Con la viralización, no se a
que público podrá llegar esta nota vinculada a la situación de los casamientos
religiosos judíos en epocas de pandemia. Lo que si le pido al lector, judío o
no, religioso o laico, ultraortodoxo o reformista, es que antes de juzgarla,
alabarla o cuestionarla, la llegue a leer hasta el final.
Rabí Ionathan Eibeshutz decía : “ La Torá es como
un remedio que purifica al hombre de todo mal, por lo tanto esta escrito no
aumenten ni disminuyan ( Deut. 4, 5). Un remedio hay que digerirlo según
como lo recetaron. Una cantidad menor no ayuda; una cantidad mayor perjudica “.
En marzo de este año, antes
de Pesaj, el rabinato de AMIA y de
organizaciones ortodoxas como Jabad, Ajdut Israel y el templo de Camargo, sacaron un comunicado advirtiendo
sobre la preeminencia de las normas sanitarias nacionales por sobre las reuniones
festivas de Pesaj, rezos, sedarim, etc. No se hizo referencia a casamientos
porque se daba por descontado que en los días que van de Pesaj a Shavuot no se realizan casamientos a
excepción de Lag Baomer ( hay otras costumbres luego de Lag Baomer pero no
vienen al caso). Siendo así, ¿ qué
motivó a estos tres rabinos a oficiar distintos casamientos ( iban a ser cuatro) desobedeciendo normas de
rabinatos ortodoxos ?
Hay varias respuestas. Se
argumenta que la fecha de casamiento no puede modificarse por varios motivos.
Uno de ellos es que según la Cabalá ( la filosofía mística judía emanada de la
Torá y estudiada en profundidad por muy pocos) dice que no puede retrasarse la
llegada de un alma a este mundo ( una nueva criatura). Sin embargo, la Halajá(
Ley Judía) esta por encima de la Cabalá
y la postergación esta permitida. De
hecho, si uno de los novios se enfermara o si no se pudieran abonar los gastos
del casamiento, o si uno de los novios entrara en duelo por la muerte de uno de
sus padres, se puede postergar.
Otro argumento es que el
noviazgo judío religioso esta sujeto a las reglas estrictas de recato sexual (
los novios deben llegar vírgenes al matrimonio) y por lo tanto no se puede
demorar la consumación del acto marital.
Sin embargo, también se podría postergar si la novia tiene un
adelantamiento de su período menstrual con lo cual estarían inhibidos de
unirse. Para el judaísmo, los actos físicos tienen siempre connotaciones
espirituales a considerar. Es más, el rabino Kanievsky, la más importante
autoridad ultraortodoxa con vida en Israel, dijo claramente en una de sus obras
que respecto a no postergar un
casamiento “no ha encontrado cita alguna
en el Talmud sobre este tema pero reconoce que
“ que es una costumbre ( no un precepto ) arraigada entre grupos muy
piadosos”. Pero más allá de estas consideraciones los casamientos deberían ser
postergados porque en lugar de ser fuente de futura vida, en estos momentos de
pandemia, podrían ser foco de contagio de corona y es conocido que la Torá
establece “ubajarta bajaim “ ( Elegirás
la vida) que en este caso es aplicable para evitar la propagación. Además esta
el concepto talmúdico de Rabi Schmuel, en el siglo II e.c. que estableció el
criterio “ Dina maljuta Dina “ ( la ley del reino o país es ley por encima de
la ley religiosa) menos en tres casos : si te quieren obligar a dejar la
religión; si te quieren obligar a consumar relaciones sexuales incestuosas o si
te quieren forzar a matar a alguién amenazando tu vida. Ninguno de estos tres
casos encaja en las limitaciones.
Veamos otro ejemplo halájico
muy severo. Es sabido que Iom Kipur
exige un ayuno absoluto. Pero puede darse el caso que una persona ya enferma se
sienta muy mal. Consultado su médico; si
este le dice que igual debe seguir ayunando, él puede comer si siente que su
vida puede peligrar. Y Iom Kipur es mucho más severo que la postergación de un
casamiento.
Un capítulo aparte merecería
analizar cierta prensa amarillista en la presentación de estos casos ya que no
han tenido el mismo criterio periodístico morboso con un sepelio en Lobos; con
una fiesta de cumpleaños de allegados al poder en Santa Cruz o en el baby
shower de Necochea, solo para citar algunos ejemplos de peores violaciones a la
cuarentena.
Conociendo seguramente todo
lo antedicho, ¿ por qué entonces se
siguió adelante con los casamientos?.
