Netanyahu no tiene obligación legal de dimitir

Yochanan Plesner, Presidente del Instituto Israelí de Democracia, con el Presidente Rivlin
Será objeto , sí, de presión política para hacerlo

La ley israelí no impone la obligación de dimisión del Primer Ministro en caso de ser imputado, sino únicamente en la eventualidad que sea declarado culpable, y solamente por una instancia ante la que ya no puede apelar, o sea sentencia definitiva. Esta prerrogativa reservada para el jefe de gobierno, que difiere de lo que ocurre en el caso de la imputación de un ministro o un diputado, toma en cuenta que la dimisión del Primer Ministro significa la caía del gobierno todo y por ende es una “revolución” para el país.

Hay interpretaciones diversas al respecto, pero está claro que mientras una decisión de la Suprema Corte de Justicia años atrás determinó que un ministro o diputado imputado deben dimitir, no hay una mención explícita y clara en el mismo sentido respecto a un Primer Ministro.

 Pero la discusión sobre esta situación, que comenzó ya tiempo atrás a raíz de las investigaciones de Netanyahu y que ahora, con la confirmación que será imputado se acentúa, no es a nivel legal sino pública y moral.

Cabe recordar que el propio Netanyahu, cuando era jefe de la oposición, presionó duramente al entonces Primer Ministro Ehud Olmert a dimitir, cuando estaba bajo investigación por sospecha de corrupción. Aunque no había siquiera recomendación de imputarlo, una situación mucho menos comprometida que la actual de Netanyahu, en aquel entonces él alegó que el jefe de gobierno en un país como Israel con tantos desafíos, no puede hallarse en la necesidad de atender los asuntos de Estado y también sus problemas legales.

Hasta la presentación formal de los cargos contra Netanyahu, pueden pasar varios meses. En el interín, se supone que Netanyahu pedirá inmunidad parlamentaria a la Kneset y sería tanto el plenario como la Comisión de Asuntos Internos los que deberían tomar una decisión al respecto. Sin embargo, la situación actual es una gran complicación dado que al no haberse logrado formar coalición después de las elecciones, tampoco se han designado o elegido los miembros de cada una de las comisiones parlamentarias lo cual siempre es un tema de acuerdos entre los distintos partidos. 

Políticos de oposición, como era de esperar, ya han declarado que Netanyahu debe dimitir. No determinan que es culpable, pero sí que en la situación actual, no puede ser ejerciendo sus funciones. El jefe del partido Kajol Lavan Beni Gantz, principal adversario de Netanyahu, declaró este jueves: “Un Primer Ministro envuelto hasta el cuello con acusaciones de corrupción, no tiene mandato moral o público para tomar decisiones claves para el Estado de Israel. En esta situación, se demuestre o no si los cargos son ciertos o sin fundamentos, cabe ver con preocupación la posibilidad que Netanyahu tome decisiones  en su propio interés personal y en aras de su supervivencia política, y no para servir al interés nacional”.

En términos similares se publicó también un comunicado del Instituto Israelí de Democracia, compuesto por expertos legales y en Ciencias Políticas, no por figuras del mundo político israelí.

“Cualquier Primer Ministro que intente cumplir con sus deberes oficiales hallándose bajo imputación, creará una realidad intolerable e inaceptable”, dice el comunicado. “Cabe ver con preocupación la posibilidad que cualquier decisión que el Primer Ministro tome, sea interpretada como motivada en razones inapropiadas. También existe el peligro que esta situación lleve al Primer Ministro, mientras está en funciones, a criticar continuamente a las instituciones nacionales encargadas de hacer imponer la ley y el orden”.

El argumento que el Instituto Israelí de Democracia destaca es que “las normas públicas exigen que el Primer Ministro renuncie a su puesto y se concentre en demostrar su inocencia”.

Yohanan Plesner, Presidente del Instituto, comentó sobre otros aspectos que derivan de esta situación, relacionados directamente a la crisis política reinante actualmente en Israel, ya antes del anuncio de la imputación de Netanyahu: el hecho que no se ha logrado formar gobierno.

Expliquemos primero el trasfondo.

Cabe recordar que al haber devuelto Beni Gantz al Presidente el mandato para formar coalición tras haber  fracasado en los intentos de lograrlo, el Presidente Reuven Rivlin notificó al respecto al Presidente del Parlamento (Kneset) , lo cual echó a andar un recurso de la ley que no se había activado nunca hasta ahora: la posibilidad que en el plazo de 21 días, uno de los 120 diputados de la Kneset logre conseguir mayoría y formar gobierno, lo cual no excluye ni a Netanyahu ni a Gantz.

Pero ahora, en opinión del Presidente del Instituto Israelí de Democracia, la situación se complica.

“La decisión de imputar al Primer Ministro hace surgir interrogantes acerca de la autoridad del Presidente de entregar nuevamente el mandato para formar gobierno, al Primer Ministro”, dijo Plesner, exhortando a que la opción que sea Netanyahu quien vuelva a intentarlo, no exista.

“ Además, las decisiones sobre el futuro político del Primer Ministro en esta nueva realidad, ya no deberían ser cuestión únicamente el sistema judicial. El público israelí y sus representantes electos tienen la responsabilidad de hacer que se oigan sus voces enfrentando todo intento de quitar legitimidad al sistema legal” .

Plesner opinó que es legítimo criticar la decisión de imputar a Netanyahu “peor es vital que recordemos que Israel tiene la bendición de contar con un sistema jurídico que impone la ley de modo justo e igualitario a todos sus ciudadanos, fuertes y débiles por igual, lo cual es una fuente de inmenso orgullo para nuestro país y debe seguir siéndolo”.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai