¿Cómo continuamos siendo judíos?

Por Alberto Tarica

El pueblo judío esta próximo a cumplir 38 siglos de existencia. Los motivos de su subsistencia a lo largo de la historia llenan multiples hojas de variados libros. Lo que me pregunto yo es cual o cuales son los factores que determinan o mas bien influyen sobre la continuidad hoy en el siglo XXI de nuestro pueblo.

Se están cumpliendo también a su vez mas de 130 años de la llegada del Weser a las costas del puerto de Buenos Aires. Los judíos ya dejamos atrás los tiempos de las conductas típicas de los inmigrantes que requieren de sus compatriotas para sentirse menos desarraigados de la cultura de sus tierras natales. Hoy practicamente todos los judíos que habitan la Argentina son 2da. o mas generación de argentinos. Todos hablamos un castellano fluido y nos hemos insertado en mayor o menor medida en la cultura “argentina”. Cabe aclarar que la situación es muy diferente en el Estado de Israel donde la disyuntiva sobre la continuidad tiene ribetes totalmente diferentes.

Desde el punto de vista de las organizaciones que habitan en el seno de nuestra comunidad podemos clasificarlas en 4 grandes grupos tomando en cuenta sus objetivos:

A.     Organizaciones con eje en lo social  y en lo nacional

B.     Organizaciones sionistas

C.     Comunidades religiosas liberales

D.     Comunidades religiosas “ortodoxas”

Las organizaciones que priorizan lo nacional interpretan que la generación de identidad es lo que nos llevara a la continuidad del pueblo en la diáspora. La mirada de lo judío como cultura es lo que prevalece en estos ámbitos. La historia, la identificación con el Estado Judio, la literatura, la música, etcétera, son los ejes para que las próximas generaciones pertenezcan al pueblo judío. En muchas de estas organizaciones lo deportivo tiene un rol preponderante. En muchos casos entiendo que quienes activan en estas organizaciones entre otras motivaciones tienen la de  garantizar cierto resguardo para que sus hijos no se asimilen a practicas “malas” que prevalecen en el ámbito de la sociedad. Un fenómeno que ocurre en estas organizaciones cada vez con mayor frecuencia es el ingreso de matrimonios exogámicos lo que visto desde la cosmovisión halajica judía supone un problema para que los jóvenes asistentes formen familias dentro del seno de nuestro pueblo. En la lógica “cultural” de estas organizaciones no seria un problema porque mientras estén dentro de la organización judía serian miembros de la misma, garantizando la continuidad. La proporción de jóvenes que se casan con alguien no judío entiendo que es alta. No tengo números oficiales de la comunidad pero no hay motivos claros para mantenerse “atado” a lo judío desde esta lógica de pensamiento. 

Las organizaciones sionistas que mayoritariamente son los movimentos juveniles llamadas Tnuot, tienen pocos miembros activos y plantean como objetivo que los judíos hagamos Alia. Eso seria la finalidad de la organización garantizando la continuidad del pueblo de Israel. Si logramos que todos nos reunamos en la Tierra de nuestros ancestros, no habría problemas para la continuidad del pueblo. Quienes logran hacer Alia dejan la organización porque ya lograron su cometido. Y quienes no logran ese gran paso terminan saliendo de la organización. Es una organización que incluye a jóvenes de entre 13 y 24 años. Luego cada uno toma su camino. Se dispersan y algunos se insertan en el resto de las organizaciones comunitarias y otros quedan por fuera de lo formal comunitario.

