Aquí verás cómo Hezbola trató de engañar al mundo, pero fue descubierto por Israel

La organización terrorista Hezbola, brazo de Irán en Líbano, está desarrollando misiles precisos para utilizar contra Israel, en instalaciones subterráneas en tres barrios residenciales de Beirut: Lailaki, Jnah y Choaifet. Con ello, claro está, pone en peligro a la población civil que allí vive, mientras desarrolla misiles destinados a atacar a la población civil israelí. 

El Primer Ministro de Israel Biniamin Netanyahu reveló parte de la información al respecto en el discurso pre-filmado que dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas, proporcionando inclusive las coordenadas exactas de las instalaciones en cuestión. 

 

El jefe de Hezbola Hassan Nasrallah, que suele ser rápido como un rayo ante las cámaras, desmintió la acusación de Netanyahu  y llamó a la prensa a visitar el lugar en el barrio Jnah de Beirut en el que según el Primer Ministro israelí estaban fabricando misiles.

Es extraño que Nasrallah, que es cruelmente inteligente, haya creído que si las cámaras no captan misiles en el lugar, todo bien. Parecería que subestima un poco el nivel del servicio de Inteligencia de Israel, que no sólo le conoce bien las mañas sino también  conoce al dedillo de qué se está hablando.  Y como a Israel le va la vida en ello, su servicio de Inteligencia es capaz de mucho más que lo que Nasrallah parece imaginar. 

Ante todo, Hezbola puso ante cámaras a un hombre que  salió a decir a los periodistas: “Este sitio no pertenece a Hezbola. Los dueños están aquí y ustedes pueden preguntarles”. Pero Israel lo identificó claramente: Muhammed Affif, portavoz de Hezbola. Más interesante es el presentado como “uno de los dueños”, un hombre joven al que un periodista le pregunta:   “¿Usted trabaja para Hezbola?”.  El hombre responde: “Quiero ser muy claro. No soy un operativo de Hezbola, aunque claro que estamos muy orgullosos de pertenecer a la zona en la que Hezbola está operando”.  El pequeño “problema” es que Israel lo reconoció. El hombre es Mohammad Kamel Fouad Rammal, miembro de Hezbola, que dirige esa instalación ubicada en el barrio Jnah de Beirut. Es parte de la unidad de producción de misiles precisos que trabaja de cerca con Irán, por lo cual viajó en varias oportunidades a  Teherán junto a otros miembros de Hezbola.

No menos  interesante-en realidad mucho más- es lo que Israel reconoció en las imágenes transmitidas desde el lugar. En el video editado por la unidad del portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel-con leyendas en inglés- aparecen claramente: 

-          máquinas hidráulicas y máquinas manuales que cortan metal con rayos laser que se utiliza para crear un componente estabilizador de misiles, cubiertas de motores y cabezales bélicos.

-          una máquina que se utiliza para formar cilindros de metal, formar componentes de motores  y cabezales bélicos.

-          una máquina que dobla metal, utilizada para dar forma a cubiertas de motores de misiles, cabezales bélicos y cubiertas de componentes de navegación.

 

Otro video difundido por el portavoz del ejército muestra una instalación de Hezbola en el barrio Choaifet de Beirut., poco después de la acusación pública de Netanyahu. Se trata de una instalación subterránea ubicada junto a un edificio de 5 pisos, que el Primer Ministro Netanyahu también reveló en su discurso de días atrás. En el video se ve un camión que llega al lugar y sale unas horas más tarde, llegando luego a otra instalación de producción armamentista de Hezbola en el barrio Borj El Brajneh de Beirut. Algo sacaron de allí. Por algo será. 

 

Esta no es la primera vez que Israel advierte sobre el emplazamiento de elementos de guerra de Hezbola-misiles, explosivos y demás-debajo de instalaciones civiles libanesas. Hace unos años, Netanyahu hizo una revelación similar acusando a Hezbola de tener depósitos similares debajo del estadio de fútbol de Beirut. 

El peligro es doble: evidentemente para Israel, blanco programado de los ataques de Hezbola, pero también para la población libanesa, en cuyo seno esta organización terrorista esconde armas, misiles y explosivos que de hecho la ponen claramente en riesgo.

Esta industria de la muerte se desarrolla debajo de barrios residenciales de la capital libanesa. 

Hay que frenar a Hezbola.

Todas las democracias deben proclamarla como lo que es : una organización terrorista. Y el mundo todo debe entender que puede llegar un momento en el que Israel no tenga más remedio que actuar, si en esas instalaciones se llega al momento en el que esté pronto un arsenal de misiles precisos capaces de atacar cualquier punto del territorio israelí. 

El mundo no debe esperar a ese momento y luego condenar a Israel. Frenando a Hezbola, se protege a la población civil israelí y a la población civil libanesa.

Por Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai