Una mirada árabe israelí a las elecciones y más allá de ellas

 Con el Dr. Thabet Abu Ras, Co-Director en Iniciativa Abrahámica

La ciudadanía árabe israelí, que constituye aproximadamente el 21% de la población, llega al día de las elecciones nacionales con sus propios desafíos. 

De los 6,578,084 ciudadanos que por edad ya tienen derecho a voto, aproximadamente 1.020.000 son árabes.Para analizar en qué situación la ciudadanía árabe israelí se encuentra hoy-y no sólo en relación a las elecciones de este martes 23 de marzo- nos dirigimos al Dr. Thabet Abu Ras, Co-Director desde hace  7 años en la organización Iniciativa Abrahámica que trabaja por la convivencia judeo-árabe en Israel y la realización de proyectos conjuntos que mejoren la inclusión.

 

Dr. Thabet ¿cómo resumiría usted la situación de la ciudadanía árabe israelí en este momento? Sé que es una pregunta muy amplia, pero ya iremos entrando en detalles.

 

La situación es compleja. Por un lado, es indudable que hay cosas en las que la sociedad árabe avanzó mucho.  No podemos olvidar cuánto ha crecido la clase media, cuánto se ha fortalecido, y el hecho que hay tantos estudiantes árabes en la educación superior. Hoy en día hay más de 50.000 ciudadanos árabes estudiando en universidades y colegios universitarios en Israel y otros 15.000 en el exterior. Es un salto muy grande, el doble que hace 10 años.

También hay muchos más árabes trabajando en high tech, alta tecnología. Hace 5 años había aproximadamente 1.000 y hoy son 4.000. 

 

Eso influye en forma muy directa en diversas áreas, sin duda .

 

Así es. Además, ha aumentado considerablemente el porcentaje de mujeres que trabajan fuera de casa. Hace una década lo hacían cerca del 18% de las mujeres en edad laboral y hoy son el 35%. Aún hay diferencias en los números con las mujeres judías, pero hay sin duda avances positivos.

 

En este punto concreto de la mujer que sale a trabajar, lo que tiene mucha incidencia es el tema cultural dentro de la sociedad árabe, costumbres y tradición. Es bueno que también en eso se esté evolucionando.

 

Así es.

O sea, hay mejoras que derivan de cambios conceptuales, digamos, dentro de la sociedad árabe , y otros que son producto directo de cambios en políticas del gobierno, en decisiones del Estado. Y me imagino que en muchas cosas se combinan los dos elementos.

 

Exacto. El Estado tiene hoy buenos programas para la inclusión de los jóvenes ciudadanos árabes, por sus propios motivos. Es que si la ciudadanía árabe se desarrolla mejor, todos ganan. Recordemos que hoy en día, el 48% de los niños de Israel que pasan a 1° de primaria son haredim (ultraortodoxos) o árabes. Si estos dos sectores, haredim y árabes, aportan menos, trabajan menos, también inciden menos en el Producto Nacional Bruto.

 

Por supuesto. Lo que usted quiere decir es que tomar medidas para que su situación mejore redunda no sólo en su propio beneficio sino en el de la economía nacional en general ¿no?

 

Exacto. Fíjese que hoy los haredim son cerca del 13% de la población y aportan el 6% del Producto Bruto Nacional. Y  los árabes somos el 20% pero aportamos el 10%. Netanyahu comprendió hace 10 años el problema, entendió que esta situación no puede continuar porque esos niños que comienzan escuela, en 20 años serán los que tengan que trabajar, aportando a sí mismos y al Estado. Por eso comenzaron a elaborar programas para mayor inclusión en el mercado laboral para esos dos sectores. Hoy en día no aceptan a nadie en un buen trabajo sin tener título, ni siquiera en una fábrica te aceptan sin estudios, o sea que dedicaron esfuerzos al tema de la educación superior entre los árabes.  Hoy en día los árabes entienden que hay menos opciones en agricultura e industria, y que sin educación no se avanza.

 

O sea que también se trata de un cambio interno, conceptual.

 

Sí, también. Y el Estado hizo lo suyo . Desde el 2012 aprobó dos programas quinquenales  con 500.000 shekel cada uno para alentar a la ciudadanía árabe a ir a la educación superior. Yo mismo fui nombado miembro de una comisión que se ocupó del tema. Se dio ayuda a los estudiantes, becas, se organizaron cursos pre-académicos de ayuda, cursos para fortalecer el dominio del idioma hebreo. Todo esto fue en la última década y aportó mucho.

