Un comunicado de la PolicÃa de Israel que sirve para el mundo todo
La PolicÃa israelà informó que en los últimos dÃas fueron recibidos de la central de Interpol informes desde distintas partes del mundo sobre el comienzo de diversos tipos de estafas aprovechando la crisis general por el Corona.
Una de las manifestaciones más comunes son los intentos de “fishing”, de “pescar” datos de clientes y cuentas de bancos de ciudadanos para robarles dinero.
En el comunicado policial, se detalla distintos tipos de estafas, aclarándose que aún no han llegado a Israel y no se sabe de ciudadanos israelÃes que hayan sido vÃctimas de ellas. Pero dada la advertencia de Interpol, el potencial existe. Y aquà lo contamos ya que está claro que pueden ocurrir también en el resto del mundo, por lo cual hay que estar alertas.
1) Alguien se contacta a través de una dirección de correo electrónico que incluye un link y páginas web que simulan ser de compañÃas de renombre mundial, dedicadas a la producción de medicamentos y equipos médicos.
Aprovechando los informes sobre falta de máscaras protectoras y la creciente demanda a la que hasta ahora no se ha podido responder, lo cual ocurre en numerosos paÃses, el mensaje pide a su receptor que envÃe un pago a una cuenta de banco (que suele ser en Alemania, Holanda, España o Portugal, aunque no siempre) prometiendo que a cambio de eso, la persona recibirá directamente en su casa el equipo encargado.
2) Contacto telefónico con gente de la Tercera Edad. Alguien llama, se presenta como médico, da el nombre de un familiar de la persona, dice que está internado por el Corona y que hay que hacer una transferencia urgente de dinero para darle el tratamiento necesario para salvarle la vida. Pide la transferencia por banco o envÃan a una persona, el sospechoso del fraude, a la casa del anciano para recoger el dinero, diciéndole que asà le facilitan el trámite para que no tenga que molestarse.
3) El sospechoso que se contacta con la vÃctima, simula representar a una institución médica, alega que se sospecha que haya estado expuesto al virus y dice que el Estado intenta hacer un seguimiento de la cadena de contagio. Dice que es necesario verificar sus datos, incluyendo de la cuenta de banco, como parte del proceso de confirmación.
4) Amplia difusión de mails con links que se presentan como conexión con sitios que dan asesorÃa médica al público y recomendaciones sobre cómo protegerse del Corona.Agregan elementos como un mapa de la propagación mundial del virus. A menudo el mail simula ser de la propia Organización Mundial de la Salud o de otras instituciones muy conocidas y de legitimidad comprobada. Y evidentemente, al apretar el link y entrar al sitio, se pide a la vÃctima escribir sus datos, incluyendo dirección de correo electrónico y su contraseña. De esa forma insertan un programa que infecta el aparato permitiendo robar datos personales para continuar con el fraude y el robo de fondos por otras vÃas.
La recomendación de la PolicÃa de Israel, que vale-como ya hemos comentado-para el mundo todo, en base a las advertencias de Interpol:
-Entrar a páginas web y portales únicamente de modo seguro a través del link oficial.
- Prestar mucha atención a la identidad de quien envÃa el mensaje.
- Si reciben un mensaje o sms sospechoso que pide actualizar los datos de pago, lo mejor es confirmarlo directamente con la compañÃa que supuestamente mandó el mensaje, o sea con la compañÃa original, no a través del mensaje mismo.
- En todo caso de duda, entrar al sitio oficial de la empresa en cuestión y no a través del link que llegó en el mensaje,
- Prestar mucha atención a la dirección que aparece, que puede causar la impresión de ser exactamente como la de la compañÃa verdadera, pero que en realidad puede tener un dÃgito o letra distinto y eso ya cambia todo.
- Hay que prestar atención si se trata de una página segura. En general, las páginas seguras tienen el dibujo de un candado verde y la dirección comienza con las letras https
-Recuerde que los datos del cliente/usuario son fijos hasta que el cliente mismo pide por su iniciativa modificarlos.
Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai