Una parte de los rollos del mar Muerto, la colección de textos milenarios que incluye el pasaje bÃblico conocido más antiguo del mundo, no proceden del desierto en el que se encontraron, revela el análisis del ADN de algunos de estos fragmentos de pergamino, según un estudio reciente.
El hallazgo de los 900 manuscritos entre 1947 y 1956 en las cuevas de Qumran, a orillas del mar Muerto, está considerado como uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos de todos los tiempos, pues comprende textos religiosos en hebreo, arameo y griego, además de la versión más antigua conocida del Antiguo Testamento.
Los documentos más viejos se remontan al siglo III a.C y el más reciente, al año 70, cuando las legiones romanas destruyeron el Segundo Templo judÃo.
Muchos expertos creen que los rollos del mar Muerto fueron escritos por los esenios, una secta judÃa disidente que se retiró hacia las cuevas de Qumran. Otros, en cambio, piensan que una parte de ellos fue escondida por los judÃos para protegerlos de los romanos.
En total, se descubrieron unos 25.000 fragmentos de pergamino en el desierto de Judea en los últimos 60 años.
Un estudio en busca del origen
Para descubrir su origen y asà poder reconstruir su historia, un grupo de investigadores israelÃes estudió el ADN de fragmentos de manuscritos redactados en pieles.
"Analizando trozos de pergaminos, descubrimos que algunos textos fueron escritos en pieles de vaca y de cordero, mientras que hasta entonces habÃamos considerado que todos fueron escritos en piel de cabra", explicó a la Pnina Shor, investigadora de la Autoridad israelà de Antigüedades, directora del proyecto.
"Esto prueba que esos manuscritos no vienen del desierto en el que fueron encontrados", afirma la investigadora israelÃ. Entonces, ¿de dónde vienen exactamente y quién los escribió? Son incógnitas difÃciles de contestar, pero el estudio del ADN, también realizado por un equipo de la Universidad de Tel Aviv durante siete años en 13 textos, "abre la vÃa a nuevos descubrimientos", consideró Shor.
"Por fin podremos encontrar una respuesta a la pregunta esencial sobre la identidad de los autores de esos manuscritos y esos primeros resultados repercutirán en el estudio de la vida de los judÃos en la época del Segundo Templo", agregó.
El descubrimiento
Entre los descubrimientos del equipo de Shor, figuran extractos del libro bÃblico de JeremÃas (un profeta que vivió en el siglo VI a.C). Durante mucho tiempo, los investigadores pensaron que algunos fragmentos de ese libro provenÃan del propio manuscrito.
"Vemos diferencias, tanto en el contenido como en la caligrafÃa, pero también en la piel del animal utilizado para el pergamino, lo que prueba que tienen distinta procedencia", afirmó Beatriz Riestra, una de las cientÃficas que participó en la investigación.
"Caracterizando las relaciones genéticas entre diferentes fragmentos de pergamino, los investigadores pudieron averiguar importantes relaciones históricas", afirmó el profesor Oded Rechavi, de la Universidad de Tel Aviv. "Es como reconstituir un puzzle. Existen muchos trozos de pergamino que no sabemos como enlazar y si juntamos las piezas equivocadas, la interpretación [que hagamos] puede cambiar considerablemente", precisó.
"La investigación tan solo está en sus inicios pero ya está revelando resultados convincentes", afirmó Shor, que recordó que su papel también es el de conservar los manuscritos y que ni siquiera se pueden utilizar todos los fragmentos para el estudio, pues algunos, extremadamente frágiles, podrÃan romperse.
Fuente: ClarÃn / Con información de AFP