Hablando al Post mientras lanzaba su nuevo libro De la Guerra de las Galaxias a la Cúpula de Hierro el miércoles, el becario del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalem y uno de los “padres” del sistema de defensa de misiles Arrow, Rubin explicó que la clave para Israel sería la inteligencia previa y los sistemas de alerta temprana sin fisuras.
En el nuevo libro de Rubin, uno de los principales temas que investiga es la eficacia de Israel: 1) el tamaño de las nuevas amenazas de misiles; 2) la creación de nuevos conceptos y fuerzas para hacer frente a estas amenazas; y 3) el seguimiento de la aplicación de nuevos paradigmas operativos sobre el terreno para neutralizar las amenazas.
Le da a Israel una calificación mixta al confrontar estos desafíos.
Rubin identifica una paradoja en la que, a veces, las Fuerzas de Defensa de Israel y otras partes del establishment de la defensa estaban atascadas en un pensamiento anticuado, mientras que, a veces, elementos del establishment de la defensa cortaban la burocracia con resultados de vanguardia, rápidos como el rayo e inspiradores.
Parte del desafío único que Rubin identifica en el libro fue que para hacer frente a las nuevas amenazas de misiles de Irán, Hezbolá y Hamás, Israel no estaba utilizando simplemente la herramienta equivocada de una caja de herramientas de defensa existente.
Antes de que la Cúpula de Hierro, la Flecha y el Sling de David se hicieran realidad, escribe que el país necesitaba inventar una caja de herramientas completamente nueva, que las potencias más ricas como Estados Unidos ya habían fracasado miserablemente en inventar.
Por el contrario, para hacer frente al actual desafío iraní, como las docenas de vehículos aéreos no tripulados que devastaron a los saudíes, Israel no necesita una nueva caja de herramientas.
Rubin dijo al Post que Israel ya tiene la tecnología para detectar los UAV iraníes y que de alguna manera son más fáciles de derribar que los cohetes.
Más bien, Rubin explicó que el desafío con los UAVs, a diferencia de los cohetes, era la detección.
Si los cohetes son difíciles de derribar, su trayectoria en forma de arco hace que la detección sea relativamente fácil. Sin embargo, cuando Irán atacó a los saudíes con vehículos aéreos no tripulados, derrotó a Estados Unidos y a las defensas del reino para rastrear cohetes volando extremadamente bajo hasta el suelo, dijo Rubin.
Dijo que es posible que Israel tenga que invertir enormes recursos para ampliar la tecnología de detección existente que posee para cubrir todas sus fronteras y en una variedad de alturas, a fin de establecer un muro de detección de 360 grados. Aún así, esto palidece en comparación con la dificultad que tuvo en años anteriores.
El libro de Rubin relata con más detalle que nunca la amplitud de la oposición en las Fuerzas de Defensa de Israel y en ciertos sectores de la defensa para “malgastar” los escasos fondos en ideas “ingenuas” y “utópicas” como la defensa con misiles, en contraposición a cuestiones concretas e inmediatamente “útiles” de las fuerzas terrestres.
Explora por qué existió la oposición, cómo se superó y cómo, diabólicamente, Israel se las arregló para lanzarse al ataque relámpago hacia soluciones repentinas e impresionantes de defensa antimisiles en los momentos exactos de la historia. Esto, a pesar de los enormes retrasos en las etapas anteriores.
Aunque Rubin tiene un lado cínico, cauteloso y completamente empírico, el final triunfal de su historia sobre el nacimiento de la defensa antimisiles de Israel demuestra que también es un optimista. Cree firmemente que Israel puede hacer frente a cualquier amenaza una vez que sus mentes superiores cierren filas.
Si hay una lección clave que su historia de superar la oposición a la defensa antimisiles en las últimas décadas tiene para las actuales amenazas iraníes, es que Israel debe hacer todo lo posible para prepararse por adelantado para la tormenta que se avecina, de modo que no quede atrapado sin estar preparado.
Por: Yonah Jeremy Bob / En: Jpost / Traducción de Noticias de Israel
