Por Rabino Eliahu Birenbaum, Israel Hayom
De 40 sinagogas que hubo en Esmirna, solo subsisten 13. La
mayoría como museo. El mundo perdido de una comunidad floreciente que hoy no
supera los 1.000 judíos. En todo Turquía se calcula que hay no más de 15.000 judíos.
El que camina por las calles del Shuk de Esmirna se
encontrará con una visión bastante penosa. Varias sinagogas que simbolizan lo
que fue la grandeza de una comunidad de más de 400 años estan vacías o no
cumplen con su proposito.
Incluso el Gabay ( secretario ritual) de una de las pocas
sinagogas activas- habla ladino- no deja de suspirar por los lugares vacíos.
Varias sinagogas estan unas muy cerca de las otras en pleno
corazón de Esmirna y nos permiten deducir que alguna vez hubo una comunidad
consolidada y una vida intensa.
Cada sinagoga pertenecia a un grupo migratorio diferente.
Cada una de ellas tiene símbolos tradicionales pero estilos propios.
La vida judía en Esmirna, tercera ciudad en importancia en
Turquía, fue notablemente importante desde la expulsión de los judíos de
España. Con su llegada al imperio otomano en el siglo XV los judíos gozaron de
libertad religiosa junto a una amplia red de escuelas y tribunales judiciales regidos
por el derecho hebreo.
Estas comunidades dieron a luz a grandes sabios de la Torá y
fueron testigos de las decepciones causadas por el falso mesías, Shabetay Tzvi.
La judeidad de Esmirna es antigua. Ya había judíos en los
años posteriores a Jesús. Algunos incluso creen que su origen en la zona data
de la época de Alejandro Magno ( -333
a .c). Hacia el medioevo había pocos judíos pero su
número creció con la expulsión de España y la llegada de judíos de Corfú y
Rodas. En el siglo XIX llegaron judíos ashkenasies huyendo de los pogroms en
Rusia y Rumania. También hubo criptojudíos portugueses.
En el siglo XVI la ciudad fue un gran puerto y los judíos se
destacaron en la vida comercial y cultural. Desde el siglo XIX la vida judía esta en descenso. En 1868 había
casi 40.000 judíos pero a comienzos del siglo XX emigraron a Francia, EE.UU.,
Argentina y México. Con el surgimiento de Israel se fueron unos 10.000.
A pesar de la importancia del Islam en Esmirna en la Turquía
de Erdogán, durante mi visita no vi mujeres islámicas vestidas con burkas.
Esmirna tiene un carácter moderno y laicisita.
A pesar del origen diverso de los judíos, la mayoría se
asentó en el Shuk ( mercado). Es interesante ver en el acceso al Shuk una vieja
campana en desuso que se hacía sonar para anunciar la pronta llegada del
Shabat.
Hace unos meses comenzó a hablarse de un proyecto de
reconstrucción de las sinagogas y la apertura de un museo judío.
Cada sinagoga tiene su nombre e historia. En 1690 se fundó
la Bikur Jolim; en el siglo XVII la denominada Chalom. En 1710 la sinagoga
portuguesa, en 1722 la Tomjei Torá. En el siglo XX la Beit Israel, la más
grande y linda de Esmirna y fue construída por artesanos italianos contratados
al efecto. Sólo tres sinagogas siguen hoy en funcionamiento.
La sinagoga portuguesa tiene una bimá ( un atril para el
oficiante) hecha con la proa de un barco naufragado. Fue construída por
criptojudíos que llegaron en el siglo XVI.
Toda la zona tiene un hermoso y colorido esplendor y se
encuentra en medio de bazares y negocios.Pero la vida judía en la ciudad se
extingue inexorablemente.