Los inventos difamadores del Presidente palestino

El nuevo libelo: "Israel introduce cannabis y drogas a los palestinos, para arruinar su futuro"


Las discusiones entre Israel y la Autoridad Palestina no son sencillas, pero los puntos más preocupantes no son los referentes a temas concretos sobre los que habría que hallar una solución de común acuerdo, sino aquellos en los que se recurre a la mentira y el libelo difamador, para demonizar e inspirar odio absoluto.

Esto es lo que ha vuelto a hacer el Presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) en una conferencia contra la corrupción llevada a cabo días en Ramallah. Según transmitió la televisión oficial de la Autoridad Palestina el 10 de diciembre,  Abbas declaró: “La ocupación planta la corrupción entre nosotros. Si no la tenemos, nos trae gente corrupta y que corrompe. Por lo tanto, vemos sustancias como cannabis y drogas, etc…y también mercaderías arruinadas …porque quieren combatir nuestra existencia. No quieren que tengamos un futuro”.

Es bastante increíble oír que el corrupto liderazgo de la Autoridad Palestina acusa a Israel de ser quien los corrompe. Podría hacerse una nota sobre dinero desaparecido y bolsillos enriquecidos con dineros de las donaciones internacionales a los palestinos, pero ese no es el tema de esta nota. El tema hoy aquí es la difamación demonizadora, irresponsable e infundada que atribuye a Israel lo peor.

Según recuerda un informe de Palestinian Media Watch, el elemento central en la acusación de Abbas apareció ya en otras oportunidades en los medios palestinos.

El 12 de diciembre, en un artículo publicado en el periódico oficial de la AP, Al –hayat Al-Jadida, uno de sus columnistas regulares, funcionario de Al Fatah, Muwaffaq Matar, escribió algo similar a lo dicho por su presidente. “Las fuerzas de ocupación israelíes están interesados en que haya jeringas de drogas en manos de los niños y la juventud, en lugar de libros, lapiceras o útiles de estudio, porque las drogas matan el alma y conducen a quienes las usan a un estado de impotencia”.

En el mismo artículo, se acusa a Israel de hacer  la vista gorda ante las acciones de traficantes de drogas en el campamento de refugiados Shoefat en Jerusalem. “Las fuerzas de ocupación entran a cualquier punto de Shoefat buscando a jóvenes combatientes, pero hacen que no ve a los traficantes de drogas que venden sus venenos a la puerta de las escuelas en el campo, sabiendo que la policía de la ocupación los protege secretamente”.

Entre esto y el libelo que acusaba a los judíos de hacer matzá con sangre de niños cristianos, no hay casi ninguna diferencia.

Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai