Uniendo al pueblo judío a través de la producción de menorás en Janucá


Para el platero Yakov Merdinger, hacer menorás y judaicas ha sido parte de su vida desde que tenía ocho años, cuando comenzó a trabajar en el negocio de su familia, Hazorfim, durante las vacaciones escolares. Hoy en día es el CEO de la compañía, con sede en Kfar Daniel, cerca de Modi’in.

En los últimos dos años, Hazorfim ha experimentado un crecimiento del 35% en sus exportaciones de menorás, principalmente a los Estados Unidos y Europa. Entre los clientes se encuentran judíos de todas las denominaciones, y no judíos también.

“Los clientes no judíos ven el símbolo de la menorá como fuerza y protección”, dijo Merdinger al diario The Jerusalem Post el lunes. “La gente está viendo a Donald Trump y a su hija Ivanka iluminando menorás, y ven al Primer Ministro Netanyahu iluminando y a otros líderes haciéndolo también… y eso los anima”.

Recordó que en su tienda “en Italia, vendimos una gran menorá a una mujer saudí”, añadiendo que el cliente tenía un espacio especial en la pared para los candelabros.

“Alguien le dijo después que era una menorá judía, pero ella la conservó por su belleza”, dijo.

Hazorfim opera hoy en día cinco tiendas en los Estados Unidos, y Merdinger dijo que ven una diferencia en qué comunidades están interesadas en determinadas menorás.

En Lakewood, Nueva Jersey, “quieren un diseño más suave y elegante, pero en lugares como Williamsburg, quieren un diseño más ornamental”.

La semana pasada Hazorfim vendió una menorá de más de un metro de alto, que se hizo en seis meses. El cliente quería iluminar toda su casa para Janucá, dijo Merdinger. El cliente le dijo que si los cristianos pueden colocar un enorme árbol de Navidad en su casa, ¿por qué no puede hacer lo mismo con un hanukkiah?

Según una encuesta realizada por Hazorfim, el 90% de las familias judías tienen una menorá en su casa y el 85% de los hogares judíos la iluminan.

En Israel, Merdinger dijo que también encontró que la gran mayoría de los israelíes -ya sean religiosos o seculares- celebran Jánuca.

”Janucá es una fiesta importante no sólo para los religiosos, sino también para los no religiosos”, dijo Merdinger. Janucá para todo el pueblo judío representa “nuestras fuertes raíces”. Es un símbolo para todos de la fuerza y la unidad, y el poder de la persistencia”.

Dijo que esta no es sólo una historia sobre la victoria de los macabeos, sino de todas las victorias del pueblo judío en Israel.

“Incluso ahora, educamos a la siguiente generación, en los jardines de infantes, y ellos aprenden sobre Janucá, y cuánto luchamos por nuestra tierra”, dijo Merdinger. “Incluso ahora, cuando estamos divididos por las elecciones y el gobierno, Janucá nos une a todos… La menorá es un símbolo muy bueno e importante para nosotros.”

“Producimos la menorá en Kfar Daniel, y esta es la misma área donde tuvo lugar gran parte de la historia de los macabeos”, señaló. “No es una coincidencia que estemos aquí.”

Con Janucá acercándose rápidamente, Merdinger dijo que ya se han quedado sin existencias de sus menorás modernas a pesar de que comenzaron a producirlas a principios de año.

“Planeamos el próximo año duplicar la producción de todas las menorás y de las más modernas”, dijo.

Para concluir, Medinger dijo que siempre se siente como el “hombre más rico del mundo” porque llega a ser el emisario que proporciona a tanta gente la oportunidad de hacer la mitzvá de encender la menorá de Janucá.

Por: Ilanit Chernick / En: Jpost / Traducción de Noticias de Israel