Orgullo nacional y preocupación, con el Director del Centro Médico de la Galilea Occidental

 Con el Profesor Mas´ad Barhoum 

El Profesor Barhoum a la entrada de su hospital

 

 

La esperanza del Profesor Mas´ad Barhoum , Director del Centro Médico de la Galilea occidental, ubicado en la ciudad de Naharia, respecto al fin de la pandemia en Israel, es grande y también cautelosa. “Espero que con la ayuda de Dios esta sea la luz al final del túnel”, nos dice en entrevista especial, en un espacio que logra concedernos entre sus vacaciones de Navidad y el trabajo que no se detiene.

 

P: Profesor Barhoum, me imagino que está de más comenzar preguntándole si usted ya se ha vacunado ¿verdad?

R:  ¡Por supuesto! Fui el primero del hospital, pero no para dar el ejemplo, sino para estar protegido. Exhorto a toda la población a ir a vacunarse. Eso es lo único que podrá protegernos. Y quizás nos devuelva a la vida anterior, que podamos salir a un restaurante, a un cine, a hacer compras sin tener que esperar afuera porque ya hay 4 personas adentro.

El Prof. Barhoum vacunándose (Foto: Roni Albert)

 

P: ¿Cómo es su resumen de la pandemia, desde su punto de vista como ciudadano y como director de un centro médico que presta servicio a 600.000 ciudadanos de su región?

R: Por un lado es muy triste para el mundo todo lo que se ha vivido en esta pandemia. Y por otro lado, yo siento un gran orgullo tanto desde un punto de vista nacional como por nuestros equipos médicos, que han sido los héroes de este año. No es una mera frase. Se trata de la gente que ha atendido a estos enfermos de una forma excepcional, en muchos casos en forma voluntaria . También ha influido en equipos que no trabajan en los departamentos de Corona, porque durante la internación de un paciente se descubre que está infectado con el virus.

Me saco el sombrero ante todos ellos, me inspiran un enorme orgullo porque los he visto trabajar día a día muy duro. Recordemos que está el riesgo de contagio y también la enorme dificultad emocional. Tienen que lidiar con situaciones en las que muere gente sin poder despedirse de sus familias. Es sumamente duro.

P: ¿Y por dónde pasa el orgullo nacional?

R: Todos sabeos cuántos problemas ha habido, que ahora estamos en un tercer cierre nacional. Hay que saber entrar a cierres y saber cómo salir. Creo que no supimos salir, pero no es tan fácil. Hay muchos aspectos de por medio, no sólo médicos. Pero si vemos el cuadro en general, creo que Israel ha logrado manejar esto de modo que nunca llegamos a lo que se temía en la primera ola, las imágenes que se veía en Italia.Con muchos problemas, claro que sí, con gente sin trabajo y con muertos. Es muy fácil criticar por cada cosa que se hace, pero ya lo dijo Ariel Sharon (z”l), “lo que se ve desde acá no  se ve desde allá”.

P: Cuando él asumió la responsabilidad de Primer Ministro, entendió que una cosa era criticar desde la oposición y otro tener que tomar las riendas al frente del gobierno.

R: Exacto. Quien critica tanto lo que hacen el Director General del Ministerio de Salud Pública y el Primer Ministro, que primero esté en su lugar y luego hable. No es sencillo tomar todas estas decisiones. Uno puede decir, sí que están influenciadas por consideraciones políticas. Esto pasa en todos lados. Pero en el cuadro general no tengo dudas que hay aquí motivos para sentir orgullo nacional. Ya empezamos a salir con la vacuna y lo estamos haciendo muy bien. Yo veo una avalancha de ciudadanos yendo a vacunarse. Si esto continúa, podremos salir rápidamente de la pandemia.

Y al mismo tiempo, advierto a la población: que no piensen que esto ya se terminó. Lo que está pasando ahora es un efecto secundario de la vacuna, el único que se está viendo acá por ahora: que hay gente que cree que todo ya está bien, que todo se terminó, y no es así.

 

P: ¿Cómo se siente Profesor Barhoum con la campaña de vacunación?

R: Esperamos realmente que la vacuna ayude contra el Coronavirus, ya que hay mutaciones y todavía no hay certeza si el efecto de la vacuna es el mismo en ellas. Esperamos que esto funcione muy rápido. Y si vacunamos a un buen porcentaje de la población, ante todo quienes estamos en contacto con enfermos, a la gente de tercera edad y en grupos de riesgo, nos sobrepondremos a la enfermedad.

Entusiasmo en la campaña de vacunación (Foto: Roni Albert)

 

P: Dejando de lado las discusiones que ha habido y sigue habiendo, también sobre la dimensión política de todo esto ¿cuál es su impresión sobre la campaña de vacunación que se está haciendo?

