Las fuerzas de seguridad también dispararon al aire con balas de verdad, según un testigo de Reuters y dos emisoras locales.
Los manifestantes prendieron fuego a los contenedores de basura y lanzaron botes de gas lacrimógeno a la policía antidisturbios cuando sonaron las sirenas de las ambulancias. Los jóvenes, con el rostro cubierto, destrozaron tiendas de bancos y cajeros automáticos, dijo otro testigo de Reuters.
Una ola de protestas estalló en octubre pasado contra una élite gobernante acusada de conducir al Líbano hacia su peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-1990.
Desde que Saad al-Hariri renunció al cargo de primer ministro a finales de octubre, los políticos no se han puesto de acuerdo sobre un nuevo gobierno o un plan de rescate. La libra libanesa se ha debilitado en el mercado paralelo, la crisis de las divisas ha hecho subir los precios y la confianza en el sistema bancario se ha resentido.
“Todo lo que estamos sufriendo se debe a los bancos y a las políticas del banco central”, dijo Ali, un estudiante universitario de 21 años, durante la protesta en el distrito comercial Hamra de Beirut. “Por eso ya no hay dinero y los precios están subiendo”.
Dijo que los estrictos controles que los bancos han impuesto, limitando los retiros de dólares y bloqueando la mayoría de las transferencias al extranjero, también han alimentado la indignación. “No le darán a la gente su propio dinero”.
El jefe de la asociación bancaria dijo a Reuters esta semana que los controles buscaban “preservar la riqueza del Líbano, y el gobernador del Banco Central, Riad Salameh, dice que los depósitos son seguros”.
La defensa civil dijo que atendió a algunos manifestantes y policías que sufrieron lesiones el martes, sin cobrarles un peaje.
Las fuerzas de seguridad interna de Líbano pidieron a los manifestantes que abandonaran la calle Hamra “por su seguridad o de lo contrario serán considerados alborotadores y serán perseguidos”.
Fuente: Reuters / Jpost / Traducción de Noticias de Israel