Aquí entran a tallar cuestiones personales. Parece que hay quienes
quieren ir más lejos que lo que la Torá ordena llegando a situaciones
negligentes. No estaría tampoco ausente un defecto que altera a todos los seres
humanos en algún momento: la Gaaba ( orgullo o vanidad). El mensaje implícito
sería “ yo soy más cuidadoso o estricto que vos “. La gaaba es contraria a la
Torá. De Moises no se conoce ninguna
cualidad física en los textos. Sólo se dice que “ es un hombre humilde”. Los
rabinos son alumnos y descendientes espirituales de Moises por lo que
deben dar el ejemplo con su accionar
cotidiano. La Torá en la perasha Shemini, en el libro de Levítico, nos trae el
conocido caso de los dos hijo de Aharón,
Nadav y Abihu,, que al momento de la inauguración del santuario en el desierto,
trajeron un fuego extraño y fueron eliminados por Di-s. ¿ Qué fuego extraño
traerían personas tan elevadas ?. Los
comentaristas traen varias respuestas. Unos dicen que llegaron borrachos por
las libaciones; otros dicen que con soberbia enseñaron Halajá por encima de
Moises y Aharón ( regla que subsiste hoy
en día de los alumnos hacia los rabinos cuando estos enseñan); otros expresan
que hicieron idolatría y otros que lo hicieron por vanidad. ¿ Acaso los rabinos
que casaron quisieron ser más severos en
la observancia que Moises y Aharón ? . No lo creo pero con humildad digo que se
equivocaron.
¿ Fue un acto de traición
denunciar públicamente estos casamientos ?
Uno de los aspectos menos
debatidos en los medios de comunicación y felizmente no abordado por “
opinólogos “ de turno, es cómo llegaron
a los medios masivos los videos viralizados de fiestas transgresoras de la cuarentena. Según trascendidos fueron vecinos judíos o no
judíos molestos por la situación, o por un helicóptero policial que filmaba
patios o por alguno de los presentes. Me tocó hace algunos días atrás debatir
por Whats App con dos personas que sin haber estado en los casamientos
defendieron la realización de los mismos. No solo eso sino que usaban la
terminología halájica de Moser o Malshin ( traidor o delator ) para las
personas que dieron a conocer la existencia de dichas ceremonias
clandestinas. Es más, uno de ellos me
dijo que el código halájico Shuljan Aruj
establece que es “ un traidor al pueblo judío al que denuncia a un judío ante
los tribunales gentiles y que su alma no irá al mundo venidero “. Sostuve un largo intercambio con estas
personas y les expresé que no era este el caso. Moser o Malshin es cuando un
judío deliberadamente molesta, se burla o actua por odio hacia el judaísmo o
quiere obtener un rédito de su actitud ( los judíos que ayudaban muchas veces a
los nazis a cambio de beneficios). En este caso es claro que la figura halájica
no encuadra porque quien haya denunciado los casamientos no lo hizo por odio o envidia
sino por resguardar los protocolos sanitarios. Algunos otros detractores de estas justificadas denuncias
lo hicieron con odio y desprecio hacia sus propios hermanos y también
argumentaron que denunciar esto trae antisemitismo. En verdad, el antisemita no
necesita no necesita excusas para que su odio brote. Pero si alguién sería
responsable de antisemitismo es aquel que ha provocado la ruptura de la cuarentena. Con respecto al
desprecio hacia sus propios hermanos hay
que recordar que estan violando uno de los más conocidos preceptos de la Torá :
“Y amarás a tu prójimo como a ti mismo “.Rabi Akiva, el más grande de los
sabios de la Ley Oral, dijo al respecto “ que es una gran regla de la Torá “.
Es más, citando nuevamente al rabino Kanievsky ( diario Kikar Hashabat) dijo que “ esta permitido denunciar ceremonias y minianim clandestinos
en épocas de corona por Din Rodef “ ( la ley del Perseguidor ). ¿ Qué es Din Rodef ? Alguién que sin desearle puede provocar la
muerte del otro. Por ejemplo, un feto que pone en peligro la vida de su madre (
es uno de los casos en que el judaísmo permite el aborto ). La Torá misma dice
“ Al Taamod al dam reeja “ ( no estes parado sobre la sangre de tu prójimo) ¿
Qué significa este precepto ?. Varias
cosas. Una es que no puedo pasivamente ver como una persona mata a otra sin
hacer nada. Sería un cómplice indirecto.
Esto es válido para esta situación. Con el peligroso brote del corona en
Cap. Fed , los organizadores de los
casamientos podrían sin quererlo ser Rodfim ( perseguidores) porque la gente
podría contagiarse y enfermarse seriamente .
Ya hemos sido testigos de situaciones similares en Nueva York e Israel. También
en Argentina fuimos testigos de la
muerte del rabino Gabriel Yabra ( z”l) y su padre Adolfo Yabra (z”l) sin haber
participado de ningún casamiento.
Si los rabinos que llevaron a
cabo estos casamientos hubieran pensado con algo más de criterio, tendrían que
haber gestionado ante las instancias centrales o el gobierno de la Ciudad para
hacer un protocolo y poder casar. Ante estas circunstancias si se quiere casar
no hacen falta diez varones. Con la pareja, sus padres, dos testigos aptos y
quien los case ( puede no ser un rabino ) manteniendo distanciamiento social y
los cuidados sanitarios, es probable que los hubieran autorizado. Pero otra vez
primó el “ a mi no me va a pasar” o la
aparición de la gaaba. O lo que sería peor : El fanatismo humano en lugar de la
palabra divina.
Finalizo la nota casi tal cual como la comencé: a los que no les gusto
no me descalifiquen diciendo que soy liberal o laico o no se que otra cosa. Soy
sólo un simple judío observante de preceptos pero que considera sacro el
estudio de las fuentes y el sentido común antes que emitir opinión o realizar una acción dañina hacia el otro. Que no sepamos más de penurias.