George Chaya: “Si fue una explosión provocada, solo Hezbolá puede ejecutar algo así”

En entrevista con Enlace Judío, el experto argentino en Medio Oriente de origen libanés, George Chaya, ofreció un panorama actual de la situación de Líbano frente a uno de los mayores desastres de su historia reciente.


De acuerdo con Chaya, la explosión en la ciudad de Beirut se tiene que ver como “un hecho emergente a la crispación política que está manifestándose en la población libanesa”, en medio de un escenario político y económico que no es el mejor desde hace varios meses.

Las indagaciones preliminares de las autoridades libanesas apuntan a una presunta negligencia que terminó ayer en la detonación de 2,750 toneladas de nitrato de amonio confiscadas y retenidas desde hace seis años en el puerto de Beirut. El primer ministro y presidente de Líbano han prometido dar con los responsables y hacerles caer todo el peso de la ley.

Sin embargo, Chaya advierte que “no hay que descartar ninguna de las opciones” alternativas sobre la causa de este grave incidente que dado la vuelta al mundo.

“Si esto no fue un accidente, si esto fue una explosión provocada, no hay nadie dentro del territorio libanés que no sea Hezbolá que pueda ejecutar un ataque o un hecho de esta envergadura. No existe. No hay… solo Hezbolá lo puede hacer… sabemos quiénes son capaces de introducir ese tipo de material en el Líbano”, sostiene.

De acuerdo con el experto, el grupo terrorista Hezbolá tiene mucha preponderancia en el puerto de Beirut y muchos almacenes son controlados por sus huestes, por donde han incluso transportado armas, acciones que también han llevado a cabo en el aeropuerto de Beirut.

De entre las decenas de víctimas mortales dejadas por la explosión, se cuenta a Nazar Najarian, quien fuera secretario general del partido libanés Kataeb y una figura de la política nacional desde los años 80.

“Siempre que aparecen muertos cristianos en las explosiones que sean [en Líbano]”, sostiene Chaya en referencia a Najarian, un cristiano de origen armenio, opciones diferentes a un mero accidente no se pueden quitar de la mesa.

Chaya destaca que la explosión ocurrió solo unos días antes de que el Tribunal Especial para el Líbano en La Haya tuviera programada su audiencia de sentencia contra cuatro sujetos de Hezbolá acusados de participar en el asesinato de Rafiq Hariri, ex primer ministro libanés, en el año 2005.

Un día después de la explosión en Beirut, el tribunal anunció que decidió aplazar la fecha de la audiencia hasta el próximo 18 de agosto como un signo de respeto a las víctimas del incidente.

“Tal vez haya personas que digan que esto no tiene nada que ver. En el Líbano todo tiene que ver con todo… no digo que la explosión esté relacionada, pero es un elemento que yo no descartaría”, afirma.

De acuerdo con el analista, Líbano no es un país soberano ni libre, pues padeció una ocupación de Siria por más de 29 años, y tras la salida de este, el vacío de poder fue ocupado por Hezbolá a mediados de la década del 2000. En 2006, Hezbolá e Israel se enfrentaron en un conflicto que es conocido como la Segunda Guerra de Líbano.

La entronización de Hezbolá en la política libanesa ha dejado como consecuencia, de acuerdo con Chaya, que cada casa al sur del río Litani esté armada o tenga en su posesión un misil o una conexión a un túnel.

Sobre la reciente tensión que se ha generado en las últimas dos semanas entre Hezbolá e Israel en la frontera norte de este último, Chaya asegura que se trata de una estrategia del grupo terrorista “para de alguna manera desviar a la ciudadanía libanesa de toda la realidad por la que transita un país donde la hiperinflación ya ha ganado por lejos al sistema económico”.

Esta situación ha empujado a Líbano a una devaluación de su moneda y una devastación incluso en sus servicios básicos, como el sistema de energía eléctrica o de abastecimiento de agua.

“Hay un escenario que pareciera ser que es el acantilado al que Líbano ha querido ir por una clase dirigente política, y eso también hay que decirlo: una que es cobarde, funcional a los violentos, al terrorismo, y que se ha enriquecido a través de los años, pero se ha olvidado de los intereses nacionales libaneses”, acusa.

“Es un problema muy, muy complejo el que transita Líbano y la verdad que lo que se ve es que no han trabajado los dirigentes políticos para resolver estas cuestiones de la posguerra y han claudicado en muchos aspectos entregando al país, desafortunadamente al poder iraní y a la expansión de la revolución islámica de irán”, agrega.

Ante dicha situación de inestabilidad política y económica en Líbano, Chaya advierte que se ha generado un descontento y rechazo hacia Hezbolá desde varios sectores de la sociedad libanesa, como el sunita, el druso y el cristiano.

Pese a considerar que “Líbano se acabó” desde 1975 cuando el país entró en un espiral de violencia resultado de su guerra civil y la incursión de terroristas palestinos a su territorio, y hoy está regido por la brutalidad y el terrorismo, Chaya considera que existen sectores dentro de Líbano que no piensan como Hezbolá y se han dado cuenta del robo y saqueo del que han sido víctimas.



Fuente: ©EnlaceJudío