CON HAMAS NO SE
JUEGA
Por Natalio
Steiner, director de Comunidades Plus. Especial para Enlace Judio
La cuarta
escalada de lucha contra la organización islamista que se apoderó de Gaza en
2005, podrÃa cesar provisoriamente con una tregua que es difÃcil saber cuanto
tiempo se sostendrá.
Una vez más, la
presión internacional de EE.UU, Rusia y la ONU le impide a Israel terminar de
cumplir los objetivos militares en forma total que se impuso luego de la
provocación misilÃstica de la organización pro-iranÃ.
Hay muchas formas
de explicar como comenzó esta escalada ( las anteriores fueron en 2009, 2012,
2014 y algunos incidentes “ menores “ durante el 2018 y 2019).
Algunos dirán que
fue por las famosas siete casas que la Suprema Corte de Justicia ordenó
desalojar en Jerusalem Oriental; otros dirán que fue el Hamas no soporta el
festejo de Iom Ierushalaim que proclama la unicidad de la capital hebrea y
otros dirán que coincidió con el Ramadán, un mes tradicionalmente complicado
por el fervor extremista religioso de muchos musulmanes. Algunos mal
intencionados dirán que es culpa de la policÃa israelà que entró a la mezquita
del Monte del Templo pero sin explicar porque lo hizo ( tiraban bombas Molotov
contra la policÃa desde allÃ). Tampoco dejo de lado agresiones de judÃos de
ultraderecha a árabes ni las agresiones previas de árabes a judÃos en la zona.
Pero en verdad , en todo caso, estos
pueden haber sido factores que encendieron la mecha. El combustible ya estaba
de antes.
Un resumen
escueto de las causas de fondo que generalizaron el conflicto no deberÃa obviar
lo siguiente:
- Irán impulsa el
conflicto como respuesta a los golpes
contundentes que Israel le ha dado en los últimos tiempos tanto a objetivos nucleares
como a las guerrillas proxi.
-Fisurar la
relación ya agrietada entre árbabes- israelÃes y judÃos israelÃes.
-Expandir el
conflicto de Gaza a Jerusalem y los territorios donde el Hamas tiene menos
peso.
-Impulsar a
Hezbollah a abrir un nuevo frente.
-La deilidad
polÃtica de Biden que reemplazo a las certezas de Trump generó una nueva
legitimación de la causa palestina.
-Graves internas
palestinas. Se postergaron elecciones en
mayo 2021 por posible triunfo del Hamas ante la corrupción de la Autoridad
Nacional Palestina.
- Quebrar el
impulso de los procesos de paz que nacieron con los Acuerdos de Abraham.
-Influir en la
formación del futuro gobierno israelà que no se esta pudiendo conformar por la
necesidad de contar con los votos de un partido árabe- israelÃ. Llevar el
conflicto a la guerra, impedirÃa la presencia de árabes en el gobierno de
Israel.
Es interesante
también tener en cuenta que a diferencia de escaladas anteriores con el Hamas,
esta tiene- o tuvo- matices diferentes. Las organizaciones terroristas lograron
disparar sobre Israel casi 4.000
misiles, casi 1/3 más que en la última
guerra que duró 51 dÃas. Hamas ha estado
muy bien preparado y dotado de misiles
de mayor precisión y poder de fuego a pesar de que el sistema Cúpula de Hierro
tuvo una intervención que salvó decenas
o centenas de vidas. También hay que destacar que Israel ha decidio no ingresar
a la Franja en forma terrestre a diferencia de los conflictos anteriores.
Israel responde a
las agresiones sobre sus ciudades con una opinión pública mundial de su
lado. Termina el conflicto con el viejo
apotegma de que Israel es Goliat y Hamas es David. Ello sucede porque Israel defiende una causa
justa- su población- y el Hamas se presenta defendiendo una causa emocional. Lo
emotivo siempre despierta más empatÃa que lo justo.
Se empieza una
guerra pero nunca se sabe como se sale de ella. Esta no parece ser la última
entre Israel y las milicias islamistas que juran su destrucción.