La lucha contra el racismo y la violencia policial es la forma en la cual Black Lives Matter ha logrado duplicar su respaldo desde la anterior elección presidencial. Pero sus referentes y fundadoras han demostrado que en realidad respaldan tanto a regÃmenes represores como a ideólogos frontalmente racistas, como son los marxistas.
«Somos marxistas entrenadas», dijo Alicia Garza, una de las tres fundadoras de Black Lives Matter (BLM), refiriéndose a ella y Patricia Cullors. En su manifiesto no piden trato igualitario ante la ley para las personas de todas las razas, sino un socialismo racializado, que implica una redistribución de la riqueza con perfil racial, donde en lugar del proletario expropiando al burgués, el negro expropia al blanco.
«Los sistemas interconectados de supremacÃa blanca, imperialismo, capitalismo y patriarcado configuran la violencia que enfrentamos», afirma la plataforma M4BL (Movement for Black Lives) de BLM.
Continúa: «Como personas oprimidas que viven en los Estados Unidos, el vientre del imperio global, estamos en una posición crÃtica para construir las conexiones necesarias para un movimiento de liberación global. Hasta que podamos derrocar al imperialismo estadounidense, el capitalismo y la supremacÃa blanca, nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo continuarán viviendo encadenados».
Siguiendo esta lÃnea, la última integrante de la triada fundadora de Black Lives Matter fue nada menos miembro del panel que condecoró a Nicolás Maduro en Harlem Nueva York. Pese a su constante represión contra la oposición, esta agrupación que dice combatir la brutalidad policial, premió a un represor.
Y es que para BLM la oposición en Venezuela es «contrarrevolucionaria»; según un manifiesto publicado en nombre de Black Lives Matter luego de que Opal Tometi participó como observadora internacional de las elecciones parlamentarias en Venezuela y vio cómo perdÃa el oficialismo.
Mediante este pronunciamiento, BLM defendió a la revolución socialista bolivariana, por su presunto mejoramiento en la vida de los indÃgenas y negros. No lo ha rectificado pese al asesinato y persecución de los indÃgenas pemones, cuando estos exigieron el paso de ayuda humanitaria impedida por Maduro en la frontera con Brasil.
De hecho, bajo el socialismo, el Ãndice de pobreza se masificó tanto que ronda el 80 % de la población, llevó a madres indÃgenas a la frontera con Colombia para regalar a sus hijos ante la imposibilidad de alimentarlos.
El racismo contra negros e indÃgenas de «El Che»
Fue precisamente en Venezuela donde uno de los principales referentes del socialismo hizo declaraciones profundamente racistas. Ernesto «El Che» Guevara dijo: «Los negros, esos magnÃficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño».En la pelÃcula “Diarios de Motocicleta” omitieron esta observación incómoda del diario del Che, al igual que “…el negro indolente y soñador, se gasta sus pesitos en cualquier frivolidad o en ‘pegar unos palos’ (emborracharse), el europeo tiene una tradición de trabajo y de ahorro que lo persigue hasta este rincón de América y lo impulsa a progresar, aún independientemente de sus propias aspiraciones individuales.”
El revolucionario se refirió a los indÃgenas de Bolivia como «animalitos» y sobre la «indiada» en suelo argentino dijo que tienen un olor peor que el excremento de vaca.
Marx considera a los indÃgenas americanos infradotados, Engels a los negros como animales
No se limita a sus referentes recientes. El racismo ha sido parte del marxismo desde la raÃz. Marx, que era judÃo, despreciaba incluso a los propios. Pero se ensañó particularmente con los indÃgenas y mestizos del continente americano, a quienes consideraba inferiores por su poca ingesta de carne, lo cual sostenÃa impactó el desarrollo de sus cerebros. Según recopiló José Aricó, intelectual gramsciano buscó traducir a Marx para América Latina.Karl Marx, Racist se titula la obra del excomunista Nathaniel Weyl donde compila las cartas entre los coautores del Manifiesto Comunista, Friedrich Engels y Karl Marx, cita al segundo: «¿Es una desgracia que la espléndida California fuera arrebatada a los vagos mexicanos, que no sabÃan qué hacer con ella?». Engels agregó: «Hemos sido testigos de la conquista de México, y nos hemos alegrado. Es en interés del propio México que quede bajo la tutela de Estados Unidos».
En julio de 1862 Marx le escribió a Engels sobre su rival polÃtico, el también socialista Ferdinand Lasalle. Dijo: «Para mà está completamente claro ahora, como lo prueban la forma de su cráneo y su pelo, que desciende de los negros de Egipto, suponiendo que su madre o su abuela no se mezclaran con la negrada. Esta unión de judaÃsmo y germanismo sobre una base negra tiene que producir un producto peculiar. La protuberancia del colega es, asimismo, la propia de la negrada».
Engels dijo sobre el yerno de Marx, Paul Lafargue, que tenÃa «un octavo o un doceavo de sangre de negrazo». Cuando el yerno de Marx se postuló para concejal en un distrito parisino con zoológico, Engels le escribió una carta a la hija de Marx (esposa de Lafargue) con fecha de abril de 1887, decÃa: «Al estar, en su calidad de negro, un paso más cerca del reino animal que el resto de nosotros, sin duda es el representante más adecuado para ese distrito».
Es decir, lo trató como animal de zoológico, tal como hizo El Che con los indÃgenas argentinos camino a Bolivia.
El legado racista del marxismo y la defensa de gobiernos represores expone cómo Black Lives Matter no se trata de buscar un trato igual para todas las personas sino instaurar un sistema de gobierno donde la raza determina cuánto le debe expropiar el Estado y a quien distribuir. Y en su paso alimentarse de la fragmentación social para fines polÃticos.
Fuente: https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2020/07/08/legado-racista-marxismo-blm/