El incidente comenzó con un incendio en ocho de los tanques de gas de la planta que provocó una explosión. Los bomberos impidieron que el fuego causara más explosiones, según la Agencia de Noticias Laborales de Irán (ILNA).
La explosión causó grandes daños a la empresa y a una empresa vecina, pero no causó víctimas, según el jefe de bomberos local, informó ILNA.
La causa del incidente está siendo investigada. El IRGC y la policía iraní estuvieron en la escena del incidente el lunes.
La explosión es la más reciente de una serie de explosiones e incendios en infraestructura, industria y sitios nucleares en todo Irán. Los funcionarios iraníes se han referido a la mayoría de los casos como incidentes o accidentes, aunque algunos informes han afirmado que por lo menos algunos de los incidentes implicaron juego sucio.
Se produjo un incendio en una instalación perteneciente a la Compañía Petroquímica Shahid Tondgooyan en el suroeste de Irán, pero fue rápidamente contenido, informó el domingo la agencia oficial de noticias IRNA, citando a un funcionario local.
El incendio fue causado por un derrame de petróleo, pero no provocó ninguna baja o daño financiero, dijo Mohsen Beyranvand, el gobernador del condado de Mahshahr, según IRNA.
A principios de este mes, un escape de cloro en la Compañía Petroquímica Karun en el suroeste de Irán envió a docenas de empleados a la sala de emergencias. El mismo día, se produjo un incendio en la planta de energía Shahid Medhaj Zargan en la ciudad de Ahvaz en el suroeste de Irán.
La semana pasada, al menos dos personas murieron y otras tres resultaron heridas en una gran explosión en la fábrica de Sepahan Boresh en la ciudad de Baqershahr, cerca de Teherán, según informes iraníes y extranjeros.
La explosión fue causada por “negligencia en el llenado de los tanques de oxígeno”, dijo el gobernador del distrito de Kahrizak a Radio Free Europe/Radio Liberty el martes. Las paredes de la Compañía de Prensa Saipa, situada junto a la fábrica, también fueron dañadas por la explosión.
El viernes 26 de junio, se informó de una explosión en una instalación de almacenamiento de gas cerca de Teherán. Los medios de comunicación iraníes informaron de que el incidente se produjo en una “zona pública” de Parchin y no en un emplazamiento militar situado en las proximidades. Los servicios de seguridad occidentales creen que Teherán llevó a cabo pruebas relevantes para la detonación de bombas nucleares en Parchin hace más de una década. Irán lo niega.
Días después, el 30 de junio, otra explosión ocurrió en una instalación médica en Teherán, matando al menos a 17 personas. Dos días después, un misterioso incendio se produjo en la instalación nuclear de Natanz en la provincia de Isfahan, Irán, dañando una nueva fábrica dentro de la instalación que, según los expertos, fue construida con el propósito de producir centrífugas a gran escala.
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