R: Aunque haya críticas, creo que la campaña es excelente y está avanzando sumamente bien. A nosotros nos toca vacunar no sólo a nuestros propios equipos médicos y funcionarios sino también a los equipos del hospital psiquiátrico ubicado acá cerca, a parte del personal de Magen David Adom, policías, bomberos, fuerzas de rescate, jubilados, voluntarios que trabajan en el hospital, no a la población en general. Quisiera que se nos agregue enseguida a los maestros de la zona, ya que su rol es importantísimo.

P: O sea que ustedes se encargan de esos sectores claves en toda la zona de la Galilea occidental, mientras las mutualistas de seguro médico vacunan a la población en general.

R: Así es. Nosotros prestamos servicio a 600.000 personas que habitan en nuestra región. Y nos encargamos ahora de la vacunación de todos los grupos que detallé.  Es muy importante. Si logramos llegar al 70%, sentiré que hemos hecho un buen trabajo.Tenemos 3.000 funcionarios y miembros de equipos médicos, de los cuales 700 ya se vacunaron y otros 800 ya están anotados. Además de los otros grupos que mencioné.

 

¿Desacato cultural?

P: Aunque en todos los sectores de la ciudadanía hubo problemas de falta de disciplina respecto al cumplimiento de las instrucciones, el fenómeno fue especialmente notorio en el sector árabe y en el ultraortodoxo judío. ¿Es un problema cultural? ¿Cómo lo vio usted desde adentro, como ciudadano árabe? Y claro está que no pretendo generalizar en absoluto.

R: Realmente fue un problema. La gente no quería creer. También gente instruida, preparada, reaccionaba en muchos casos así, con incredulidad. Hacían lo que querían . También gente que yo conozco, estos días de fiestas cristianas, hacía fiestas y programaba reuniones de 2 ó 3 familias juntas. Yo les decía que no pasa nada si se celebra Navidad este año de otra forma.

P: Es increíble…y pasa en todos lados.

R: Sin duda. Todo el tiempo veo gente que está sin máscara, que dice que lo del Coronavirus es una conspiración. “A mi no me va a pasar nada”, dicen. Les explico a los jóvenes que aún si a ellos no les pasa nada, van a contagiar a sus padres. Pero la gente se cansó….Lo que pasa es que si uno mira el cuadro general, de 9 millones de habitantes, algo menos de medio millón de infectados en total y “sólo” algo más de 3 mil muertos, significa que en relativamente pocos hogares se vivió lo peor. Hay gente que si no siente que le toca personalmente, de cerca, no lo entiende. Es muy triste la situación que se ha dado en gran parte de la ciudadanía árabe. Y el comportamiento aún no ha cambiado. Pero la verdad, lo veo también en la población judía, en amigos judíos que son laicos, no ultraortodoxos. En todos lados se ve.

P: ¿Considera que el Estado hizo suficiente esclarecimiento en árabe, especial para la ciudadanía árabe?

R: Muchísimo. Yo mismo fui invitado a televisión y radio para explicar en árabe todo este tema. Pero es increíble que haya gente que sigue sin creer, que subestima.

P: ¿Cree que habrá buen porcentaje de vacunación entre la ciudadanía árabe?

R: Al principio mucha gente dijo que no se vacunará, que teme efectos secundarios negativos, que esperará a ver qué pasa. Espero que el ver que nadie tiene efectos secundarios, la gente se convenza.  La gente tiene que entender que lo peor es la enfermedad, y no sólo si uno se muere. Hay lo que se llama el síndrome post-Covid, jóvenes que pierden el cabello, gente a la que se le afecta seriamente la memoria. No es nada sencillo este tema.

Yo hoy siento que puedo respirar aliviado porque un médico nuestro, de 25 años, joven y sano, se enfermó, contrajo Covid y estuvo a punto de ser conecrado a respirador artificial. Hoy puedo sonreir porque sólo tiene máscara de oxígeno y está mejorando mucho, puede hablar un poco sin la máscara, pero todo podría haber terminado de otra forma.

 

P: Y en Israel, este país tan multifacético, en el que también trabajan juntos especialmente en los hospitales judíos y árabes ¿cuál es el mensaje cuando se combate juntos la pandemia?

R: Siempre,cuando tenemos que lidiar con un  problema que nos amenaza a todos, nos olvidamos del origen de cada uno, si somos árabes, judíos, religiosos o seculares. Todos trabajamos juntos cuidando a los enfermos. También en las compañías que desarrollaron las vacunas, hay judíos y gente de otros orígenes. Recordemos lo que nos une.



Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai

Fotos: Tomás Solinski. Gentileza de la Asociación de Amigos del Centro Médico