El pase verde de Israel a sus vacunados, entre normalidad y polémica


 Israel se vanagloria, con razón, de ser el primer país del mundo en vacunación de su población, habiendo vacunado (hasta este martes 16 de marzo de mañana) a 5.200.395 ciudadanos con la primera dosis de Pfizer contra el Covid-19 y a más de 4.291.000 también con la segunda. Aunque lejos se está aún de erradicar la pandemia, estos buenos números de vacunación, cuya efectividad está más que demostrada ya en la vida  real, ha permitido el comienzo del regreso paulatino a la la normalidad . Al menos, a la “nueva normalidad” bajo Covid-19. Y una herramienta clave en esta nueva etapa, es el “pase verde”, una constancia de vacunación que abre puertas y que Israel es el primer país del mundo en emitier a sus ciudadanos inoculados.

El pase en cuestión se puede bajar al celular desde la página web del Ministerio de Salud Pública. También es posible recibirlo al correo electrónico o por fax solicitándolo a un número de teléfono en la central del ministerio. 

Fue lanzado en una rueda de prensa especial de las autoridades del Ministerio de Salud Pública el 18 de febrero último. El Ministro Yuli Edelstein recalcó la importancia de poder ingresar a diversos establecimientos gracias a la constancia de que uno está vacunado, y el Director General de su ministerio Profesor Hezy Levy agregó que “con el pase verde, podremos salir de donde estamos ahora, volver gradualmente a las actividades y retomar la normalidad”. Inmediatamente después, aclaró: “De todos modos, recordemos, que el objetivo principal de la vacunación es salvaguardar la salud de la población”.

El Dr. Gral. del MSP israelí Profesor Hezy Levy, en la rueda de prensa (Foto: MSP)

 

Las ventajas

Un comunicado oficial del Ministerio de Salud Pública publicado el 21 de febrero dio ejemplos concretos de las ventajas del “pase verde”: “Con esto se te abren las puertas. Puedes ir a restaurantes, entrenarte en un gimnasio y ver un espectáculo”. Ese mismo día, de acuerdo a una resolución del gobierno, en efecto se abrieron establecimientos que durante muchos meses habían estado cerrados. 

Podemos dar fe, a nivel personal, sobre la nueva regulación. Al aprestarnos , con mi esposo, a sentarnos en un café a desayunar, en el centro comercial cercano a nuestra casa, el camarero que recibía a los comensales a la entrada del local, pedía el pase. Presurosos y orgullosos de tenerlo, mostramos la pantalla del celular que lo exponía y pudimos entrar sin problema. Claro que habría sido ideal que confirmen que el número que aparecía allí, era en efecto el de nuestro documento de identidad, pero cuando lo comentamos, se nos explicó que esa no era una de las exigencias que habían recibido.

Al rato vimos a una mujer que quería sentarse, acompañada de un niño. “Es un problema”, le dijo el mozo. “Los niños no pueden sentarse adentro porque no están vacunados”.

Esa misma noche, nuestro hijo menor nos dijo que volvía a entrenarse en el gimnasio cercano.Salió con su tapabocas puesto, como siempre, y al volver preguntamos cómo había funcionado todo.”Me pidieron el pase verde de la vacunación , lo mostré, y ahí pude pasar. Ya quedé registrado en el sistema como vacunado”.

Esta situación la mostró satisfecho el propio Primer Ministro Netanyahu semanas atrás al Canciller de Austria Sebastian Kurtz y a la Primer Ministro de Dinamarca Mette Frederiksen, a los que llevó de visita a un gimnasio en la ciudad de Modiin apenas volvieron a abrirse esos establecimientos.

 

Otro gran tema es el de los viajes al exterior. Los israelíes que tienen el pase verde pueden volver del extranjero sin tener que hacer cuarentena. Y el tema servirá también en acuerdos con países amigos con los que se pacta, en base a reciprocidad, que los ciudadanos de uno que viajen como turistas al otro país, puedan entrar sin cuarentena al mostrar que vienen vacunados. Al parecer está por implementarse con Chipre. 

Pero el  pase verde no es exigido para todo.No hay que presentarlo a la entrada de cualquier local. Según explicó Ofer Lotan, uno de los expertos organizadores de este proyecto por parte del gobierno, “no se requiere el pase por ejemplo para entrar a un centro comercial, ya que allí también hay supermercados y farmacias, clínicas médicas, cosas esenciales”. Pero para sentarse en el café que está dentro del centro comercial, sí, la exigencia es clara.