Un tercer grupo que surgio en la década del 60 del siglo pasado tiene que ver con las organizaciones religiosas liberales. Organizaciones que son religiosas y dicen responder a los lineamientos halajicos de su movimiento pero que en la practica no hacen hincapié en el cumplimiento de los preceptos. Citan a los textos sagrados y cumplen en lo comunitario con una serie de rituales, pero en su inmensa mayoría tanto los lideres como los asistentes a las mismas no practican en su vida privada la ley judía. Priorizan en gran medida el cuidado de la ética en lo que tiene que ver con las cuestiones sociales, y tienen una predica de análisis de lo socio-político como eje de sus reflexiones. Practicarian desde mi punto de vista un judaísmo cultural-intelectual con eje en las escrituras pero falto de una practica de la halajá y falto de devoción. A medida que pasa el tiempo los movimientos juveniles presentan mayor desconocimiento de los textos sagrados y de la Halaja y se asemejan cada vez mas a las juventudes  de las organizaciones con eje en lo social y en lo nacional. Los participantes de los movimientos juveniles son muy activos en ese periodo pero una vez atravesada esa etapa quedan faltos de propuestas y de motivos claros para seguir perteneciendo a estas comunidades. La salida de la comunidad por falta de propuestas y el paso por la universidad muchas veces provoca la formación de parejas exogámicas. En cuarto lugar están las organizaciones religiosas llamadas ortodoxas. Estas hacen eje en lo religioso halajico. Entienden que la forma de vida judía esta signada por los preceptos que están formulados en las Sagradas Escrituras y en los posteriores escritos de los sabios judíos (Talmud y otros). El participante de estas comunidades se inserta en una cosmovisión que plantea que la Torá es la revelación que D-s le hizo a Moises y al pueblo judío en el Monte Sinai, y por lo tanto su vida en la totalidad de sus etapas esta marcada por la misión que le fue encomendada a Israel como pueblo y a cada uno de sus integrantes. Los niños vivencian desde su primera infancia la atmosfera judía que se vive en sus casas y en la comunidad. El cumplimiento de las Mitzvot (preceptos) es lo que acompaña desde el despertar hasta el final del día a los integrantes de estas organizaciones. El estudio de las sagradas escrituras y de la ley judía es uno de los preceptos fundamentales. El conocimiento de la forma de vida judía es motivo de muchas horas de estudio que involucra desde los mas jóvenes y hasta los miembros mas ancianos. La devoción y la conexión con la divinidad es a lo que se aspira en estas organizaciones. En las ultimas décadas muchas de estas comunidades supieron compatibilizar las enseñanzas ancestrales de siglos de escritos de los sabios con las necesidades del hombre moderno inserto en la sociedad. Estas organizaciones lograron en la Aregentina un crecimiento franco en las ultimas décadas, acrecentaron en un nivel muy sensible sus actividades, y los miembros activos en todos sus grupos etarios. El factor común de las comunidades ortodoxas es su gran trabajo para que sus miembros adopten una forma de vida judía a través de la transformación de su cotidianeidad; pasando de una forma de vida occidental, a una forma de vida regida por la Halaja.

Desde esta perspectiva resulta difícil entender porque un joven de una organización centrada en lo nacional-cultural, o uno que se desarrollo en una tnua y no logro hacer Alia, o uno que activo en los movimientos juveniles del movimiento religioso liberal decidiría seguir perteneciendo a su ancestral pueblo. Algunos de ellos podrían argumentar fuertes sentimientos de identidad y pertenencia, otros orgullo de pertenecer a un pueblo que lego fuertes valores a la sociedad occidental, otros vivencias familiares que los anclan al pueblo. Estos argumentos son validos pero difíciles de transmitir. Validos para quien los esgrime pero insuficientes para ser receptados por sus descendientes.

En escritos de Abraham Yehoshua Heschel (referente del judaísmo religioso liberal) encontramos la siguiente cita: “De hecho la forma mas segura para abandonar la AGADA (fe, interiorización), es abolir la Halaja. Sin la Halaja, la Agada pierde su sustancia, su carácter, su fuente de inspiración, su defensa contra el peligro de la secularización. Por medio de la interiorización solamente no nos acercamos a D-S. La mas puras intenciones, la devoción mas profunda, las mas nobles aspiraciones espirituales, son vanas cuando no se realizan en la acción”. El Rabino Yehuda Donin, ortodoxo moderno,  lo resume de la siguiente manera: “La halajá es el camino judío para asegurar y perpetuar la forma de vida judía. Si se abandona o se rechaza la Halajá, desaparece también lentamente esa forma de vida y con esa desaparición se desvanecen los valores caracteristicos y apreciados por el judaísmo. Esto no ocurre de inmediato, toma de una a dos generaciones, pero ocurre. Es el proceso conocido como la asimilacion. Comienza cuando los judíos rechazan el carácter obligatorio de la Halajá y finaliza con la desaparición del judaísmo. Esto no es especulación o polémica sino un hecho histórico que, por desgracia, se repitió una y otra vez en muchas condiciones y circunstancias diferentes.”

Esta muy claro que no es fácil reformular nuestras vidas y deconstruir lo aprendido desde la infancia para volver a las practicas de nuestros ascendientes, pero cada vez hay mas judíos que emprenden este proceso de retorno. Quien realmente desee optimizar la posibilidad que su descendencia continue enarbolando los altos valores de nuestra Torá y de nuestro pueblo, deberá replantearse como implementar estas practicas para que sus hijos y nietos continúen por el sendero “propio”, que no es otro que el de nuestra sagrada Tora.