AMIA: Los murales del Hospital de Clínicas fueron declarados bienes del patrimonio cultural


La Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico del gobierno porteño declaró como “bienes integrantes del patrimonio cultural” a los tres murales que, en el marco del 25º aniversario del atentado del 18 de julio de 1994 contra la AMIA, fueron pintados sobre las paredes del Hospital de Clínicas “José de San Martín”.

El proyecto de los murales convocó a tres de los artistas más reconocidos de nuestro país en la técnica del arte urbano o callejero: “El Marian” (Mariano Antedoménico), Martín Ron y Mariela Ajras, quienes abordaron desde la potencia comunicativa del muralismo diferentes dimensiones de la tragedia.

Con idea y curaduría de Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA, las obras son una invitación permanente a recordar a las víctimas fatales, renovar el pedido de justicia, y reconocer y destacar la asistencia humana y profesional que brindaron médicos, enfermeras, auxiliares y voluntarios ante el horror vivido.

La realización del proyecto de los murales fue posible gracias a un acuerdo firmado entre las autoridades de la UBA y la AMIA, y contó con el apoyo del Hospital de Clínicas, la Facultad de Medicina de la UBA, los Ministerios de Cultura y de Desarrollo Urbano y Transporte del gobierno porteño, Fundación IRSA, DESA – Desarrolladora Energética S.A., Laboratorio ELEA, Sinteplast y El Galgo.

ESPACIO PERMANENTE DE RECORDACIÓN

A cargo de “El Marian”, la primera obra hace referencia al 18 de julio de 1994, después de las 9:53, hora exacta de la explosión de la bomba. La obra también refleja cómo en medio de la destrucción y el horror, cadenas humanas trataron de rescatar vidas entre los escombros.

Realizado por Martín Ron, el segundo mural está dedicado a los trabajadores de la salud del Hospital de Clínicas, quienes el día del atentado pusieron en acción toda su humanidad y profesionalismo en la tarea de salvar vidas y curar a los heridos.

Por último en el tercer mural, a 25 años del atentado, la artista Mariela Ajras trabajó sobre la idea de cómo el paso del tiempo terminó transformando la esperada justicia en impunidad.