Los ganadores del concurso, incluidos los artistas de murales, ensayistas, poetas y videógrafos, entre otros, compartirán una subvención de 100.000 dólares para aplicar sus ideas en entornos del mundo real, patrocinada por organizaciones judÃas como CAMERA, Aish Ha’Torah, Artists4Israel, La Fundación Tikvah, Servicio de Noticias JudÃas, la Coalición Israel en el Campus, la Federación Sefardà Americana y la Fundación Galila.
Uno de los ganadores es un artista japonés-americano que se llama JUURI. Viaja por los Estados Unidos pintando murales inspirados en la historia japonesa. En los últimos años, JUURI ha encargado murales destinados a combatir el antisemitismo a organizaciones como Artists4Israel, donde surgió su interés por pintar temas judÃos y luchar contra el antisemitismo, eso y los “rampantes” tropos antisemitas que dominan muchos temas del arte callejero.
“Para mi proyecto del Premio Emma Lázaro, planeo pintar un gran mural del diplomático japonés de la Segunda Guerra Mundial Sugihara Chiune”, escribió JUURI en un correo electrónico. “Emitió 4.000-6.000 visados ilegales para que los judÃos pudieran huir de Lituania a territorio japonés. Se enfrentó completamente en contra de los deseos del gobierno japonés, poniendo su propia vida y la de su familia en peligro. Incluso se dice que cuando estaba a bordo del tren para dejar su puesto para siempre, seguÃa escribiendo visas, arrojando los pedazos de papel por la ventana a los refugiados que estaban afuera. Se estima que 40.000 descendientes de los titulares originales de los visados están vivos hoy en dÃa debido a sus acciones”.
Sin embargo, los momentos culminantes que llevaron a la conferencia estuvieron lamentablemente envueltos en la incertidumbre.
El evento del domingo estaba inicialmente programado para celebrarse en el Museo Nacional de Historia JudÃa Americana en Filadelfia, sin embargo, debido a la propagación del coronavirus y a la aceleración de los temores en los Estados Unidos, los organizadores tuvieron que trasladar la conferencia a un lugar digital para la seguridad de sus asistentes.
Como el evento se desarrolló según lo previsto, los oradores principales, como el activista de derechos humanos y ex presidente de la Agencia JudÃa Natan Sharansky o el Enviado Especial a los Estados Unidos Elon Carr, subieron al podio para compartir sus opiniones sobre el antisemitismo con 30.000 personas que vieron la conferencia en lÃnea.
Tanto Sharansky como Carr aludieron a las nociones que se están difundiendo en todo el mundo de que el pueblo judÃo es responsable de la propagación del coronavirus, y añadieron que éstas son las condiciones perfectas para un repunte del antisemitismo, como se ha demostrado que es cierto en anteriores crisis de salud pública a lo largo de la historia.
“La idea de que los judÃos están detrás del virus, que los judÃos quieren destruir los mercados, hacer dinero o que Israel está detrás de esto, no es nada nuevo”, dijo Sharansky. “Lo vimos durante la Peste Negra en la Edad Media. HabÃa una amplia creencia de que los judÃos estaban detrás de esto. La diferencia entre entonces y ahora es que hoy el Estado de Israel es fuerte, estamos luchando contra el antisemitismo y lo derrotaremos”.
Recientemente, la propaganda con respecto a la propagación del virus ha sido apuntada a Israel y al pueblo judÃo en lugares como Irán, TurquÃa y Jordania, dijo, lo cual es otro esfuerzo para deslegitimar al Estado judÃo, ya que los temores alrededor del mundo se propagan como un incendio forestal.
Aunque el brote de coronavirus es una de las principales preocupaciones del mundo, la conferencia pretendÃa poner de relieve el creciente antisemitismo y las polÃticas gubernamentales para combatirlo, asà como nuevas formas de centrar los esfuerzos para acabar con los malentendidos en todo el mundo.
“Vean lo que sucedió en el Reino Unido, cuando la gente salió a las calles y dijo que no permitirÃa que su paÃs se llenara de odio. Actuaron contra el aumento del antisemitismo y causaron un terremoto”, dijo Carr, que pasó a esbozar las polÃticas actuales de Estados Unidos contra el antisemitismo. “La actual administración está determinada por sus palabras y acciones para luchar contra el antisemitismo. La administración está comprometida a asegurar la seguridad fÃsica de los judÃos, a luchar contra la propagación del antisemitismo en Internet, a poner fin a la radicalización de los estudiantes en Oriente Medio a través de los libros de texto, a educar sobre el filosemitismo [amor a los judÃos] y a tomar medidas legales contra aquellos que se dedican al antisemitismo”.
La CAM, fundada en 2019 y dirigida por su director Sacha Roytman-Dratwa, se describe a sà misma como un movimiento de base no partidista compuesto por individuos que comparten todos los diferentes tipos de fe y antecedentes, que están unidos en torno a la noción de detener el antisemitismo en todas sus formas.
“Estamos en una época en la que necesitamos trabajar en colaboración unos con otros. Si se mira a través de la historia del mundo, los mayores logros vienen de aquellos que trabajan juntos” para resolver un problema, dijo Roytman-Dratwa a The Jerusalem Post. “Lo que intentamos hacer es básicamente ofrecer una plataforma para implementar estos proyectos juntos, y ofrecerles la oportunidad de ser parte del movimiento mientras intentamos trabajar juntos”.
Roytman-Datwa continuó compartiendo que su poderosa motivación para luchar contra el antisemitismo no sólo proviene de cuestiones externas, sino también de las que literalmente le afectan. Le dijo al Post que los miembros de su familia que aún viven en Bélgica tienen miedo de tener la mezuzá en su puerta, añadiendo que incluso han llegado a cambiar su nombre familiar judÃo original, que habÃa sido transmitido durante generaciones.
“Nacà en Bélgica. La gente tiene miedo”, dijo. “En Bélgica, en las escuelas judÃas hay francotiradores en los tejados y los militares afuera protegiendo las puertas con [Humvees]. Está llegando a un punto en el que es peligroso, no porque se vean esvásticas en las puertas o cosas asÃ: La gente ha sido asesinada en Europa y en otros lugares de los Estados Unidos”, dijo Roytman-Datwa al Post.
“Como judÃo que viene de la diáspora, tocó a mi familia, tocó mi vida y tocó mi identidad, asà que no puedo quedarme quieto y no hacer nada al respecto”.
Fuente: Jerusalem Post / Israel Noticias
