentación de todas las visitas de judíos al lugar como “irrupción” y “ataque” de “colonos” para “destruir la mezquita de Al Aksa”.

El problema no se limita al no reconocimiento de los derechos religiosos judíos en el sitio en el que se hallaron ya milenios atrás sus templos sagrados, sino al hecho que el Mufti incita activamente a la violencia en el sitio sagrado.

Recientemente, cuando estallaron choques en el monte el día en que coincidía el duelo del 9 de Av con el comienzo de la fiesta musulmana del sacrificio “Id el-Adha”, el Mufti jugó un rol central en la incitación a choques violentos. En primer término, ordenó el cierre de todas las mezquitas de Jerusalem, de modo que todo musulmán que quisiera orar debería ir a Al Aksa.


Además, ordenó mover una hora la segunda plegaria de la mañana, de modo que terminara la a hora en que debían comenzar las visitas de judíos al monte, a fin de disuadirlos y acosarlos mediante la presencia de multitudes de musulmanes.


Cabe señalar que los únicos que suben sin límites al monte sagrado, son los musulmanes, mientras que son los judíos los que pueden hacerlo únicamente por una de las puertas de acceso, en determinados horarios, escoltados por la policía, y con la condición que no recen en el lugar.

Es especialmente lamentable que los sentimientos religiosos sean usados negativamente para incitar al odio. Recordemos que días atrás se cumplieron 90 años de la matanza de judíos en Hebron, iniciada justamente por rumores que el Mufti de entonces en Jerusalem hizo correr, diciendo que judíos estaban atacando Al Aksa.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai