Árabes lanzan piedras a judíos en Jerusalem

 Seis personas resultaron heridas en un gran disturbio árabe nocturno en la ciudad vieja de Jerusalem y sus alrededores, informó Kikar Hashabbat. Los disturbios comenzaron a última hora de la noche del martes y continuaron hasta la madrugada del miércoles.

Según el sitio, algunos de los heridos eran haredim que regresaban de rezar en el Muro Occidental.

Los disturbios del martes por la noche, que estallaron en la Ciudad Vieja, incluyeron el lanzamiento de piedras y rocas más pequeñas tanto a los agentes de policía como a los transeúntes civiles, incluidos los pasajeros de un autobús.

Tras un largo rato, la policía consiguió controlar la alteración masiva del orden y detuvo a varios de los violentos árabes.

Según la Policía de Israel, antes del final de las oraciones, “cientos de jóvenes se agolparon cerca de la Puerta de Damasco, lanzando piedras y explosivos y botellas de vidrio hacia el puesto de policía cercano”.

El comunicado añadía que, durante la dispersión de los disturbios, se detuvo a cinco sospechosos de lanzar piedras y atacar a los agentes de policía. Durante la operación, un agente de policía sufrió heridas en la cara después de que le lanzaran una botella de cristal, y necesitó tratamiento médico.

“Se lanzaron piedras contra los autobuses que pasaban… por la zona, y como resultado, sus parabrisas resultaron dañados y dos conductores y tres pasajeros resultaron heridos por los fragmentos y requirieron tratamiento médico”.

Los alborotadores árabes afirmaron que los sucesos fueron espoleados por la decisión de la policía de desconectar los micrófonos de la mezquita apodada Al-Aqsa, para evitar que las llamadas a la oración interrumpieran las principales ceremonias del Día de la Memoria en el Muro Occidental.

Las reacciones a la decisión de garantizar el silencio en la ceremonia del Día de la Memoria en honor a los soldados caídos y a las víctimas del terrorismo vinieron de varias direcciones, incluido el grupo terrorista Hamás, que dijo que “la policía de la ocupación desconectó los cables de los micrófonos de la mezquita de Al-Aqsa y no permitió la llamada a las oraciones vespertinas, en el primer día del Ramadán”.

Hamás añadió que “se trata de una agresión racista contra la santidad y perjudica la libertad de religión. Estas acciones exponen el desprecio del sionismo por los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo”.


Fuente: Arutz Sheva / Israel Noticias