Días después de una serie de ataques contra judíos en todo Brooklyn, la Liga Antidifamación anunció que duplicaría los fondos para un programa escolar contra el odio.
Pero las autoridades municipales dicen que se necesita más que educación para detener la oleada de ataques, que se han extendido por toda la ciudad en 2019. Eso es porque el problema es difícil de diagnosticar.
¿Es el efecto local de un aumento nacional del antisemitismo? ¿El resurgimiento de viejos resentimientos? ¿Se está culpando a los judíos del impacto del aburguesamiento? ¿Es culpa de la persistente influencia de los líderes antisemitas? ¿O son sólo niños que se portan mal?
“Necesitamos un enfoque mucho más agresivo”, dijo Devorah Halberstam, cuyo hijo murió en un ataque terrorista en el Puente de Brooklyn en 1994 y ahora es director de relaciones externas del Museo del Niño de Brooklyn.
En una conferencia de prensa el martes en Brooklyn para anunciar la nueva iniciativa de ADL, los funcionarios de la ciudad de Nueva York fueron sinceros sobre la urgencia del problema.
El viernes por la noche, un video de vigilancia capturó a un hombre que tiraba un ladrillo por la ventana de una escuela de niñas jasídicas en Crown Heights. Esa misma noche, en el barrio de Borough Park, al menos tres hombres ortodoxos fueron golpeados por los agresores. También en Borough Park, a varios judíos ortodoxos de Borough Park se les arrojaron huevos durante el fin de semana.
El viernes, un joven de 16 años se entregó a la policía y fue arrestado en relación con al menos tres ataques contra judíos. Fue acusado de dos cargos de acoso agravado.
“El aumento de los crímenes de odio en este municipio es una mancha en toda la ciudad y en todo el país, y es una mancha con la que no vamos a vivir”, dijo el presidente del municipio, Eric Adams, en la conferencia de prensa. “Y les digo a los hombres y mujeres del departamento de policía: No podemos ignorar los crímenes. Tenemos que reportarlos como son. No podemos endulzarlo”.
Los incidentes antisemitas en la ciudad han aumentado significativamente este año, según datos del Departamento de Policía de Nueva York. Hasta septiembre, se han reportado 163 incidentes, un aumento de 108 en comparación con el mismo período del año pasado, lo que representa un aumento del 50 por ciento. Los incidentes antisemitas constituyen la mayoría de los crímenes de odio denunciados en la ciudad de Nueva York.
En septiembre, la Oficina del alcalde anunció que había contratado a Deborah Lauter, una ex ejecutiva de ADL, para dirigir su nueva Oficina para la Prevención de Crímenes de Odio.
En la conferencia de prensa, el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, dijo que los recientes ataques fueron cometidos en su mayoría por adolescentes que tal vez no entiendan la gravedad de, por ejemplo, tirar huevos a una familia jasídica o dibujar una esvástica en un edificio.
“Creo que la ignorancia engendra odio, por lo que la educación es fundamental para combatir la intolerancia y el antisemitismo, especialmente entre los jóvenes”, dijo González. “Es mucho más difícil seleccionar a alguien, odiarlo, si lo conoces, si has aprendido sobre su cultura.”
El CEO de ADL, Jonathan Greenblatt, anuncia la expansión de un programa antibias en las escuelas de Brooklyn en una conferencia de prensa en el Borough Hall de Brooklyn con el presidente de la ciudad, Eric Adams, el 12 de noviembre de 2019. (Ben Sales)
El aumento de fondos para el programa contra la intolerancia de la ADL tiene como objetivo abordar ese aspecto del problema. La ADL ahora gastará $250,000 en No Place for Hate en Brooklyn, lo que permitirá que el programa se implemente en hasta 40 escuelas en todo el distrito este año académico, en comparación con las 22 actuales. La expansión se centrará en Crown Heights y Borough Park, junto con el vecindario de Williamsburg – tienen grandes poblaciones judías ortodoxas y han experimentado incidentes antisemitas en los últimos meses.
