Los palestinos distorsionan la situación en el Monte del Templo
Recibimos todos los dÃas en nuestro celular informes de fuentes palestinas sobre distintos hechos acaecidos en el marco del conflicto con Israel. SerÃa largo de detallar. Hoy quisiera referirme a un fenómeno preocupante relacionado a las visitas de judÃos al Monte del Templo en Jerusalem, el sitio más sagrado del judaÃsmo, presentado por diferentes servicios de información palestinos de una forma absolutamente tendenciosa y maligna.
Tendenciosa decimos, no porque esperamos que reflejen la posición israelÃ, sino porque simplemente mienten, distorsionan la realidad, y usan términos destinados abierta y claramente a fomentar el odio. De fondo hay un deseo evidente de incitar al odio religioso, a fomentar un conflicto en uno de los lugares más delicados del planeta.
Desde que los paracaidistas de Tzahal conquistaron el Monte del Templo (Haram al-Sharif en la terminologÃa islámica) en junio de 1967 al liberar Jerusalem de la ocupación jordana, el manejo del lugar fue dejado, por decisión del entonces Ministro de Defensa Moshe Dayan, en manos del Waqf islámico, encargado de los sitios sagrados del Islam. Si bien formalmente la soberanÃa es de Israel, el manejo de rutina es los musulmanes, con lo cual Dayan quiso evita el estallido de tensiones religiosas, dado que siglos después de la destrucción del Templo judÃo, fueron erigidas allà la mezquita de Al Aksa y la de cúpula dorada llamada el Domo de la Roca.
El rol jugado allà por los extremistas musulmanes y por la Autoridad Palestina en los últimos ya muchos años, ha exacerbado los ánimos. Por otro lado, se han multiplicado las visitas en el Monte de grupos de judÃos. En dÃas de fiesta en el calendario hebreo, como los recientes, y muy especialmente en fechas como Sucot, eso es más notorio aún, dado que es una de las tres fiestas de peregrinación (junto con Pesaj y Shavuot) o sea fechas en las que se recuerda que en la antigüedad, cuando estaba en pie el Templo sagrado , los judÃos llegaban a Jerusalem a orar en él.
Tanto en estas ocasiones como en la rutina, durante las visitas comunes de judÃos a la explanada de las mezquitas (nunca entran a los templos musulmanes) , los reportes palestinos al respecto son absolutamente mentirosos y con muy mala intención. Los tenemos en nuestro celular, escritos, no los estamos mencionando en el aire.
“Hordas de colonos judÃos profanaron los patios de la mezquita de Al Aksa bajo protección policial”, decÃa uno de los comunicados estos dÃas.
“Colonos irrumpen a los patios de la mezquita de al aksa bajo la protección de la policÃa de la ocupación israelÔ, decÃa otro.
“Con protección de las fuerzas israelÃes de ocupación, fanáticos israelÃes judÃos llevan a cabo rituales durante irrupciones la mezquita de Al Aksa, celebrando las fiestas judÃas”.
Asquerosamente mentirosos.
Que los judÃos visitan el Monte sagrado, claro que sÃ.
Que suben con la policÃa, sÃ.
Que muchos quisiera rezar allà y algunos seguramente lo intentan, tratando de ocultarlo, sÃ.
Pero la verdad es que ni “irrumpen”, ni son “hordas”, sino judÃos religiosos que quieren visitar su lugar sagrado, y llegan con la policÃa no sólo para que los proteja, sino para que garantice que no rezan, a fin de respetar el asà llamado status quo según el cual sólo musulmanes tienen permitido rezar en el lugar. ¿Por qué? Porque asà decidió Israel para minimizar el riesgo de problemas.
Estos dÃas, se agregó otra flagrante mentira, al alegar uno de los comunicados, que para permitir las visitas de los judÃos en la semana de Sucot, se cerró el monte a los musulmanes. Falta absoluta de la verdad. Lo confirmamos. Eso no pasó en ningún momento.
La verdad es que los limitados en el monte sagrado son los judÃos, no los musulmanes, por lo ya mencionado del “status quo”. Los judÃos tienen permitido subir al Monte solamente entre domingos y jueves de 7.30 a 11 y de 13.30 a 14.30, ascendiendo por una sola puerta, la que está ubicada sobre el Muro de los Lamentos. Los musulmanes pueden hacerlo todo el tiempo, por cualquiera de las puertas.
El problema de fondo es que los musulmanes que controlan el lugar, no reconocen siquiera que hubo allà un Templo Sagrado judÃo, de lo cual deriva la santidad del lugar para los judÃos.
Usara palabras como “colonos” y “fanáticos”, no es ni siquiera un truco, sino una táctica abierta para quitar legitimidad y presentar a todos los judÃos que suben al Monte, como locos que quieren provocar a los musulmanes.
Lo interesante es que suelen acompañar los comunicados con fotos y videos en los que no se ve ni “irrupción” ni “hordas” fanatizadas, sino gente caminando en los patios, jamás entrando a las mezquitas mismas.
SÃ, seguro que más de uno intenta rezar en silencio, lo cual de hecho está increÃblemente prohibido. Entre eso y “hordas de fanáticos”, aún hay una enorme diferencia.
Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai