Falleció Henry Wermuth, el judío que intentó matar a Hitler

Henry Wermuth, un judío alemán sobreviviente del Holocausto que una vez intentó acabar con Adolf Hitler, falleció a los 97 años.


De acuerdo con el periódico Times of London, Wermuth falleció el pasado 19 de mayo por fallas en los órganos vitales, luego de haberse recuperado de una presunta infección por COVID-19.

Wermuth nació en 1923 en la ciudad de Fráncfort, Alemania, donde tuvo una infancia llena de patriotismo y sin padecer casi ninguna experiencia de antisemitismo contra él o su familia judía, según el Holocaust Memorial Day Trust.

Pero con la llegada de los nazis al poder una década después, todo cambió. En 1938, los nazis deportarton a la familia entera hacia Cracovia, como parte de las acciones contra los judíos alemanes de origen polaco, debido a que sus padres habían nacido en Polonia.

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial un año después, la situación de los Wermuth se complicó, al punto de que el padre de Henry, Bernard, terminó por ser arrestado y enviado temporalmente a prisión.

Para 1942, padre e hijo fueron obligados a trabajar en la construcción de caminos como parte de un campo de trabajos forzados llamado Klaj, en la Polonia ocupada por los nazis.

Trágicamente, mientras Henry y Bernard laboraban en los trabajos de construcción, los nazis capturaron un día de agosto de ese año a su madre Ida, y a su hermana, para deportarlas hacia el campo de exterminio de Belzec, donde terminaron por ser asesinadas.

Sin haber perdido la esperanza de ver de nuevo a su madre y hermana, Henry supo del rumor de que Hitler supuestamente pasaría cerca de Klaj, pues el líder tenía planeado ir al frente oriental para visitar a las tropas alemanas que enfrentaban al ejército soviético.

Una noche antes de que ocurriera el tránsito del tren que llevaría a Hitler, Henry tomó la decisión de ir a las vías férreas por donde pasaría el transporte y tratar de de que ese fuera el último viaje del genocida, con la esperanza de que tras ello acabaría todo el infierno desatado.

Así, burlando la laxa seguridad en la zona, el joven de 19 años llegó al punto elegido y apiló maderas y rocas encima de una sección de las vías del tren, con el objetivo de intentar descarrilarlo cuando pasara.

Al siguiente día, pese a presenciar el paso del tren desde la estación más próxima, y ver casi a Hitler a los ojos, el esperado intento de descarrilamiento nunca ocurrió.

“Un tren pasó con tres vagones, y en la ventana había un hombre que reconocí por el bigote como Hitler”, dijo a The Jewish Chronicle en 2013. “Me quedé allí hipnotizado, esperando el choque, pero nunca llegó. Un granjero local o alguien que patrullaba debió de haber eliminado los troncos”.

Poco después, Henry vivió épocas más sombrías, terminando por ser prisionero en un total de nueve campos de concentración e incluso sobrevivir un intento de asesinato con arma de fuego por un comandante nazi.

En el último de los campos a donde fueron trasladados, Mauthausen, su padre Bernand murió el 27 de abril de 1945, solo 11 días antes de la guerra y con una herida en la cabeza resultado de un fuerte golpe que sufrió a manos de un guardia.

Henry recobró su libertad en mayo de 1945 de manos de las tropas estadounidenses que liberaron el campo, pesando solo 33 kilos y con tuberculosis.

Luego del Holocausto, sin familia, Henry inmigró hacia Reino Unido, para establecerse en Londres, donde se dedicó al negocio de las bienes raíces, y sin dejar nunca de relatar sus vivencias en el genocidio para las nuevas generaciones.

En 1995, su ciudad natal, Fráncort, le concedió la Medalla Johanna Kirchner por su intento de asesinar a Hitler en 1942.

Fuente: ©EnlaceJudío