No Place for Hate fue lanzado en 1999 y se ha implementado en 1.600 escuelas en todo el país. Requiere que las escuelas participantes formen un comité estudiantil para combatir el odio, que los estudiantes firmen un compromiso contra la intimidación y la discriminación, y que organicen un programa contra los prejuicios o contra la intimidación.
“Para detener el odio, no podemos simplemente detener nuestra salida del problema, tenemos que cambiar los corazones y las mentes”, dijo Jonathan Greenblatt, CEO de ADL, en la conferencia de prensa. “Es muy importante centrarse en los niños para que podamos inocular a la próxima generación de la intolerancia, para que podamos inmunizarlos contra el antisemitismo y todas las formas de odio”.
Evan Bernstein, el director regional de ADL en Nueva York, dice que los niños de la ciudad están aprendiendo a odiar de una mezcla de influencias, incluyendo a los padres que pudieron haber vivido los disturbios de Crown Heights en 1991, que comenzaron después de que un niño negro fuera asesinado accidentalmente por un auto que escoltaba a Menachem Mendel Schneerson, el difunto jefe del movimiento Hasídico Chabad-Lubavitch, que tiene su sede en el barrio. La muerte desencadenó tres días de disturbios en los que jóvenes negros atacaron a judíos religiosos, matando a uno.
“Tienes a Louis Farrakhan, tienes retórica antisemita en Internet”, dijo Bernstein a la JTA. “Están obteniendo esta información de alguna parte. Están obteniendo esta información de sus padres, o de las redes sociales y de otras plataformas”.
Pero el rabino Eli Cohen, director ejecutivo del Consejo de la Comunidad Judía de Crown Heights, dijo a JTA que cree que la influencia de los líderes antisemitas es mucho más débil ahora que en la década de 1990. Los líderes de la comunidad afroestadounidense en Crown Heights son socios para detener el antisemitismo, dijo Cohen, quien atribuye el aumento de los ataques a un sentimiento general contra la policía.
“Lo que está sucediendo ahora mismo es que la autoridad se está derrumbando un poco, y la gente se siente animada a desafiar a la autoridad”, dijo Cohen, quien también ha dirigido programas educativos sobre la comunidad judía en las escuelas locales. “Los niños que quieren actuar sienten que ya no hay nada que los detenga”.
El pastor Gil Monrose, quien dirige una iglesia en Crown Heights y sirve como director de iniciativas religiosas y de clero del presidente del municipio, señaló que el aburguesamiento es un factor que impulsa el aumento de los ataques contra los judíos. A medida que el aumento de los precios de la vivienda atrae a los recién llegados y expulsa a algunos residentes de larga data, los habitantes locales pueden sentirse frustrados y buscar un chivo expiatorio. Monrose también señaló que los niveles generales de delincuencia son altos en Crown Heights.
“Estamos viviendo en una comunidad con personas judías, afroamericanas, caribeñas, verás que hay un aumento porque no entienden la cultura del otro”, dijo Monrose a JTA. “Es porque todos vivimos juntos y viendo, bueno, ellos están al otro lado de nosotros, viven diferente, tratemos de hacerles algo. Está subiendo porque todos viven uno encima del otro”.
Bernstein señaló que algunos propietarios del municipio son ortodoxos, incluidos algunos en las listas de los peores propietarios de la ciudad de Nueva York, que pueden crear estereotipos antisemitas.
Varios funcionarios dijeron que los judíos ortodoxos son los más afectados por el creciente clima de antisemitismo porque parecen visiblemente judíos y se convierten en blancos obvios para aquellos que quieren hacer daño a los judíos.
“La gente que tiene odio en el corazón se dirige específicamente a esta población porque saben que aquí hay una persona de fe judía”, dijo Adams.
Por: Ben Sales / En: Jpost / Traducción de Noticias de Israel