 

También incide en el tema de la situación de la mujer, ya que hay numerosas estudiantes mujeres.

 

Así es. Aproximadamente los 2/3 de las estudiantes son mujeres. Eso mejora sin duda su posición. Inclusive se manifiesta en la política. Fíjate que en la Lista Conjunta, de 15 diputados, 4 eran mujeres.

 

Por otro lado, la violencia doméstica ha cobrado entre la ciudadanía árabe la vida de numerosas mujeres, proporcionalmente muchas más que las mujeres judías asesinadas por sus parejas o ex parejas. Todavía hay cambios conceptuales muy necesarios.

 

Es indudable. Hay muchos problemas. El año pasado fueron asesinadas 17 mujeres. El cambio en su posición también tiene esa derivación problemática, ya que sabe desafiar mejor al hombre, plantear preguntas.

 

 

La principal preocupación

¿Cuál es el problema principal que preocupa hoy en día a la ciudadanía árabe israelí?

No hay ninguna duda que es la violencia y la criminalidad. El año pasado fueron asesinados 94 ciudadanos en el marco de todo este tipo de incidentes criminales. Y en lo que va del 2021, hasta hoy 23 de marzo, murieron 27. De ellos, 22 eran ciudadanos israelíes y 5 eran residentes de Jerusalem Este. Ya está claro que este año terminará con una cifra mayor que el año pasado.

Esta situación también deriva en mayor pobreza, más gente que se queda en casa, desempleo…pero la violencia en sí es lo central.

Muhamad Ades(15), a la derecha en esta imagen, fue baleado mortalmente frente a su casa, en unם de los recientes incidentes de violencia interna en Jaljulia. Su amigo, de 12 años, resultó gravemente herido.

 

Como es sabido, uno de los argumentos claros de las figuras públicas árabes que se pronuncian sobre el tema , o de ciudadanos comunes, es que la Policía carga con gran parte de la responsabilidad por esta violencia interna, porque no toma medidas serias para frenar al crimen organizado en la sociedad árabe y no lanza operativos decididos para juntar las armas ilegales. Parece claro que la Policía tiene que hacer mucho más. Pero me pregunto si dentro de la sociedad árabe también se entiende que el tema original, el central quizás, es lo que ocurre allí, la facilidad con la que se mata, el hecho que se recurre a la violencia letal para resolver cualquier tipo de disputa. Árabes matan árabes. ¿Se preguntan qué está pasando, qué falló?

 

Sin duda, la sociedad árabe en Israel tiene que hacer una introspección y hacerse responsable por lo que pasa en su seno. Nosotros claro que tenemos parte en esa violencia. El problema no puede ser atribuido solamente a la Policía. También nosotros debemos luchar contra el crimen y la violencia. Pero lo que pasa es que por un lado se critica y por otro lado se respeta a los criminales, en lugar de aislarlos de la sociedad, de romper contacto con ello. 

Pero ahí vuelvo al Estado, porque si el Estado no está presente y sentimos que somos ex territoriales en lo que se refiere a nuestra seguridad personal, la gente busca otras soluciones y recurre a criminales para que los proteja. Es un fenómeno muy negativo. Y los criminales están en el mercado negro, en los contratos de “sulja” (los arreglos especiales de reconciliación después de un conflicto) o sea que tienen un “status”. Y eso va entrando también a las municipalidades y es muy grave. 

Y no puedo dejar de ver la responsabilidad del gobienro, que debe combatir el crimen y la violencia.  Hay una cantidad enorme de armas. En una de cuatro casas hay armas . Los ciudadanos no pueden combatir eso solos . La Policía debe hacerlo. 

 

¿Usted dice que no se hace nada?

A pedido de la Iniciativa Abrahámica hace ya más de un año se habla de un programa para combatir la violencia y el crimen. No alcanza con la Policía, hay que cambiar la política, no ver al árabe como enemigo . Claro que de fondo hay un problema de sectores pobres, jóvenes sin trabajo…El 30% de los jóvenes entre 18 y 22 años no trabajan . Es la generación de la narguila.

 

No creo que se pueda culpar al Estado por ello.