 “Todos los vacunados pueden usar la aplicación, que les abrirá puertas”, declaró el Primer Ministro Biniamin Netanyahu. “El pase verde abrirá gradualmente el país, por favor úsenlo. Vacúnense, reciban el pase verde y así se podrá volver a vivir”.

Uno de los ejemplos más destacados de las últimas semanas de actividades de las que se puede disfrutar si uno tiene el “pase verde” , es el área de los espectáculos. La Municipalidad de Tel Aviv, apenas se abrió el camino, organizó un concierto de varios cantantes famosos, inaugurado por el muy conocido Ivri Lider, en el gran estadio de fútbol Bloomfield. Fue toda una fiesta, aunque de la capacidad de 30.000 espectadores pudieron entrar sólo 500-con tapabocas-, ya que todo, inclusive con pase verde, es con limitaciones para seguir cuidándose.

En otro punto de Tel Aviv, el popular cantante Aviv Geffen se presentó ante el público, se dijo emocionado al respecto y proclamó que “hay que vacunarse, sólo así podemos seguir viviendo”.

La polémica de fondo

Como era de esperar, y como tantas otras cosas relacionadas al manejo de la pandemia en Israel, también el “pase verde” es objeto de críticas y motivo de polémicas dentro de Israel. 

Esta polémica entra en temas filosóficos y éticos de fondo como la libertad de cada uno de decidir sobre su cuerpo.Pero la otra cara de la moneda es el peligro al que los no vacunados exponen a todos aquellos con quienes están en contacto.

Casi de más está decir que en Israel ello desata fuertes discusiones. Y probablemente el ejemplo más claro de la carga emocional que esto incluye, se vio en una manifestación días atrás en Tel Aviv, en la que quienes protestaban acusaron increíblemente que el “pase verde” equivale a la estrella amarilla que los nazis obligaron a los judíos a llevar sobre sus ropas para distinguirlos. 

Pero cabe recordar que el “pase verde” no discrimina a nadie para la recepción de servicios esenciales en su vida diaria. Se lo exige únicamente para ingresar a sitios de ocio que podrían verse, de hecho, como “lujos” que uno se puede dar.Y si uno quiere disfrutarlos, pues que tome medidas para no arrisgar a los demás.

Esta discusión de fondo  tiene una expresión concreta ya ahora en distintos lugares de trabajo en los que se están tomando decisiones respecto a los empleados, que no necesariamente responden a leyes existentes. 

Raz Nizri, número 2 en la Fiscalía General, dijo que los empleadores pueden por ley exigir a sus funcionarios que se vacunen, pero que ello debe estar “justificado”.O sea, no puede haber una exigencia generalizada, sino dependiendo del trabajo. 

La lógica indicaría que, por ejemplo, institutos educativos y centros médicos, exijan que todo su personal esté vacunado. Ello no se está cumpliendo por ahora en la medida necesaria, pero hay municipalidades en las que ya se impuso esa norma en forma tajante.

Pero los intentos de navegar entre lo que la ley aún no autoriza en forma explícita y lo que cada empleador considera hay que hacer para proteger a su gente, se dan a distintos niveles también en sitios de trabajo privados, no sólo en el sector público. Hay compañías que exigen a quien no se vacuna, sea cual sea la razón para ello, presentar una o dos respuestas negativas de test de Coronavirus por semana. Y en general, lo tiene que costear el funcionario.

Evidentemente, la discusión no es necesariamente sobre el “pase verde” sino sobre lo que simboliza, sobre su trasfondo: la vacuna y la bligatoriedad o no de recibirla. Como es sabido, esta no es obligatoria en Israel, pero hay quienes sostienen que al permitir ciertas actividades a quien se vacunó y prohibirlas a quienes no lo hicieron, es una forma de presionar a todos a vacunarse.

“En Israel no habrá vacunación forzada”, proclamó el Ministro de Salud Pública Edelstein. “Quienes optan por no vacunarse, esa es su elección y no habrá sanciones contra ellos”. Pero por otro lado,  fue promulgada días atrás una ley que permite al Ministerio de Salud Pública pasar a otros ministerios y más que nada a los consejos municipales y locales información sobre quienes no se vacunaron. Eso desató serias protestas y no está claro que se vaya a implementar.

Se intenta convencer a la población, con una combinación de esclarecimiento y restricciones como la prohibición de ingreso a ciertos lados si no hay “pase verde”, que también pueden verse desde otro ángulo, como beneficios a quienes sí se vacunan.

Por eso, los que unos llaman de “discriminación”, otros ven como derecho y hasta obligación de proteger a la sociedad de quienes pueden contagiarlo de Coronavirus.


Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai