Las llamadas “protestas” de la “Gran Marcha del Retorno” comenzaron en marzo de 2018 y siguieron un patrón consistente en el que Hamas traía miles de alborotadores a la zona fronteriza cada viernes, donde quemaban llantas, intentaban provocar y atacar a los soldados de las FDI y se infiltraban en el sur de Israel para cometer ataques terroristas.
Los ataques también tenían por objeto producir imágenes de víctimas palestinas para utilizar los medios de comunicación para dañar la posición mundial de Israel. Además, los actos de violencia sirvieron para encubrir el vuelo de artefactos explosivos e incendiarios hacia el territorio israelí en cometas y globos.
En el momento en que comenzaron los disturbios, el líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, dijo: “Derribaremos la frontera y les arrancaremos el corazón de sus cuerpos”.
En los últimos meses, la violencia se ha vuelto menos intensa, en medio de los rumores de una larga tregua negociada por Egipto.
Sin embargo, según Walla, Sinwar puede ahora renovar los disturbios con la esperanza de obligar a Israel a hacer concesiones y empujar a los egipcios a apoyar sus demandas de línea dura.
Sinwar, según el informe, consideró que los disturbios fueron un éxito, ya que volvieron a poner a Hamas en el mapa político y obligaron a Israel a negociar. Los disturbios sólo se sofocaron porque Hamas esperaba que hubieran logrado su objetivo de llevar beneficios políticos y económicos a Gaza.
Sin embargo, esto se vio socavado cuando Ismail Haniyeh, el jefe del Buró Político de Hamas, viajó a Teherán el mes pasado para el funeral del comandante de la Fuerza Quds iraní, Qassem Soleimani.
Egipto, que considera al Irán como un adversario regional, estaba indignado por la visita, y sus relaciones con Hamas se han enfriado considerablemente como resultado de ello. Haniyeh ha permanecido en el extranjero por ahora porque Egipto se ha negado a autorizar su regreso a Gaza.
Por lo tanto, Sinwar cree que reanudar los ataques podría hacer que Egipto se volviera en contra de Hamas. Además, Sinwar cree que con Egipto fuera de juego, Israel podría sentirse libre de asesinarlo como lo hizo el comandante de la Jihad Islámica Baha Abu al-Ata hace tres meses. Así que quiere intensificar las tensiones en la frontera sin provocar una respuesta masiva de Israel.
Algemeiner informó el domingo que los grupos terroristas en Gaza ya temían más asesinatos, con los líderes de la Jihad Islámica pasando a la clandestinidad después de que el grupo lanzara varios ataques con cohetes en el sur de Israel.
También se reveló que los ataques de represalia de las FDI contra Hamas tras los disparos de cohetes supusieron un golpe al grupo terrorista mucho más severo de lo que se sabía en general.
Fuente: Israel Noticias