 

Hay cosas que el Estado puede cambiar para mejorarlo. Por ejemplo, en el Neguev hay unos 300 mil beduinos. Fuera de la ciudad de Rahat,no hay ni un banco. Y si no hay banco, la gente va al mercado negro. Es complicado.

 

Pero el cambio cultural , desde adentro, para que lo automático no sea salir a matar , debe venir desde adentro ¿no? Lo digo sin minimizar la expectativa que el Estado corrija lo que debe, de su parte.

 

Claro quel a sociedad árabe debe cambiar desde adentro. Si en la violencia doméstica la mayoría absoluta de las mujeres asesinadas eran árabes, aunque somos sólo el 20% de la población, quiere decir que hay cosas que cambiar. Pero insisto en que el Estado debe cambiar de actitud. La misma policía que es tan efectiva para dar multas por incumplimiento de restricciones en época de Coronavirus, no puede ser que oiga el silbido de las balas de los criminales árabes y no haga prácticamente nada. Eso es lo que nos preocupa.

 

Ambiente general

¿Algún otro tema que usted destacaría?

Otro tema que nos preocupa es el aumento del tono racista a veces en la retórica general. Como los árabes se fortalecen, hay quienes difunden un discurso de miedo . Recordemos lo que hizo Netanyahu hace 5 años, en el día de las elecciones, diciendo que “los árabes están fluyendo a las urnas”.

 

Aquella frase dejó la muy fea sensación de que quita legitimidad al voto de la ciudadanía árabe, aunque en realidad, estaba advirtiendo a su gente que no se quede en casa, que salga a votar, porque si no, el otro campo puede ganar. Pero el efecto de aquella frase fue muy negativo. Y esta vez cambió totalmente de rumbo.

 

Así es.Esta vez adoptó otra táctica y hasta hizo campaña entre los árabes.  Pero la retórica incitadora contra los árabes existe, no es buena para los árabes ni tampoc para las relaciones entre las partes.

Entraremos luego en detalles respecto a las elecciones.

Recordemos que ha habido legislación problemática, como la llamada “jok haleóm”…

La ley de Israel como Estado nación sólo del pueblo judío, aunque no quitó derechos ciudadanos a la población árabe.

 

Pero esa ley dejó la sensación que la condición judía del Estado es a expensas de los valores democráticos. Como ciudadanos, eso nos preocupa. Esa ley incluye por ejemplo un artículo sobre la necesidad de fortalecer los poblados judíos pero nosotros no vemos que se avance nada en la planificación de construcción en nuestras ciudades y poblados. Es un serio problema.

Hay también temas simbólicos, como la declaración en esa ley que el idioma árabe dejó de ser idioma oficial y pasó a tener un status “especial”. ¿Para qué? Es nocivo.

 

¿Eso tuvo alguna repercusión práctica?

No es que se vea un perjuicio concreto pero es una declaración con derivaciones que no podemos prever exactamente. Yo estimo que sí influirá  porque una Ley fundamental no es simplemente un cúmulo de palabras. Si no ahora, puede influir en el futuro.

 

Y ahora, a las urnas

Ayman Odeh, jefe de la Lista Conjunta, votando este martes en las elecciones parlamentarias (Foto: Twitter de Odeh)

 

¿Con qué espíritu ve a la ciudadanía en estas elecciones?

 

La campaña electoral estuvo muy dormida, con mucho menos interés que antes. Yo estimo que votará un porcentaje menor que en las elecciones pasadas . Se habla de un 52%, lo cual equivaldría a una gran caída en la representación de los árabes en la Kneset, quizás a solo 10 diputados.

 

Hace unos años, cuando nació La Lista Conjunta que unió a 4 partidos, llegaron al número sin precedentes de 15 diputados, la tercera fuerza política del país.

 

Así es. Un punto importante, positivo, a mencionar ahora es que la sensación es que a ojos judíos, el voto árabe tiene ahora más legitimidad.En el pasado, como ya dijimos, Netanyahu tuvo un discurso incitador contra los árabes, y ahora va todo el tiempo a visitarlos. Destaca que es “Abu Yair”, usando un término árabe para presentarse, o sea “el padre de Yair”. Hasta la Ministra Miri Regev dijo que la casa natural de la ciudadanía árabe es el Likud.

 

La política trae sorpresas…increíble.

 

Yo no creo que gran cantidad de árabes voten por el Likud . En el 2019  unos 8.000 ciudadanos árabes, incluyendo a los drusos, votaron por el Likud. En las últimas elecciones hace un año, fueron 10.300. “Abu Yair” cree que duplicará esa cantidad, que llegará a 3 ó 4 escaños entre el electorado árabe. Yo no lo creo.

El 87% de los votantes árabes votó por La Lista Conjunta. No creo que esta vez llegue a ello. Los partidos sionistas recibirán más. Hay que recordar que cuando hay unidad árabe, se puede lograr mayor influencia.

 

El fenómeno más interesante en esta campaña fue la separación de Mansur Abbas, del partido islámico del sur del país, de la Conjunta . No lo digo por el hecho que eso rompa a la Conjunta, sino por su planteamiento tan distinto de lo que se acostumbraba antes.

Así es. Es indudable que hay un elemento nuevo. Creo que el discurso de Mansur Abbas, diciendo “no soy de izquierda ni de derecha” , es nuevo e importante. Cuando los árabes fueron conla izquierda, no se puede decir que los hayan recibido abiertamente. Ya vimos que Beni Gantz se fue con Netanyahu, aunque la Conjunta lo había recomendado a él para Primer Ministro,lo cual fue histórico.

 

Pero eso no tuvo nada que ver con los árabes sino con su decisión que lo más importante era formar gobierno, a pesar de su promesa electoral contra Netanyahu.

Eso es cierto. Pero el tema es que los árabes se decepcionaron , sienten que su influencia no es tan efectiva, que su voto no es suficientemente considerado aunque quieren sí incidir en la vida y la política en Israel. Los ciudadanos árabes quien influir y hay algo positivo  al verse ahora que diferentes políticos llegaron a la ciudadanía árabe para plantear sus posturas. Netanyahu ya fue 7 veces a poblados árabes. Gideon Saar tiene en su plataforma un programa para combatir la violencia en la sociedad  árabe , y Yair Lapid también presentó el suyo en una visita a Taybe. Hasta Ayelet Shaked de  Yemina llegó a los árabes.

Creo que esto da mayor legitimidad, el hecho que todos tratan de llegar a los árabes,influirá en el mapa político.  Es importante, porque somos el 20% de la ciudadanía. Pero en definitiva, la división en la Conjunta perjudicará a los árabes.

Netanyahu en un centro de vacunación en una de las localidades árabes de Israel (Foto: GPO)

 

¿Cómo evalúa usted el mensaje de la Lista Conjunta? Suelen publicarse muchas críticas a sus diputados, alegándose que se dedican más que nada al tema del conflicto con los palestinos y no a las necesidades de la ciudadanía árabe israelí.

 

Eso no es cierto. Nosotros lo hemos investigado. El 80% de su trabajo está relacionado al tema de la ciudadanía árabe israelí. Y quien cooperación con la población judía. En el tema palestino, de todos modos, todo está congelado, no hay negociación.

 

¿Qué importancia tiene la escisión de Mansur Abbas?

 

Él vino con un una nueva forma de plantear las cosas. Desafía a la política árabe pero yo diría que más aún a la judía. Dice que basta con las décadas de coalición con la izquierda, que la izquierda no quiere a los árabes realmente como socios. Desde los tiempos de Rabin, que realmente buscó otra cosa, no vemos cooperación a nivel político.  Por eso él dice claramente que no está en el bolsillo de nadie.

También dice a los judíos que está en la Kneset para influir, así que está dispuesto a hablar con todos, a cooperar. Quiere aprender de los partidos ultraortodoxos, cuya postura es que si el gobierno les da lo que precisan para su electorado, pues ellos darán su apoyo. 

Yo creo que muchos árabes aceptan este planteamiento, pero no quieren apoyar a Netanyahu por cosas de las que ya  hablamos. Yo considero que Mansur Abbas logrará entrar a la Kneset, pero sus votantes no quieren coronar a Netanyahu. Se recuerda muchas declaraciones que tuvo que enojaron a la sociedad árabe.

Muchas cosas mejoraron y muchas otras tienen que mejorar.

Los árabes israelíes quieren ser parte y poder influir. Para eso, hay que ir a votar. Yo lo haré, sin ningún lugar a dudas.


Por Ana Jerozolimski
Fuente: Semanario Hebreo Jai